Ford, Stellantis y Seat inician un 2023 de ajustes de empleo por el coche eléctrico
Almussafes dejará de producir el S-Max y el Galaxy a partir de abril Los nuevos modelos requieren un 30% menos de horas de trabajo
La industria española del automóvil se está electrificando a un ritmo mucho más rápido del que lo están haciendo las ventas en nuestro país. Muestra de ello es que de las plantas españolas salieron más de 110.000 coches eléctricos entre enero y noviembre de este año, lo que supone un incremento del 60% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente. Si bien esto es una buena noticia, ya que la producción de eléctricos asegurará el futuro de las plantas, la implantación del coche eléctrico supondrá un progresivo reajuste de plantilla en el motor, un ajuste que ya comenzará a verse en 2023 en algunas fábricas nacionales.
En el caso de Seat, perteneciente al grupo Volkswagen, la compañía acordó este año con los sindicatos un nuevo convenio colectivo para sus plantas de Martorell (ensamblaje de coches), Barcelona (chapa) y El Prat de Llobregat (Componentes). En él, tanto sindicatos como empresa acordaron un plan de salidas voluntarias para reducir en 1.330 personas la plantilla hasta 2026. El motivo es preparar a la compañía para la llegada de la plataforma de producción de eléctricos Small BEV, que la automovilística implantará en Martorell para producir dos compactos eléctricos a partir de 2026. A cierre de 2021 (no hay dato disponible de 2022), Seat tenía en España un total de 14.590 trabajadores entre producción y oficinas.
La otra planta del grupo alemán en España, la de Volkswagen en Landaben (Navarra), aún tiene vigente su convenio colectivo, el cual termina al final de 2023. Fuentes del sector explicaron a CincoDías que probablemente tras semana santa VW empezará a negociar el nuevo convenio, el cual deberá de abordar el tema de la electrificación de la factoría, lo que puede acarrear un reajuste de empleo similar al pactado en Seat.
La complicada situación en Ford Almussafes
El caso más complicado es el de Ford Almussafes (Valencia), donde trabajan casi 6.000 personas. Si bien el fabricante estadounidense anunció que estudiará ensamblar coches eléctricos allí a partir de la segunda mitad de la década, la planta sufrirá la salida de varios modelos en los próximos meses que le quitarán carga de trabajo. La compañía ya ha confirmado que Almussafes dejará de hacer el S-Max y el Galaxy a partir de abril de 2023, a los que probablemente se sume la Transit Connect (no es oficial aún). Esto dejaría a la fábrica con un único modelo, el Kuga, un coche de éxito para la marca, que supone la mayor carga de trabajo de la factoría valenciana.
A esto hay que sumar el ajuste debido a la futura llegada de modelos eléctricos que, según explicó Martin Sander en un encuentro con periodistas en el que estuvo CincoDías, este tipo de vehículos necesitan entre un 30% y un 50% menos de horas de trabajo. “Ese excedente se puede producir sobre todo en montaje, donde a día de hoy se emplean unas 1.800 personas”, matizó UGT a este periódico, el sindicato mayoritario en esa planta. La compañía tratará este asunto con los sindicatos en 2023.
Otra planta que deberá de negociar un nuevo convenio colectivo el año próximo es la de Stellantis Figueruelas, ya que el actual termina el 31 de diciembre de 2022. La factoría ya ensambla el Corsa eléctrico, al que se sumará este año un segundo modelo eléctrico anunciado en octubre, que probablemente será el Peugeot e-208.
En UGT (también mayoritario en esta fábrica) señalaron que, si bien son conscientes de la menor carga de trabajo que acarrea el vehículo eléctrico, confían en que no se tenga que pactar ninguna reducción de plantilla. “Es cierto que el coche eléctrico supone un 30% menos de horas de trabajo, pero se puede compensar con otros elementos como el taller de baterías que tenemos aquí o la estampación de piezas”, dijo Rubén Alonso, presidente del comité en la planta.
Por su parte, en el grupo Renault, con plantas de ensamblaje, motores y cajas de cambio en Valladolid, Palencia y Sevilla, no se espera ningún ajuste de empleo el próximo año, según indicó el sindicato CC OO. Estas plantas son el centro de la estrategia de producción de coches híbridos del grupo francés y todas tienen convenio vigente.
Situación calma en Mercedes Vitoria
Futuro eléctrico. Al contrario que otras plantas, en Mercedes Vitoria no se teme por ningún ajuste de empleo este año y se espera con tranquilidad la llegada de los 1.200 millones de euros que el grupo alemán invertirá en la factoría para que esta haga una furgoneta eléctrica a partir de 2025.
ERTE en las fábricas españolas. Mercedes y Renault no tienen previsto aplicar ERTE en sus plantas. Seat y Ford ya anunciaron que los prorrogarán hasta mitad de 2023. Stellantis también negociará ERTE para sus plantas, al igual que VW en Navarra.