La tensión que se vive en los mercados crece por momentos. La percepción de riesgo sobre España alcanzó un nuevo récord ayer, al tiempo que los indicadores de riesgo financiero regresan a los niveles de estrés de marzo de 2009. El fantasma de la crisis bancaria vuelve a planear sobre los mercados. Un contexto que dificulta la recuperación de las Bolsas. El Ibex perdió el 0,34% ayer y cae ya un 22,4% en el año.
Optan por elevar la fiscalidad ligada a la vivienda
Los Gobiernos de Asturias y Andalucía planean elevar el IRPF a las rentas altas. Se suman, así, a Cataluña y Baleares, que el martes anunciaron que subirán el impuesto de la renta a los contribuyentes que más ganan. Además, ya son seis las comunidades que han optado por incrementar al 8% el impuesto de transmisiones patrimoniales.
El número dos de Defensa, Constantino Méndez, cuestionó ayer la rentabilidad de las inversiones que ha hecho España en EADS y en Santa Bárbara. Méndez clausuró unas jornadas sobre Navantia en las que el grupo defendió su capacidad para generar empleo y riqueza.
Pese a las dificultades de la industria del automóvil, el presidente de Renault y de Nissan, Carlos Ghosn, ve el ejercicio 2010 con optimismo. El directivo aseguró que este año va a ser récord para la industria y que la alianza convertirá a la empresa en el tercer fabricante mundial.
Gobierno, patronal y sindicatos no lograron ayer acordar la reforma laboral. Los agentes sociales deberán esperar hasta el próximo miércoles para saber si Trabajo mantiene los 1.200 millones de presupuesto que ofreció antes del ajuste social. En cualquier caso, Zapatero aseguró que piensa aprobar la norma, pactada o no, el 16 de junio.
Las hipotecas empiezan a empachar a las cajas de ahorros. En los cuatro primeros meses de 2010, las cajas concedieron un 19% menos de créditos para la compra de vivienda, mientras que los bancos aumentaron esta partida en un 8,6%.
La Seguridad Social registró 113.237 afiliados más en el mes de mayo, el mayor aumento en el número de ocupados desde verano de 2007. La mayoría, 42.000, proceden de la hostelería, por su actividad estacional. De hecho, eliminado el efecto del calendario, la afiliación cayó en 16.000 personas. El paro, a su vez, descendió en 76.000, aunque la tendencia también se revierte en tasa desestacionalizada.