¿Cómo invertir en verano? Siete expertos opinan sobre la estrategia a seguir este agosto
Hay que comprobar que las carteras estén bien diversificadas y perfiladas para atravesar mejor un mes con poca actividad y propenso a la volatilidad
Pese a su fama, la estadística dice que agosto no es un mes especialmente malo para los mercados. Sin embargo, la bajada del volumen hace que cualquier acontecimiento negativo se magnifique en las Bolsas y aumente la volatilidad. De ahí que los inversores teman especialmente este periodo y, parte de ellos, opten por hacer cambios en sus estrategias para reducir riesgo e intentar evitar sustos. “En cualquier momento del año, pero especialmente en verano, es importante echar un vistazo a nuestras carteras para comprobar que estén diversificadas y evitar sustos si una clase de activo en concreto cae de precio”, considera Javier Puerto Martí, analista de fondos en Caser Asesores Financieros.
Lo cierto es que un asesor financiero o gestor de carteras profesional realiza este trabajo diariamente, revisando nuevas oportunidades y gestionando el riesgo de una manera continua y constante, indica Luis Manuel Donaire, delegado territorial de EFPA España en Extremadura. Sin embargo, a un inversor minorista de largo plazo “no le recomendamos que revise sus carteras más de un par de veces al año, precisamente, para fomentar esa visión y estrategia de largo plazo, y no caer en sesgos conductuales o emociones de corto plazo al escuchar lo que nosotros denominamos ruido de mercado”.
En Renta 4, en cambio, no son muy partidarios de mover las carteras de cara al verano, “ya que pensamos que hay que estar tranquilos con nuestras inversiones en todas las épocas del año. La clave es estar bien perfilado y conocer donde se está invertido”, indica Antonio González, responsable de gestión de activos de Renta 4 Banco. No obstante, recomienda revisar el perfil de inversión como mínimo cada tres años “o ante cambios en nuestra situación económica personal”.
También desde Acacia Inversión, entidad asociada a Aseafi, creen que se debe fijar en el destino (el largo plazo) y tratar de obviar los posibles vaivenes del camino (el corto plazo), de ahí que “no hagamos ajustes tácticos tratando de prever eventos los cuales nos consideramos incapaces de vaticinar, pues la bola de cristal no existe en nuestra profesión. Nuestro enfoque es más bien el contrario, siempre estamos a la espera de que el río se revuelva para sacar la red y aprovechar las oportunidades que se creen”, asegura Miguel Roqueiro, su director de inversiones.
En Tressis especifican que ahora mismo no están realizando grandes modificaciones en la composición de sus carteras. “Estaremos pendientes de lo que suceda en las reuniones de los principales bancos centrales de finales de julio, pero si nada cambia, mantendremos nuestra exposición a renta variable en los niveles neutrales. Nos parece pronto para pensar en un eventual techo de mercado”. En pocas palabras, “optimistas pero cautos a estos niveles y siempre guiándonos por lo que nos indican nuestros modelos e indicadores, tratando de huir de los bandazos que provocan los agoreros y de la euforia desatada en ciertos sectores”, resume Jorge González, su director de análisis de fondos de inversión.
“Tras un primer semestre con fuertes subidas para los índices de renta variable, somos cautos de cara a los próximos meses” apunta el responsable de Renta 4, y en cuanto a la renta fija y las fuertes subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales, “somos optimistas con su comportamiento para los próximos años. Este 2023 hemos ido aumentando su peso en carteras gradualmente, ya que encontramos atractiva la rentabilidad ajustada al riesgo”.
Efectivamente, la renta fija se ha tornado en protagonista estos últimos meses y parece que así va a continuar. Y es que, aunque este tipo de activos siempre ha jugado un papel importante en las carteras de los clientes, sobre todo en las de los más conservadores, explica Sandra Fernández, analista de soluciones de inversión de Atl Capital, “este año por fin volvemos a encontrar rentabilidades atractivas”. De hecho, admite que actualmente crear carteras para los perfiles más conservadores “es mucho más sencillo, y ya hasta los fondos monetarios aportan valor a las carteras, por lo tanto, estamos en un buen momento de mercado para estos perfiles”.
