Los fabricantes de coches europeos desploman sus beneficios en 2024 y dejan sola a Toyota liderando el motor
La automovilística nipona se anota beneficios por encima de los 32.500 millones en el ejercicio. Los mayores derrumbes del año son de Nissan, Stellantis, Renault y Tesla


Toyota hace tiempo que juega en otra liga y lo ha demostrado en 2024. El fabricante de coches japonés se ha distanciado, aún más, de sus grandes competidores internacionales y se ha quedado completamente sola liderando el motor tanto en beneficios como en ventas. Según los resultados financieros de los tres primeros trimestres (abril a diciembre) del actual ejercicio fiscal japonés y del último trimestre del anterior ejercicio (enero a marzo), Toyota obtuvo un beneficio neto de 5,1 billones de yenes, unos 32.572 millones de euros al cambio actual, un 13,5% más que en 2023, cuando también fue la automovilística con mayores ganancias.
El fabricante nipón, que se ha visto beneficiado por la debilidad del yen, ha logrado aumentar sus beneficios en un contexto especialmente complicado para el sector por la competencia con China, el paso al vehículo eléctrico y las tensiones geopolíticas. La compañía ha seguido centrada en aumentar su oferta de coches híbridos (el tipo de tecnología favorita de los europeos, más reacios a cambiar al eléctrico que los chinos) y ha vendido 10,8 millones de vehículos en todo el mundo, incluyendo a sus joint ventures en el gigante asiático.
Por detrás, a mucha distancia, aparece el tándem Hyundai-Kia, con unas ganancias netas de 23,02 billones de wones, unos 15.294 millones de euros, lo que supone un 9,4% más que en 2023. Estas dos marcas surcoreanas presentan sus resultados por separado, pero están muy ligadas entre sí, ya que Hyundai es el mayor accionista de Kia con el 34,34% de sus títulos (el segundo mayor accionista de Kia es el fondo de pensiones coreano, con un 6,61%, el cual también tiene un 7,33% de Hyundai). Entre ambas matricularon 7,1 millones de vehículos en todo el mundo y su facturación fue de 187.808 millones de euros.
Todavía más atrás aparece el grupo Volkswagen, el mayor fabricante del Viejo Continente, que ha cerrado un año para el olvido. El consorcio, que despidió 2024 con un acuerdo con los sindicatos para recortar su plantilla en 35.000 personas y reducir su capacidad de producción anual en 734.000 unidades en Alemania, obtuvo un beneficio neto de 10.721 millones, un 32,8% menos. Si bien ha quedado muy lejos de las ganancias de Toyota, sí ha superado a la japonesa en facturación: 324.656 millones (un 0,7% más) de Volkswagen, contra los 298.098 millones (un 6,9% de incremento) de Toyota. El grupo alemán, que está sufriendo el paso a la movilidad eléctrica, fue el segundo mayor vendedor de coches del mundo con casi 9,03 millones de matriculaciones.
Mercedes-Benz, como toda la industria del motor alemana, también ha tenido un mal año y ha visto caer sus ganancias un 28,4%, hasta los 10.207 millones, quedándose muy cerca de VW. La compañía de la estrella, que vendió 2,39 millones de automóviles, se situó por debajo en número de entregas que su clásico competidor premium BMW (vendió 2,45 millones), pero ganó mucho más dinero: la automovilística con sede en Múnich fue la alemana que peor lo pasó el año pasado, con un desplome de beneficios del 35,4%, hasta los 7.290 millones.
Stellantis, la segunda mayor automovilística europea y el principal fabricante de coches en España (980.000 unidades en 2024 entre las fábricas de Vigo, Zaragoza y Madrid), rebajó sus beneficios un 70,6% en el último año de Carlos Tavares al frente de la compañía, quien fue despedido el pasado 1 de diciembre. El fabricante, que ganó 5.473 millones, sufrió por el exceso de stock de su red de distribución en EE UU. “Si bien 2024 fue un año de marcados contrastes para la compañía, con resultados por debajo de nuestro potencial, logramos importantes hitos estratégicos. En particular, comenzamos el despliegue de nuevas plataformas multienergía y nuevos productos, que continúan en 2025. Iniciamos la producción de baterías para vehículos eléctricos a través de nuestras joint ventures y lanzamos la asociación con Leapmotor International”, dijo el presidente de Stellantis, John Elkann, quien ha quedado a los mandos del grupo hasta que se nombre un nuevo CEO, lo que previsiblemente sucederá en el primer semestre de este año.
Fuera de Europa, destaca desde lo negativo el desempeño de Nissan, que apenas ganó 106,4 millones de yenes el año pasado (la inmensa mayoría entre enero y marzo), unos 667,8 millones de euros al cambio actual, un 75,4% menos. La compañía, que prevé cerrar en rojo su ejercicio fiscal (entre abril de 2024 y marzo de 2025), anunció el martes un cambio de consejero delegado, con el nombramiento del mexicano Iván Espinosa, en lugar de Makoto Uchida. El traspaso de mando se hará efectivo el 1 de abril. El adiós de Uchida se produce poco después de conocerse el fracaso de las negociaciones entre Nissan y Honda para realizar la que hubiese sido la mayor fusión del sector desde la creación de Stellantis en 2021.
Dichas negociaciones fracasaron porque Nissan se negó a ser comprada por Honda, una empresa que entró en la mesa de negociación con una posición de mucha más fuerza: sus ganancias en 2024 ascendieron a 1,042 billones de yenes, unos 6.500 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 11,2% respecto a 2023. Mazda, la última nipona de la lista, redujo sus ganancias un 35,1%, hasta los 132,78 millones de yenes (832,6 millones de euros).
Precisamente la situación de Nissan ha golpeado de lleno en la francesa Renault, su principal accionista con el 35,7% de los títulos de la nipona, según información de Bloomberg. La pérdida de valor de las acciones de Nissan, sumado a la desinversión que ha hecho Renault en la nipona como parte de un acuerdo entre ambas para mantener su alianza, ha tenido un efecto negativo en la compañía del rombo de unos 2.000 millones, dejando sus ganancias en unos 752 millones, un 65,8% menos. Sacando estos efectos extraordinarios, las ganancias de Renault hubiesen sido de 2.762 millones, por encima de los 2.281 millones del año anterior.
Entre las norteamericanas, Ford es la que mejor se ha comportado, con un incremento de sus ganancias del 37,2%, hasta los 5.900 millones de dólares (unos 5.697 millones de euros), y un crecimiento de su facturación del 5%, hasta los 179.281 millones de euros. Tesla, el fabricante de coches más valioso del mundo en Bolsa, tuvo un 2024 calamitoso en el que vio esfumarse más de la mitad de sus beneficios, hasta los 7.091 millones de dólares (unos 6.767 millones de euros), mientras que sus ventas han caído un 1%, hasta los 1,789 millones de unidades. General Motors, el otro gigante estadounidense, recortó sus ganancias un 40,7%, hasta los 6.008 millones de dólares (5.823 millones de euros).
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