El 40% de las OPV españolas se frustra por la falta de demanda o la avidez del capital riesgo
La volatilidad ha aplazado las operaciones de Ibercaja y Windar El ‘private equity’ tiene capacidad para pagar más gracias a su liquidez
Cuatro de cada diez salidas a Bolsa de empresas españolas se han visto forzadas a echar el freno en los últimos 10 años. Bien porque no tenían demanda al precio que exigían, bien porque la volatilidad ponía en jaque la operación, bien porque el capital riesgo lanzó ofertas irrenunciables a golpe de talonario. Las últimas que han aplazado sus estrenos son Ibercaja y Windar, después de que el año pasado lo hicieran Opdenergy, Capital Energy y Primafrio. Con todo, el importe colocado en los últimos 10 años mediante estos estrenos roza los 23.000 millones de euros.
Ibercaja se dio de bruces con la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, y frenó en seco su OPV ante la posibilidad de salir con unos accionistas que no eran los deseados: más hedge funds de corto plazo que inversores de largo. Pero lo volverá a intentar en abril o mayo, con la baza de la subida de tipos y la escalada en Bolsa de sus rivales, que llegan al 60%.
En el caso del banco que pilota como consejero delegado Víctor Iglesias, el capital riesgo no se plantea como una alternativa. Pero el elevado poderío de estas firmas –con una liquidez solo entre las españolas de 5.000 millones de euros, el máximo en 14 años– es una opción que las empresas miran con mucha atención. Son los denominados procesos de dual track: quien pague más se queda la empresa. Las operaciones con fondos suelen contar con mejores valoraciones y con un aliciente extra: la empresa se vende al 100%. No quedan restos que haya que ir colocando en el mercado, que pueden bajar de precio si el mercado o la evolución de la empresa no acompañan.
Opdenergy intentó una ampliación de capital por hasta 375 millones, y la paró, al carecer de demanda suficiente; ahora ha cambiado a los coordinadores – Barclays y a Société Générale toman el relevo a Citi, y Santander permanece– y reduce sus expectativas hasta los 300 millones. Primafrio, que se valoraba en hasta 1.700 millones, busca alternativas fuera de la Bolsa. Capital Energy también tiene su estreno guardado en un cajón, tras comprobar que el mercado no estaba dispuesto a valorarla en los más de 2.000 millones que solicitaba.
Estos son los últimos casos, pero desde 2012, de las 51 salidas a Bolsa planteadas, 30 sí han ejecutado con final feliz. Es decir, el 41% se echó atrás por una u otra razón (véase gráfico). Y varias de ellas salieron con serias dificultades, como Metrovacesa, que amplió un día el periodo de prospección de la demanda, como Árima y Ecoener, que rebajaron el importe que solicitaban, o Telepizza, que sufrió el peor estreno de la historia en su regreso a la Bolsa con un hundimiento de casi el 20%. Sin llegar a estos extremos, Acciona Energía salió al precio mínimo y redujo la oferta desde el máximo del 25% al 15%.
Salvo Allfunds, que estableció el precio en la parte alta, las empresas han sido cautas y dejaron las valoraciones en la parte baja de las horquillas.
Desde la CNMV se repite como un mantra la necesidad de facilitar la llegada al mercado de nuevas empresas. Las exigencias de transparencia deben marcarse por el tamaño, no por si cotiza o no, y el proceso de la puesta de largo debe simplificarse. La salida a Bolsa lleva meses, mientras que una operación con un inversor financiero se puede cerrar en tan solo unos días.
A la espera de Mecalux y Tendam
Reestreno. El gestor de soluciones de almacenaje Mecalux salió de la Bolsa española en 2010, tras una opa de la familia Carrillo, su fundadora, y Artá, el brazo de capital riesgo de Banca March. Su valoración entonces se situó en poco más de 500 millones. La compañía, dirigida por Javier Carrillo como consejero delegado, busca salir al mercado a partir de abril con una valoración de más de 2.000 millones, y para ello ha contratado un ejército de bancos. Goldman Sachs, BNP Paribs, Bank of America, Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell pilotarán la operación, como publicó CincoDías el pasado 31 de enero.
Tendam. La firma de moda es otra empresa que se propone volver a cotizar, después de que fuera excluida en 2005 con una valoración de unos 1.400 millones por los fondos CVC, Pai y Permira, aunque este último se fue en 2017. Tras varios intentos de estrenarse en Bolsa en 2018 y 2019, volverá a intentarlo. La evolución de sus negocios, de la mano de su digitalización, es su baza para valorarse en más de 2.000 millones.