Intel anunció ayer que invertirá un total de 7.000 millones de dólares (unos 5.420 millones de euros) en la modernización y ampliación de sus fábricas en EE UU. Su consejero delegado, Paul Otellini, explicó en un comunicado que estas partidas tendrán como destino la adaptación de las líneas de producción de estas plantas a la nueva tecnología de chips de 32 nanómetros, que ofrecen mayor rapidez de procesamiento y consumen menos energía.
La fusión Vueling-Clickair culminará en abril. Dos consejos a celebrar en diez días lanzarán un proceso que se cerrará en una ampliación de capital por absorción. La aerolínea resultante compartirá sus códigos de vuelo con Iberia y utilizará su handling y su mantenimiento. La plantilla será de 1.600 empleados y habrá un recorte del 10%.
El S&P retrocedió el 4,91% y los mercados europeos, más del 2%. El plan de rescate anunciado por el Tesoro de EE UU ha suscitado serias dudas entre los inversores y llega tras unas semanas de alzas para las Bolsas.
La Comisión Europea anunció ayer que ha firmado un acuerdo con 17 gigantes de internet activos en Europa, entre ellos Facebook, MySpace, Google/Youtube, Microsoft Europa, Yahoo Europa y Bebo, para mejorar la protección de los menores europeos que acceden a las redes sociales.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón imputó ayer al hasta ahora alcalde de Boadilla del Monte, Arturo González Panero, y a otras 33 personas los delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias por su participación en la presunta trama de corrupción en el norte de Madrid destapada el viernes. En total ya hay 37 imputados.
Gas Natural tiene previsto repartir un dividendo extraordinario con cargo a reservas tras la ampliación de capital de 3.500 millones con la que sufragará parte de la opa por Fenosa. Esta ampliación ha sido garantizada por los dos mayores accionistas de la compañía, La Caixa y Repsol, con el 67% del capital. Gas Natural, cuyo beneficio creció un 10% en 2008, prevé liquidar la opa en abril.
La UE dio ayer el pistoletazo de salida para la creación de bancos malos en Europa, entre las reticencias de países que, como España, temen que el proceso distorsione la competencia en el sector. Bruselas promete una vigilancia estricta y sólo concederá seis meses para que las entidades se deshagan de sus activos tóxicos.