Alerta en las Bolsas mundiales por la crisis del mercado de bonos
Los precios de los bonos, que siempre giran a la inversa de la rentabilidad que ofrecen, han vuelto a situarse cerca de los niveles más altos del año en apenas dos semanas. El último empujón ha venido de la mano de dos subastas realizadas en Alemania y Japón, con resultados muy por debajo de lo previsto por los expertos. Tampoco ayudaron las de España y Francia, ayer.
Los inversores y analistas siguen con preocupación el fenómeno, por lo que supone de traslación de flujos de fondos desde unos mercados a otros y por las pérdidas en las que podrían incurrir multitud de gestoras y bancos de inversión que han hecho de la inversión en bonos su fuente de ingresos ante la debilidad del resto de los mercados, principalmente del de acciones, en los tres últimos años.
Aunque el nivel de precios nos es el más bajo del ejercicio, los expertos destacan que hay cambios en el comportamiento de la inversión. 'Los precios de comienzo de año estaban fundamentados en una mejor percepción de los fundamentos económicos para el conjunto del ejercicio. La fuerte caída de ahora se fundamenta en el desinterés inversor. Nadie compra bonos gubernamentales, porque sus rendimientos son mínimos. El dinero prefiere esperar. Además, gana adeptos la tesis de que los mínimos de rentabilidad (máximos de precios) ya se han visto, porque las necesidades de financiación de los déficit en Estados Unidos, Alemania, Japón y Francia empeorarán las condiciones de mercado. O lo que es lo mismo, los Estados tendrán que pagar más para seducir a los inversores', dice P. Escribano, experto en mercados de bonos.
'A medida que pasa el tiempo y los fundamentos económicos siguen sin mostrar signos vigorosos, son muchos los inversores y estrategas que consideran que los bancos centrales ya no tienen margen de maniobra en política monetaria. El recorte último de la Fed es posible que sea el definitivo y que a partir de ahora se empleen otras políticas de estímulo económico. Si la Fed sitúa los tipos por debajo del 1% transmitiría mucho miedo. Los mercados entenderían que las cosas están definitivamente muy mal, incluso peor que en Japón', dice el economista Andrés Alarcón.
Poco margen para los tipos
El estratega Cárpatos, especializado en futuros, resalta que 'el bund alemán no levanta cabeza. Sigue muy afectado por los resultados de la subasta de bonos con vencimiento 2013 que recibieron el miércoles ofertas muy pobres. De los 8.000 millones de euros, sólo 6.000 millones fueron adjudicados ante las pobres ofertas recibidas. Los operadores dicen que es la peor subasta de los últimos tres años, y eso ha deprimido mucho a las cotizaciones'.
El fenómeno se trasladó ayer a Japón. El yen volvió a debilitarse después de que los débiles resultados de la subasta de los nuevos bonos del Gobierno japonés provocaran una venta de yenes contra dólares. El Ministerio de Finanzas sólo consiguió colocar bonos a 10 años por valor de 1,49 billones de yenes (unos 12.600 millones de dólares) frente a un volumen ofertado de más de 2,51 billones de yenes (unos 21.231 millones de dólares).
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Burbuja es el término más repetido
Los expertos llevan meses desgañitándose con advertencias del peligro que entrañan los precios alcanzados por los bonos y los activos inmobiliarios en las economías más industrializadas del mundo. No obstante, ha sido la decepción de las dos subastas de bonos de última hora en Alemania y Japón la que ha vuelto a disparar las alarmas y ha situado en primer plano el término burbuja.Se han quedado solos en este lamento los grandes bancos de inversión, que siguen con la presión sobre el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos para que bajen más los tipos de interés, aun a sabiendas de que no sirve para nada. No hay presión sobre el Banco de Japón porque éste ya no tiene margen. ¿Por qué el acoso de los bancos de inversión? En el análisis de las cuentas de resultados semestrales está la respuesta: los bonos han sido los que han mejorado los balances.Quienes apuestan por el estallido de la burbuja de bonos, si es que no ha comenzado ya, destacan que los bancos centrales ya no tienen margen de maniobra en política monetaria para dinamizar la economía. También, que los altos déficit presupuestarios en Estados Unidos y en determinados países europeos conllevan endurecimientos de las condiciones a la hora de captar dinero. O lo que es lo mismo, hay que pagar más para emitir lo mismo, porque hay más competidores en lid. La renta fija privada es, asimismo, otra competencia alta en unos momentos en que grandes corporaciones empresariales se apresuran a reordenar su deuda con emisiones masivas de bonos.