En cuanto al segundo semestre, el director de inversiones de Diaphanum, entidad asociada a Aseafi, cree que, como siempre, para Bolsa y bonos corporativos habrá que estar muy atentos a los beneficios que publiquen las compañías y, sobre todo, a las previsiones que den. “Para este año no se esperan grandes mejoras, ya está metido en precio, pero para el año que viene es necesario crecimiento para justificar las valoraciones”. Además, habrá que prestar atención a la evolución de la guerra en Ucrania “y los posibles avances hacia la paz que, por el momento, no se ven, y el uso de armas nucleares tácticas por Rusia en caso de que le vaya mal; esta posibilidad no está tan metida en los precios”.
Composiciones prudentes de fondos para retomar el curso
Se ha pedido a varios expertos en inversión la cesta de fondos que propondrían para un inversor de perfil de riesgo medio, de cara a los meses que faltan para terminar 2023. Se ha encontrado que en la mayoría de los casos se deja de la mano de la renta fija pura la captación del grueso de rentabilidad.
Es el caso, por ejemplo, de la cartera de Atl Capital, que incluye “renta fija a muy corto plazo o monetarios, que ya ofrecen rentabilidades atractivas, combinándolos con algún fondo mixto, como es el caso del de BGF, y alguno puro de renta variable”, detalla Sandra Fernández, analista de soluciones de inversión de esta entidad.
Hay que destacar también la coincidencia de nombres, pues hasta tres entidades (Renta 4, Atl Capital y Caser Asesores Financieros) incluyen en su cartera el Invesco Euro Corporate Bond, un fondo de inversión que utiliza instrumentos de deuda denominados en euros procedentes de emisores corporativos. O Evli Nordic Corporate Bond, propuesto por Renta 4 y Tressis, cuya cartera se compone principalmente de bonos de compañías escandinavas.
Visión general
La estadística. Desde 2000 la Bolsa ha caído un 39% de los años, con una bajada media del 3,7%, mientras que ha sido alcista un 61% de los ejercicios, con una subida media del 2,5%. Y “los meses más bajistas han sido enero, el 54%, con una caída media del 3,74%, y septiembre, 52%, con una caída media del 5,4%. En consecuencia, agosto se puede considerar un mes más”, concluye Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum.
Volatilidad. La bajada de volumen negociado, lo que suele ocurrir en meses de vacaciones como agosto, provoca un incremento de la volatilidad. Actualmente, la volatilidad se encuentra, si la medimos utilizando el índice Vix (S&P 500), en 15,80 y por el V2X (Euro Stoxx 50), en 17,85, siendo las respectivas medias de los últimos cinco años de 22,80 y 23,22. Por lo tanto, “es más probable que una operación de tamaño medio o grande impacte en el mercado y afecte a las cotizaciones, cosa que no ocurre cuando la liquidez y profundidad (mayor número de órdenes y agentes interviniendo) son mayores”, apunta el delegado territorial de EFPA España en Extremadura, Luis Manuel Donaire.
Resultados empresariales. Para los expertos de Caser Asesores Financieros, las valoraciones en renta variable vuelven a estar muy ajustadas, por lo que se mantienen prudentes de cara al segundo semestre del año. “Vamos a comenzar la temporada de publicación de resultados del segundo trimestre, y la previsión es de una caída del beneficio por acción de en torno al 5%”, recuerda Javier Puerto Martí, analista de fondos de la entidad.
Por mercados. El comportamiento de los mercados este año está siendo francamente bueno. Pero, aunque parece que están viviendo un momento dulce, los datos trimestrales no dan signo de ello en algunas regiones. Por ejemplo, Jorge González, director de análisis de fondos de inversión de Tressis, cita que “los mercados emergentes, el Stoxx 600 europeo y el Dow Jones americano, han terminado el trimestre prácticamente planos. En el otro lado de la balanza encontramos al Nasdaq, que tras avanzar más de un 10% en el trimestre y un 30% en el año, ha recuperado la mayor parte de todo lo perdido el año pasado. También ha sorprendido el buen comportamiento del mercado japonés”.
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