El bum del software ‘made in Spain’
El negocio crece en inteligencia artificial, ‘traveltech’, ‘fintech’, ciberseguridad, ‘healthtech’ y ‘proptech’. Pero se enfrentan a una burocracia excesiva y baja inversión en fases tempranas
![Unos diseñadores desarrollando aplicaciones para un sitio web.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DQCYGPOSVBG7HOHGAQ7B27E2TQ.jpg?auth=6356b403f6e6961952184f5c46cd4ecaeb82b81831bea59d6243d50489f7502d&width=414)
Hace unos tres años, Manuel Jurado Gras y Ricardo Michel Reyes se pusieron a desarrollar una plataforma basada en inteligencia artificial (IA) para ayudar a las empresas a gestionar mejor su tiempo, optimizar sus procesos de venta y reducir sus costes mediante el uso de asistentes virtuales. “A diferencia de otros competidores que usan tecnologías de terceros como OpenAI, decidimos fabricar una tecnología propia, completamente interna”, comenta Reyes. Pero como no disponían de capital inicial, sabían que no sería fácil: para conseguirlo, tuvieron que entrenar su IA con chips de bajo coste, alquilar un servidor en la nube y utilizar software de código abierto.
Listo el producto, lo lanzaron al mercado como a un hijo que se enfrenta por primera vez al mundo. “Llevamos seis meses operando comercialmente bajo el nombre de SintonAI y ya hemos conseguido cerrar acuerdos con empresas de varios sectores”, afirma Jurado Gras, quien funge como CEO de esta nueva tecnológica.
“Nuestro principal objetivo es posicionarnos como uno de los plugins de agentes de IA más descargados en plataformas como WordPress, Shopify y PrestaShop”, añade. La suya es solo una entre las miles de historias de startups de software que, luchando contra viento y marea, han surgido en España en los últimos años.
El incremento no solo se aprecia en el número de startups, sino también en la sofisticación de su productoMario Teijeiro, director gerente de Deloitte
Este tipo de pequeñas empresas “están en pleno auge” en el país, señala Antonio Pita Lozano, profesor de Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). El experto destaca que, mientras que “la productividad cae en casi todos los sectores, el desarrollo de software está viendo cómo la IA se está convirtiendo en el superpoder de los programadores y desarrolladores, acelerando la creación de software de todo tipo”.
Mario Teijeiro, director gerente de Deloitte y responsable de StartmeUP y M&A Tech en la consultora, subraya que el incremento no solo se aprecia en el número de startups, sino también en la sofisticación de su producto. Esto se percibe, asegura, en el hecho de que estas pymes están apostando precisamente por el desarrollo de software propio, en lugar de adaptar tecnologías ya creadas. “Otro aspecto clave ha sido la verticalización”, apunta, lo que les permite resolver “necesidades particulares de sectores específicos”.
Según el informe Análisis de una nueva generación de startups en España y Portugal, impulsado por CaixaBank con la colaboración del IESE, un 32% del total de las 1.056 empresas que se presentaron a la 17ª edición de los Premios Emprende XXI son plataformas de software, un 15% son de IA, y un 9% de análisis de datos. Aunque el estudio representa solo una muestra del ecosistema emprendedor de España, sirve para reflejar la tendencia del sector.
Ecosistema
“Ahora hay muchas más empresas de base tecnológica” que las que había en años anteriores, comenta Julia Prats, profesora de IESE y una de las autoras del informe. De acuerdo con datos de Statista, se espera que el mercado del software genere en España unos ingresos de casi 5.000 millones de euros en 2025. El portal prevé, además, que este mercado experimente “una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 3,64% entre 2025 y 2029″, alcanzando un volumen de 5,6 millones de euros en 2029.
Este crecimiento, por otra parte, no se limita a una vertical en particular. “Las startups de software están contribuyendo a transformar todos los sectores de la economía, tanto con soluciones muy específicas o verticalizadas como con soluciones más transversales a cualquier industria”, apunta el director gerente de Deloitte. Entre las áreas más dinámicas destacan la inteligencia artificial, el traveltech, la ciberseguridad, el healthtech, las proptech y, especialmente, las fintech.
De acuerdo con el Informe anual de tendencias de inversión del Observatorio de Startups de la Fundación Innovación Bankinter, el sector fintech concentró “un tercio del volumen económico total de inversión” en startups en España en 2024, con 1.030 millones de euros repartidos en 32 operaciones. Una parte significativa de ese capital fue para Sequra, especializada en soluciones de pago flexibles, que el año pasado captó 410 millones de euros, “posicionándose como la quinta mayor ronda en la historia del emprendimiento español”.
