_
_
_
_
Lealtad, 1

Novedad: el mercado está vivo

Señales de vida en el mercado de valores. Es más, señales de vida inteligente. La reacción de las Bolsas ante la publicación del dato de confianza del consumidor en Estados Unidos demuestra que, pese a lo vivido durante las últimas semanas de resultados empresariales, el dinero está atento a las pantallas, y cotiza las noticias que considera de verdad importantes. La confianza del consumidor en Estados Unidos es, visto lo visto, una de ellas.

Con todos los defectos de los indicadores adelantados, como el sesgo al que está sometido por la realidad inmediata, la confianza del consumidor es una de las cifras más esperadas por los inversores. La razón estriba en que los consumidores son los que soportan el peso de la economía estadounidense, mientras no llegan estímulos de otros apartados, principalmente el empresarial. La capacidad que tengan los particulares para seguir adquiriendo casas, coches, aparatos de DVD y muebles es la baza que juegan los más optimistas, los que confían a ciegas en el plan de estímulo fiscal de Bush, dirigido, sobre todo, a las rentas altas, y los que creen que los recortes de tipos de 2003 surtirán efecto, no como los de los dos años anteriores.

La política de la propia Fed va en este mismo sentido. Alan Greenspan ha mantenido en las últimas comparecencias un lenguaje pretendidamente neutro, cuyo objetivo no es estimular la economía -no tiene muchas balas en el cargador-, sino mantener el statu quo en espera de que la mejora de la Bolsa y la purga de los balances empresariales permitan a la economía repuntar. Y mientras tanto, el John Smith de turno llena el carrito todos los sábados e impide la extensión de la crisis. El dato de ayer pone en jaque este cuento de la lechera. Esperemos que sea solamente eso, un dato, y que John Smith siga llenando su carrito.

Archivado En

_
_