La volatilidad es una referencia fundamental para todo inversor en warrants. El precio del warrant dependerá, entre otros factores (tiempo a vencimiento, cotización del subyacente, strike del warrant), de la mayor o menor probabilidad de que se ejercite cuando llegue el momento.
Si la aprobación por parte del FMI de la carta de intención de Argentina y la presentación del proyecto de canje de deuda en este país se tradujeron en un sustancial descenso de las primas de riesgo argentinas, y por ende de la de los principales países del área, en las últimas sesiones las dudas acerca del éxito de esta operación de canje están provocando una nueva ampliación de los diferenciales de rentabilidad de los bonos latinoamericanos.
Crédit Suisse, el segundo grupo bancario suizo, acusó la volatilidad de los mercados y redujo un 25% su beneficio neto en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2000, hasta 1.486 millones de francos (161.427 millones de pesetas, 970 millones de euros). El beneficio bruto descendió un 12%, hasta 1.726 millones de francos (187.499 millones de pesetas, 1.126 millones de euros), respecto al primer trimestre de 2000.
Las ventas volvieron ayer a los mercados europeos tras la tregua de la víspera. La alerta sobre beneficios de Autonomy fue el desencadenante que puso un final amargo al cierre de la semana. La apertura a la baja del Nasdaq y las malas noticias que vinieron del otro lado del Atlántico también aumentaron el pesimismo. El miedo regresó a los parqués.
El mercado español salió vivo de una semana que pintaba mal. Cayó ayer el 1,13%, con lo que el balance de las cinco sesiones es alcista en un leve 0,22%. La volatilidad ha sido la nota dominante, con variaciones intradía de más del 4%, que, no obstante, quedan pequeñas en comparación con el histerismo del Nasdaq.
La volatilidad, donde marzo de 2000
La ausencia de inversores finales en la Bolsa española, tanto institucionales como privados, ha provocado un fuerte aumento de la volatilidad y la pérdida de referencias técnicas. Las riendas están ahora en manos de los operadores y especuladores intradía. El auge de este fenómeno ha puesto en guardia a gestores y analistas por las singularidades de esta fórmula operativa.
El clima de desconfianza que viven los mercados internacionales se asentó ayer definitivamente en el Ibex. Presionada por una oleada de advertencias de beneficios que afectaba a ambos lados del Atlántico, la Bolsa española vivió su semana más volátil del año, en la que perdió un 4,49%, el segundo peor registro de 2001.
En manos de la especulación y de los especialistas en el corto plazo. La ausencia de inversores finales en las principales Bolsas del mundo ha supuesto un aumento de la volatilidad en los últimos días. Este fenómeno coincide en el tiempo, además, con una grave depresión bursátil.
Los mercados estadounidenses vivieron una nueva semana a la deriva. Apaciguados los ánimos tras el golpe de mano de la Reserva Federal, todas las miradas se han vuelto a los resultados empresariales. æpermil;stos han provocado dudas e indecisión. Esta volatilidad tuvo un claro exponente en la jornada de ayer. El Nasdaq inició la sesión con pérdidas, se recuperó y llegó a ganar un 2%, volvió a terreno negativo y cerró con una caída del 0,53%. Pese a todo, finalizó la semana con un alza del 9,07%.