El grupo Santander anunció ayer la adquisición de una cartera de 9.000 millones de euros de créditos de diversas filiales de General Electric (GE) en Europa Continental y Reino Unido. A cambio, cederá al gigante estadounidense su filial italiana Interbanca, valorada en 1.000 millones.
Los efectos que tendrá la crisis inmobiliaria sobre la economía van a ser más graves de lo inicialmente previsto. Los últimos en reconocer esta evidencia han sido los promotores, que ya apuestan sin tapujos por que el precio de las casas se desplomará un 8% este año. Además, vaticinan un brusco ajuste de producción, con apenas 300.000 viviendas iniciadas y una pérdida de 700.000 empleos hasta 2009.
Un positivo informe del banco de inversión propició un alza en Bolsa del 3,3%, hasta los 16,6 euros. Su carácter defensivo y las buenas perspectivas de resultados y de demanda de hemoderivados sostienen el valor.
Banco Sabadell abrirá este año sólo 20 de las 50 oficinas previstas. La entidad también ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento de la inversión crediticia, presupuestado inicialmente en un 10%. En cambio, espera un incremento en la captación de recursos superior al 12% estimado.
Nuevo capítulo en el proceso de venta de Spanair. El fondo portugués Longstock aseguró ayer que ha presentado una oferta en solitario por 450 millones para hacerse con el 100% de la filial de SAS. La aerolínea de vuelos chárter Gadair, que le acompañaba en la puja frente a Iberia, sigue en busca de nuevos apoyos.
El Ibex 35 ignoró ayer la vacilante apertura de Wall Street y logró cerrar con una subida del 1,01%, que le sitúa por encima de la barrera de los 13.500 puntos por primera vez en dos meses. Los expertos consideran que se trata sólo de un rebote a corto plazo y que la Bolsa aún no ha tocado fondo.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, Gordon Brown, pidieron ayer en una declaración conjunta una mayor transparencia al sistema financiero y reclamaron que los bancos hagan público el alcance de los daños sufridos en sus cuentas por la crisis crediticia que azota el mercado.