Ibercaja paraliza la OPV para evitar una rebaja de precio debido a la alta volatilidad
El banco concluyó el 'investor education' la semana pasada y decide no seguir adelante
Ibercaja lleva trabajando en su salida a Bolsa nada menos que desde 2018. Pero, con el Covid de por medio y unos tipos de interés por los suelos, la operación ha ido aplazándose. Este martes 1 de febrero, ha vuelto a hacerlo. Las reuniones de los colocadores con los potenciales inversores (road show) previas a la publicación del folleto, conocidas en el argot como investor education, concluyeron la semana pasada, cuando también se celebró una cumbre del consejo del banco para decidir el rango de precios. Ayer, se celebró otra reunión en la que se decidió el aplazamiento, según ha comunicado a la CNMV, pese a que un portavoz de la entidad ayer por la tarde aseguró a este periódico que el folleto de su OPV vería "la luz a lo largo de los próximos días", y se daba como buenas las fechas de la salida a Bolsa del 10 al 20 de febrero.
Pero al final, sí ha habido problemas de última hora: el perfil de inversores hubiera sido más agresivos, con más hedge funds de corto plazo que fondos con visión a largo plazo, la demanda hubiera sido menor y hubieran exigido descuentos ante la fuerte volatilidad de los mercados. Una valoración semejante a la de Unicaja hubiera arrojado una valoración de 1.300 millones, lejos de los 2.100 esperados. La operación se detiene pese al buen desempeño de sus rivales en Bolsa. CaixaBank sube un 18% en lo que va de año; Sabadell, un 16%, Bankinter, un 15%; BBVA, un 7%; Santander, un 5%, y Unicaja, un 4,8%.
Alta volatilidad
El consejo de administración se reunió el lunes 31 de enero y, según señala la entidad a la CNMV, "a la vista de la alta volatilidad que se está registrando en los mercados de capitales internacionales en los últimos días, derivada de la situación de elevada tensión geopolítica mundial, ha acordado esperar a que los mercados vuelvan a una situación de mayor normalidad antes de continuar con su oferta pública inicial de acciones ordinarias del banco".
Con todo, proseguirá con los preparativos de la operación con la formulación de las cuentas anuales cerradas a 31 de diciembre de 2021, que se va a llevar a cabo en las próximas semanas. Esto le dará tiempo a que la OPV se celebre a partir de abril, o esperar a junio, con las cuentas del primer trimestre o incluso aguardar a finales de año con las cuentas de septiembre. El tamaño de la operación no esmenor. La Fundación Ibercaja cuenta con el 88% de las acciones y su objetivo es quedarse con un 46%.
Las opciones alternativas
Las opciones para que no salga a Bolsa pasan por solicitar una bula al Gobierno –ya se la concedió en 2020 por la pandemia–, que cree un fondo de reserva específico de gran importe, a imagen y semejanza de Kutxabank, por un importe de unos 300 millones. Ya ha sondeado la posibilidad de una desinversión en Ibercaja Vida, pero cuenta con otras palancas para sacar el dinero necesario, entre ellas elevar el dividendo para constituir ese fondo de reserva. Pero el Banco de España también es partidario de que la entidad aragonesa salga a Bolsa.
El buen tono de la banca en lo que va de año al calor del posible cambio de ciclo en la política monetaria, era un sustento clave para que esta OPV saliera bien. Pero los tambores de guerra que se escuchan desde Rusia y Ucrania se han elevado de tono. Las fuentes consultadas señalan que las valoraciones ofrecidas por los inversores, en este contexto, se hubieran acercado más a las de Unicaja, de 0,4 veces el valor el libro, y unos 1.300 millones de euros, que a las de CaixaBank, con 0,64 veces y 2.100 millones.
Morgan Stanley y JPMorgan son los coordinadores globales, en un segundo lugar se sitúan Bank of America y UBS, y el tercer peldaño es para Alantra, KBW y Société Générale. Rothschild es el asesor independiente de Ibercaja Banco, mientras que Linklaters, Uría Menéndez, Gómez-Acebo & Pombo y Davis Polk & Wardwell pilotan los asuntos legales.
A cierre de junio, el valor contable de Ibercaja –la suma del patrimonio neto y de otros resultados globales acumulados– ascendía a unos 3.400 millones. Aplicando la ratio del banco que preside José Ignacio Gorigolzarri, la capitalización superaría, por la mínima, los 2.100 millones, pero con la de Unicaja, la tasación caería hasta poco más de 1.300 millones. Con una intermedia, de 0,5 veces el valor en libros, la valoración rozaría los 1.700 millones de euros.
La valoración más alta en la actualidad que le otorgan los bancos de inversión a Ibercaja está, no obstante, muy lejos de los 4.000 millones de euros en los que se valoró la entidad cuando anunció por primera vez su intención de salir a Bolsa, con motivo del cambio de regulación en las antiguas cajas de ahorros con motivo de la crisis financiera.
La cuenta de resultados de Ibercaja ha ido mejorando en los últimos años, un paso decisivo para a su estreno en el parqué. Cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio de 146 millones de euros, el doble que un año antes. Además, mejoró los objetivos de rentabilidad de su plan estratégico hasta 2023, del 7% al 9%, en parte porque cree que la cartera de activos improductivos será del 4% en comparación con el 5% proyectado antes.
Pese a la mejora de varios de sus indicadores más importantes, el banco encara su salida a Bolsa como la entidad menos eficiente de entre las principales firmas financieras que operan en España, con un ratio del 61%, lo que quiere decir que gasta 61 euros para ingresar 100. Aunque este ´ndice mejorará ligeramente una vez que finalice el ERE que tiene en marcha para cerrar 200 oficinas y la salida de 750 empleados.
Otras paralizaciones
Ibercaja señala en un comunicado que la elevada tensión geopolítica global ha sido determinante también para que otras operaciones similares en Europa igualmente hayan decidido durante los últimos días esperar a una mayor normalización del mercado para culminar sus procesos, como la de la compañía tecnológica holandesa We Transfer o la farmacéutica alemana Cheplapharm.