![Dos programadores de software en una oficina.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PVWYWJIALBCZPC7EP5SVYOQECE.jpg?auth=de4ffa6991ef5dbd8138a8b575bb39f4bef199ef996f9453c4ee18dc22ba2fa2&width=414)
Pero el caso de Sequra no es una excepción. Como detalla Marc Bara, profesor en OBS Business School y fundador de la consultora ProjectWorkLab, varias startups de software españolas se han convertido en “grandes nombres” en los últimos años tras haber conseguido rondas de financiación importantes y haber expandido su presencia internacional. Entre ellas, menciona a Payflow (bienestar financiero para empleados), Factorial (gestión de recursos humanos), TravelPerk (gestión de viajes corporativos), Holded (gestión empresarial), o Signaturit (identificación digital).
“Tanto por el nivel del talento nacional como por la calidad del producto tecnológico, se puede decir que las startups españolas compiten en igualdad de condiciones con las de otros países europeos. Además, se han convertido en una gran apuesta para todo tipo de inversores y vemos el gran interés que despiertan tanto a nivel local como a escala global”, sostiene Teijeiro.
Principales barreras
Pero no todo es alentador. “Todavía quedan algunos retos por superar, como la burocracia o la falta de financiación en etapas tempranas”, opinan desde Okticket, una fintech que desarrolló una plataforma SaaS (software as a service, por sus siglas en inglés) para automatizar la gestión de los gastos de viaje corporativo, desde el momento del pago hasta su contabilización.
La empresa firmó a su primer cliente en 2018 y, siete años después, ya opera en más de 120 países y cuenta con una importante cartera de clientes: 3.500 empresas y 350.000 usuarios de todos los tamaños y sectores. Sobre las dificultades a las que se enfrentaron en sus inicios, recuerdan: “Nosotros, por ejemplo, hemos cerrado dos rondas de inversión, pero lo hicimos después de haber conseguido unas métricas y un crecimiento demostrable. Durante las fases iniciales, logramos salir adelante a base de ser una startup muy eficiente en capital y muy focalizada en venta y fidelización de clientes, que fueron nuestros principales socios en aquella época”.
Reyes Martínez, actual CTO de SintonAI, coincide en que uno de los principales obstáculos es obtener financiación para los primeros proyectos. “Los fondos de capital de riesgo están siendo más exigentes y buscan empresas que ya estén generando ingresos y cuenten con un modelo de negocio claro, en lugar de invertir en ideas sin facturación. En nuestro caso, estamos intentando demostrar que nuestro modelo es recurrente, rentable y eficiente, con un retorno de inversión que se amortiza en el primer mes”, detalla.
Prats, de IESE, señala a su vez la dificultad de escalar empresas tecnológicas en la región debido a las regulaciones y enfatiza la necesidad de una financiación pública más eficiente. Como ejemplo, menciona a Estados Unidos y China, donde “el apoyo gubernamental está más estructurado para impulsar líderes tecnológicos”, afirma.
Pita Lozano, de la UOC, opina que aunque España ha dado pasos importantes para crear un entorno favorable para estas empresas –pone como ejemplo la Ley de Startups de 2022, que “ha simplificado trámites, facilitado el acceso a financiación y atraído inversión extranjera”– aún es necesario seguir ampliando incentivos para reducir barreras. “Hay que tratar de buscar el equilibrio legislativo que nos permita salvaguardar los derechos de todos mientras facilitamos la innovación y el desarrollo de ideas creativas”, agrega.
Otro reto es la escasez de talento, explica Bara, de OBS Business School. “Hay una brecha significativa entre la demanda y la oferta de profesionales cualificados en IT, especialmente en IA. Esto afecta a muchas empresas, que tienen buenas perspectivas de crecimiento pero dificultades para encontrar el personal adecuado”, advierte.
Tendencias para el futuro
Los expertos coinciden en que la expansión de la inteligencia artificial seguirá siendo el principal motor del desarrollo tecnológico en los próximos años. “La IA está transformando rápidamente el sector del software”, señala Marc Bara, de OBS Business School. “Además, la facilidad para desarrollar soluciones SaaS con herramientas código abierto podría generar disrupción en el mercado”, sostiene.
Desde Okticket, apuntan que otras tecnologías que seguirán dando de qué hablar en el futuro cercano serán el blockchain, la Web3 (la próxima evolución de internet), las llamadas finanzas embebidas, el open banking o las plataformas low-code y no-code, que facilitan el desarrollo de software sin necesidad de conocimientos avanzados de programación.
En paralelo, Julia Prats, de IESE, prevé que sigan creciendo las fintech, así como las plataformas de software para el cumplimiento normativo de los criterios ESG, el análisis de datos, la robótica y el hardtech (que combina hardware y software avanzado). Este último podría dar lugar a un nuevo modelo de negocio en el mercado del software, que podría reemplazar al SaaS, en la actualidad predominante y basado en suscripción, explica.