El espectáculo de la banca de inversión

Es el comentario de moda entre los profesionales de la Bolsa. La banca de inversión anglosajona vuelve por sus fueros. ¿Qué fue de la reforma? ¿Cuándo se construyeron las murallas chinas? ¿Quién fue el que dijo digo para luego decir Diego? No hace mucho los medios de comunicación de más renombre sacaron en portada, en grandes titulares, el pago de 1.400 millones de dólares de la banca de inversión al regulador y a la Fiscalía de Nueva York por análisis engañosos y operaciones irregulares en salidas a Bolsa.

Los portavoces de la gran banca airearon que esa multa no tendría impacto relevante en sus cuentas de resultados. En el estreno de julio y con los índices dando la espalda al alza, la banca de inversión anuncia, por sorpresa, que hay jueces en Estados Unidos que han desestimado la demanda de pequeños accionistas contra posibles prácticas fraudulentas de estas entidades. Los índices bursátiles vuelven a subir.

Se desconoce el número de inversores que han presentado demandas y, lo que es más importante, si continuarán en el tiempo y si todos los jueces de Estados Unidos considerarán lo mismo. Hay ejemplos comparables con litigios de las tabacaleras.

Hay más. En este espectáculo, que ya es crónico y que ninguna reforma, al menos hasta ahora, ha podido anular, destaca el capítulo de recomendaciones. Yo subo y mejoro tu recomendación para que tu hagas lo mismo conmigo, porque parece que ahora el viento sopla a favor de la banca de negocios. Sucede que ésta cotiza y pondera mucho en Wall Street. El resultado es la recomposición de la tendencia alcista y el contagio al resto de los mercados del mundo.

Se sabe, en fin, de quién es esa mano misteriosa que desde la guerra de Irak siempre salva los índices cuando se abocan al precipicio. Ya lo dijo en una ocasión Maradona: 'Fue la mano de Dios'. Los dioses son hoy los grandes bancos.