Unos dicen que las Bolsas no pueden sacar las ruedas del fango y otros que respiran hondo para estar en forma en lo que será un nuevo asalto a los máximos del año. En cualquier caso, la volatilidad ha disminuido de manera considerable en los últimos días, con lo que la evolución de los índices se ha estrechado.
Paracaídas, mangueras y aspiradoras
Otra vez los bonos. El aumento del déficit presupuestario en EE UU, la percepción de una mejora económica a medio plazo y el endeudamiento de las familias en los países industrializados alteran el recorrido de la renta fija. La rentabilidad de los bonos volvió a subir con fuerza. El 10 años estadounidense se pagó al 4,52%, y el bund alemán y el español, al 4,20% y al 4,24%, respectivamente.
Bancos de inversión y falsa modestia
Los índices de confianza y consumo divulgados ayer en la zona euro (IFO alemán) y en Estados Unidos (Conference Board) superaron las previsiones. Las Bolsas, no obstante, mantuvieron la tendencia bajista de fondo de final de la semana pasada. Destacan ahora los expertos que la mejora de los indicadores se fundamenta en las expectativas y no en la realidad. Por ello, la mayor prudencia y, también, los recortes.
Agosto enfila la recta final con sabor agridulce entre los inversores y operadores de Bolsa y un volumen de negocio en mínimos. ¿Razón? El festivo ayer en Londres, plaza que sirve de plataforma para la canalización de órdenes de extranjero, que en el mercado nacional suponen el 50% del total. Desde Londres se controla, asimismo, gran parte de la operativa en divisas, derivados, metales y petróleo.
El verano no existe en los mercados
El gráfico de comportamiento de las acciones de la compañía de comida rápida muestra una figura de caída prolongada, como si no tuviera fin. Las abscisas se han corregido de manera sistemática con el paso del tiempo, principalmente desde marzo de 2000. Telepizza alcanzó entonces los 10,55 euros. El 5 de febrero de este año se pagó a 0,73 euros. Ahora intenta remontar el vuelo.
Las Bolsas superan la presión de las ventas institucionales
Lo mejor, la consecución de máximos anuales. Lo peor, los exiguos, débiles, resultados. Mucho ruido, con primeras páginas en los periódicos, pero pocas nueces. En cualquier caso, la Bolsa española, al igual que las principales del mundo, ha logrado esta semana despertar de la siesta en la que se encontraba desde que comenzó el verano y volver a acaparar el interés de los inversores.
Los derivados no entienden de realidades
El movimiento alcista desarrollado por el Ibex en los últimos siete días, cuando se marcó el que sería el primer máximo del año de una serie de tres más en las jornadas siguientes, arroja algunos puntos de interés respecto a situaciones anteriores. Por ejemplo, el desequilibrio entre los dos grandes bancos. BBVA ha sumado posiciones al índice y Banco Santander ha restado.
La Bolsa se resiste a perder la fuerza relativa de la que se jacta en las últimas sesiones. Las malas noticias económicas y empresariales apenas hacen mella. Los índices aguantan las peores referencias, aunque, como ayer, se ven obligados a hacer un alto en el camino alcista.
Olvidos de hoy y recuerdos de mañana
Es mejor seguir en el anonimato
Van tres. Desde el jueves (el viernes fue festivo) la Bolsa española sólo conoce el alza. Tres alzas y tres máximos del año. La jornada de ayer dejó, no obstante, un sabor agridulce entre los inversores por las contradicciones aparentes que arrojaron los datos económicos divulgados en Estados Unidos y en Europa. Allí disminuye la confianza de los consumidores y crece en la eurozona.
Los cortos deciden tirar la toalla
Novedad: el mercado está vivo
Los inversores, atentos a los resultados de las empresas en Wall Street
Los bajistas son fusilados al amanecer
La caída de los bonos ha provocado un trasvase de fondos hacia la Bolsa al confiar los inversores en una recuperación económica en los próximos meses. De ser así, ¿ha llegado la hora de los valores cíclicos, los más sensibles a los cambios del curso económico?
Escasean las advertencias de resultados
Pitonisas y bolas de cristal
Todo es estadística mojada
La biotecnológica ha protagonizado momentos de gran agitación en la Bolsa española tras filtrarse, primero, que al regulador sanitario europeo no le convencía el Yondelis y reconocer la empresa, después, que la comercialización en Europa se complica
El Ibex cerró ayer una semana a caballo entre junio y julio con expectativas fallidas respecto a la superación del nivel técnico y psicológico de los 7.000 puntos. Las malas referencias económicas tanto en Estados Unidos como en la zona euro han vuelto a pesar sobre los mercados. En las últimas horas se ha añadido, además, la tensión en el mercado de bonos.
La sobrevaloración de los precios sigue lastrando la Bolsa
El espectáculo de la banca de inversión
El precio de los bonos ha experimentado fuertes caídas en las últimas 48 horas por los resultados decepcionantes de sendas subastas en Alemania, el miércoles, y en Japón, ayer. La rentabilidad del bund alemán y del de referencia español se sitúan ya en el 4%, cuando hace dos semanas se encontraban en el 3,5%. La del estadounidense alcanza el 3,65% frente al 3,16% de hace 15 días.
El peligro de estar fuera de juego
Parece que la ola de calor remite
Acicalarse para salir bien en la foto
El milagro de gobernar lo ingobernable
El sapo es el animal más despistado
Los expertos advierten de las sobrevaloraciones de muchas empresas
La nueva estadística pide paso
La panacea de los fondos de alto riesgo
Sodoma, Gomorra y la mujer de Lot
La confianza en exceso es perjudicial
Veinticinco valores de la Bolsa española arrojan una rentabilidad por dividendo superior al 4% y media docena supera este porcentaje. Los bajos tipos de interés, la creencia de que aún pueden bajar más y la ausencia de alternativas de inversión ante lo que los expertos denominan ya burbujas en los bonos e inmobiliaria han provocado el desplazamiento del dinero hacia este tipo de compañías cotizadas en Bolsa.