Windar aplaza al próximo año su salida a Bolsa debido a las fuertes turbulencias
La banca prefiere esperar para mejorar el precio y asegurar su debut; el estreno estaba previsto para mediados del mes de diciembre
Windar saldrá a Bolsa, el interés de los accionistas es máximo y también de los inversores. Pero no será este año, sino el próximo, bien en la primera ventana, de enero a febrero, bien en la segunda, de abril a junio. El fabricante de torres eólicas, aunque nunca ha hecho oficiales sus planes de estrenarse en el mercado, tenía planeado su debut para mediados de diciembre. No obstante la ventana del mercado se ha cerrado y los accionistas –Grupo Daniel Alonso y Siemens Gamesa– prefieren aguardar las buenas noticias que prepara la empresa, según fuentes conocedoras de la operación. La valoración oscila entre los 800 y los 1.000 millones de euros.
Los coordinadores de la OPV, Bank of America y Morgan Stanley, y el asesor, Rothschild, tenían preparado el que hubiera sido el cuarto debut en la Bolsa española, después de los de Línea Directa, Ecoener y Acciona Energía, como publicó CincoDías el pasado 4 de noviembre. Pero la situación de la renta variable se ha torcido en las últimas semanas, con su epítome el viernes pasado. La compañía esperará unos meses para su puesta de largo como empresa cotizada, pese a que pertenece a un sector en gran medida inmune a los problemas económicos.
Está previsto que Windar firme suculentos contratos en las próximas semanas, con la vista puesta en la parte alta de un rango de precios que todavía no está decidido, pero que llegaría, en el mejor de los casos, a los 1.000 millones si se emplean las ratios más exigentes. Entretanto, la empresa seguirá trabajando con sus asesores para que pueda dar el salto bursátil con éxito en el primer semestre de 2022.
Controlada por la familia Alonso Villarón –a través de Grupo Daniel Alonso tiene un 68% del capital– y por Siemens Gamesa –con el 32% restante–, su negocio está relacionado con las energías renovables, aunque es un espécimen totalmente diferente a Capital Energy u Opedenergy, que finalmente no pudieron debutar este año por problemas de demanda ligados al precio. Estas dos últimas empresas se dedican a realizar instalaciones y producir energía, y Windar fabrica torres eólicas en tierra (onshore) y en el mar (offshore).
El importe de la colocación está por determinar, el mínimo será el 25% de las acciones, como exige la CNMV, si bien este se podrá ampliar en función del apetito de los inversores. Windar se distingue, y mucho, por su balance. La sociedad individual –que consolida en Grupo Daniel Alonso– contaba con una caja neta de 20,6 millones a finales de 2020 y con una línea de crédito de 30 millones de la que a cierre del pasado ejercicio no había dispuesto ni un euro.
Cierto es que en esta sociedad no se incluyen los negocios en el extranjero que mantiene en India, Brasil, México y Rusia, pero, aun sin ellos, su facturación subió en 2020 un 2,8%, hasta los 180,1 millones de euros, y su ebitda se disparó un 36%, hasta los 9,2 millones. Siemens Gamesa, su segundo accionista, es también su primer cliente, al suponer el 51% de las ventas en 2020, las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil de la compañía. Eso sí, en los últimos años ha ido reduciendo sustancialmente su dependencia del fabricante de aerogeneradores, que en 2019 había supuesto el 60,5% de las ventas.
Con sede en Gijón desde su creación en 2007, Windar está centrada en el crecimiento y no reparte dividendos a sus accionistas. En sus últimas cuentas anuales asegura que el Covid-19 no le ha supuesto “impactos significativos en las actividades”, si bien optó por la prudencia y se reforzó con pólizas de crédito blindadas con el escudo del ICO por 14,2 millones de euros. Su liquidez a cierre de 2020 sumaba 43,1 millones de euros y su pasivo, 22,5 millones.
La compañía, que tiene en el punto de mira desde hace meses su debut en el mercado, ejecutó en verano una metamorfosis clave para cotizar, al pasar de sociedad de responsabilidad limitada a sociedad anónima.
Venta de acciones en el mercado secundario
Títulos existentes. Varios bancos españoles participarán en la salida a Bolsa, que será, de entrada, una OPV. Es decir, los actuales socios e impulsores de Windar venderán acciones ya existentes en el mercado, con las que obtendrán notables plusvalías, pero mantendrán el control de la compañía. El fabricante de torres eólicas está bien capitalizado y cuenta con recursos para crecer sin necesidad de ampliar capital, y su estreno en el mercado le abrirá las puertas también de eventuales colocaciones de bonos, en caso de que requiera financiación. Si bien, las fuentes consultadas no descartan que, llegado el momento, se plantee un tramo de acciones nuevas.
Beneficio. Las cuentas de Windar Renovables SA son transparentes. Su ebitda del año pasado fue muy similar al resultado neto, de 9,19 millones.