Apuestas de inversión para protegerse ante el riesgo de recesión
Mejor renta variable estadounidense que europea La renta fija empieza a generar buenas oportunidades
El panorama económico está de todo menos tranquilo, con los inversores, además, viendo que en el corto plazo no aparecen las rentabilidades por ningún lado.
Como describe Álvaro Bañón, socio y director de desarrollo de negocio de Haltia Capital, nos encontramos en momentos de incertidumbre histórica. “No sabemos si vamos a luchar contra la inflación o contra una recesión. O quizá contra las dos. Y todo ello en medio de una guerra en Europa que amenaza gravemente el suministro de energía”.
A lo que añade Javier Gazulla, director de estrategias de inversión de DiverInvest Asesoramiento EAF, también miembro de la Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi), que el primer semestre de 2022 ha sido el peor comienzo de año desde 1932, especialmente en la Bolsa americana. “Desde luego ha habido crisis peores, pero la velocidad de caída ha sido paulatina pero imparable. La principal culpable: la dichosa inflación que está aquí para quedarse. Si además tenemos en cuenta que lo que da estabilidad a una cartera es la renta fija, y este semestre ha caído casi tanto como la renta variable, podemos concluir que ha sido un semestre horribilis”.
En ING ven al inversor medio más pesimista que en pandemia o en la crisis de 2008
“Los inversores con perfil de riesgo medio están experimentando más temor y pesimismo respecto al futuro que durante la pandemia o la crisis de 2008. Su instinto y los medios les dicen que lo mejor es no estar en el mercado porque poco bueno puede suceder. La historia, sin embargo, nos dice que los ciclos ocurren, que entenderlos es complejo, que salirse del mercado tiene un coste enorme y que atinar con los tiempos es imposible”, reflexiona Francisco Quintana, director de estrategia de inversión de ING, quien sigue considerando que la cartera que históricamente mejor representa al inversor medio es aquella dedicada en un 60% a Bolsa y el resto a renta fija.
Cambios en la cartera
Ante este escenario, ¿hay que hacer cambios en las carteras para irnos de vacaciones más o menos tranquilos y protegidos ante nuevas caídas en los mercados?
La teoría es que el inversor en fondos es de largo plazo y, si realmente está bien perfilado, no debería temer movimientos puntuales. “Yo no diría que haya que tomar ninguna medida especial, sino revisar, verdaderamente importante ante cualquier momento o coyuntura: estar seguros de que el perfil de riesgo de nuestra cartera está alineado con nuestros objetivos y horizonte temporal”, recuerda Guillermo Domínguez Torres, delegado territorial de EFPA España en Castilla y León.
“Con eso no deberíamos estar preocupados con el corto plazo, ni en verano ni en ningún momento, sino dejar que sean nuestros gestores los que estén ocupados con ello”, apostilla.
Una adecuada diversificación es la principal recomendación de Arquia Gestión
“Afortunadamente, el inversor en fondos ya goza de la tranquilidad de saber que su ahorro está gestionado de forma profesional, lo que le permite cierta serenidad de cara al periodo estival”, destaca José Luis Manrique, director de estudios del Observatorio Inverco, quien, además, recuerda que “hay un servicio de inversión muy útil y que nos aporta absoluta tranquilidad en momentos en los que no podemos estar tan pendientes de nuestras inversiones: la gestión discrecional de carteras”. Mediante este servicio, el cliente delega en la entidad la gestión de su ahorro, y es esta la que toma las decisiones de inversión por cuenta del cliente.
Una adecuada diversificación de la cartera que sea capaz de absorber posibles impactos negativos, especialmente visible en los meses de verano cuando la liquidez del mercado es bastante reducida, es uno de los principales consejos de Isabel Sánchez Burgos, gestora de carteras de Arquia Gestión. Adicionalmente, “nuestra recomendación es seguir invirtiendo en negocios de calidad y especialmente en aquellos que son centenarios, ya que han demostrado a lo largo de la historia una adaptación a situaciones por muy complicadas que hayan sido”.
Previsiones
Recesión. Según la encuesta de mitad de año elaborada por Natixis Investment Managers a 34 de sus estrategas de mercado, gestores de carteras, analistas y economistas, casi una cuarta parte (24%) cree que una recesión es inevitable en la segunda mitad de 2022, mientras que el 64% reconoce que es una clara posibilidad. Nueve de cada diez opinan que la política de los bancos centrales será el principal factor que dirigirá el rumbo de los mercados.
Crecimiento. El 72% de los gestores europeos de fondos espera un menor crecimiento global en los próximos 12 meses. Así lo revela la encuesta a gestores europeos de fondos, realizada mensualmente por Bank of America.
Si hablamos de mercados, esta experta prefiere la región norteamericana, “mucho menos sensible a sectores cíclicos, y con una economía mucho más sólida e independiente de los problemas energéticos de Europa, combinado con una mayor seguridad por estar invertidos en una moneda defensiva como el dólar”, resalta.
No obstante, Gonzalo García Valero, responsable de asesoramiento de Caser Asesores Financieros, recuerda que nunca se está exento de riesgos y a cada uno hay que darle una probabilidad de ocurrencia. Desde su punto de vista, los principales son que la situación en Ucrania se recrudezca, un posible conflicto entre China y Taiwán, cortes de gas con Rusia, la sustitución de Boris Johnson como primer ministro y consecuentes riesgos con la gestión del Brexit, la inestabilidad política en Italia, una pasada de frenada de los bancos centrales a la hora de subir tipos, con negativas consecuencias para la economía, o una subida fuerte de la incidencia del Covid en China y los consiguientes posibles confinamientos masivos.
Propuestas de fondos
Ante las incertidumbres que caracterizan las próximas semanas, tres expertos nos recomiendan sus carteras de fondos ideales para inversores moderados (ver gráfico).
En el caso de Arquia Gestión, aconsejan una cartera donde el riesgo esté controlado, con una exposición a renta variable que rondaría el 40%. “Creemos que en Bolsa podemos ver aún alguna corrección, pero en renta fija se empiezan a generar importantes oportunidades, que los fondos irán recogiendo”, considera Isabel Sánchez Burgos.
Además, “mantendríamos un 10% en monetario para, por un lado, proteger la cartera, y por otro, contar con munición de cara a entrar en mercado más adelante. En renta variable apostamos claramente por la calidad y por un sesgo defensivo de cara a los próximos meses, incluyendo fondos que apuestan por la rentabilidad por dividendo. La cartera se completaría con algunos mixtos defensivos y moderados y por un fondo de retorno absoluto cuyo papel es protegernos en las caídas”.
La cartera de Caser Asesores Financieros “incorpora una duración más alta, ya que creemos que gran parte de los movimientos de tipos ya están recogidos en los precios actuales de los bonos. Por otra parte, nos parece una buena oportunidad para el crédito”, explica Gonzalo García Valero.
En cuanto a la renta variable, en Caser Asesores Financieros creen que las compañías de calidad cotizan ahora con precios mucho más atractivos, y “pensamos que la renta variable americana ofrece más potencial que la europea en estos momentos”.
Por su parte, en MyInvestor abogan por una cartera de fondos indexados compuesta en un 60% por renta variable y en un 40% por renta fija. El portafolio tiene unos ingresos recurrentes (mediante dividendos y cupones) de más del 2% anual, y un carácter ligeramente más defensivo que el índice de su categoría Morningstar, es decir, mixtos flexibles en euros.
Para no ahogarse en la segunda mitad del año
La inflación ya es la protagonista del año, tanto la americana, “que previsiblemente será combatida eficazmente con las subidas de tipos de interés”, opina Álvaro Bañón, socio y director de desarrollo de negocio de Haltia Capital, como la europea, “que tiene un componente de subida de materias primas y energía que va a hacer que sea difícilmente controlada por la política monetaria”.
Pero aunque en Europa se prevé una vuelta del verano convulsa, para Javier Gazulla, director de estrategias de inversión de DiverInvest Asesoramiento EAF, “no es buen momento para vender”. Cree que lo peor ha pasado ya en EE UU y, por tanto, “sería recomendable, manteniendo el porcentaje total de Bolsa, elevar la asignación de activos en América. La Fed podrá combatir la inflación mucho mejor que el resto de bancos centrales”.
“Si se produce una recesión convencional, es decir, con caída de inflación, la tarea de invertir se hace mucho más sencilla”, asegura Francisco Quintana, director de estrategia de inversión de ING. Según su análisis, en ese contexto la segunda mitad del año sería un buen momento para invertir en bonos, “porque los que están ahora en el mercado serían los de mayor rendimiento en mucho tiempo”, y un mal momento para invertir en Bolsa, “porque los precios de las empresas aún deberían ajustarse para incorporar las malas noticias”. Una estrategia que, sin embargo, no serviría “tanto en un escenario en el que la inflación siga elevada a pesar de la recesión o en el que la guerra de Ucrania llegara a su fin y las expectativas mejoraran”.
Para Ignasi Viladesau, director de inversiones de MyInvestor, tiene sentido de cara a la segunda mitad del año hacer cambios. Si se ha tenido una sobreponderación al dólar americano que ha ayudado a la cartera, tomando beneficios, y, por otro lado, aumentar ligeramente la exposición a renta fija de alta calidad, “dado que el balance entre ingresos recurrentes y posibles pérdidas –si los bancos centrales son más duros de lo esperado– está ya bastante equilibrado. Además, con los tipos de interés actuales, la renta fija ya puede empezar a ayudar a diversificar, en caso que se materialice una fuerte desaceleración económica”.