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El lento avance de Europa en minerales críticos mientras EE UU y China marcan el ritmo

La UE lanza un reglamento para impulsar el acceso a las tierras raras. España, enfrascada en la burocracia, tarda más de diez años en abrir una nueva mina

Imágenes de la mina de Riotinto, en Huelva.
Daniel Alonso Viña

Unos días antes de volver a la Casa Blanca como nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump dijo: “Necesitamos Groenlandia por razones de seguridad nacional”. Su interés no es casual: la isla danesa tiene abundantes reservas de minerales clave para la construcción de casi cualquier aparato tecnológico. En el gran tablero global de los minerales críticos, China tiene la mayor ventaja –controla más del 90% de su producción–, EE UU lucha contra viento y marea para conseguir algo de autonomía estratégica, y Europa hace lo que puede.

Luis Rodríguez Camino, miembro del comité ejecutivo de Euromines (la Asociación Europea de Industrias Mineras), cree que se avecina una década muy interesante para el sector. “Los recursos minerales están de nuevo en primera línea de fuego”, afirmó Rodríguez durante la conferencia La minería en el siglo XXI, organizada el mes pasado por Enerclub. “No basta con ser locales, tenemos que actuar como europeos”, insistió al principio de la conferencia. El reto es conseguir independencia en un contexto en el que la mayoría de las reservas de tierras raras están en China.

Pero algo se puede hacer. La Unión Europea ha sacado adelante en enero el reglamento CRMA, la Ley de materias primas críticas (Critical Raw Materials Act en inglés), cuyo fin es impulsar el desarrollo de la industria minera regional para mejorar la autonomía estratégica frente a terceros países. Tiene objetivos con fechas redondas y porcentajes sencillos. Para 2030, el 10% de la demanda anual de minerales críticos debe salir de las profundidades de la UE. Entre otras metas, la región no podrá importar más del 65% de un mineral de un solo país para ese mismo año.

Hay litio en Cáceres, cobre en Andalucía...y es el único país europeo productor de estroncio

“En los últimos 30 años, Europa ha externalizado sus necesidades de minería a otras regiones del mundo, y ha dejado de buscar los recursos que tenía aquí mismo”, se queja Rodríguez. “La CRMA es un paso adelante, es una cosa más positiva que negativa, y como mínimo ha puesto sobre la mesa la necesidad de buscar minerales críticos. Ahora tenemos una oportunidad de recuperar la minería”, opina. Hasta ahora, la UE daba por sentado que seguirían llegando con la misma regularidad de siempre.

Yacimientos por explotar

“La diversidad y la complejidad geológica que tenemos como país es tremenda”, defiende Iván Martín Méndez, geólogo del Instituto Geológico y Minero de España. La Península Ibérica es rica en minerales críticos, pero están sin explotar. España tiene litio en Cáceres, tierras raras en Ciudad Real, cobre en Andalucía y Galicia o níquel en Extremadura, y además es el único productor de estroncio en Europa. Andalucía alberga 17 de los 30 minerales que necesita la región. Sin embargo, sacar provecho de esta ventaja competitiva es una de las tareas más difíciles a las que se ha enfrentado el sector. Por razones sociales (el rechazo de la población), burocráticas (se tarda más de 10 años en abrir una mina) y puramente económicas (falta de financiación).

“No tengo muy claro por qué todos los proyectos mineros generan rechazo. La gente ve un aerogenerador, pero no piensa en la cantidad de tierras raras necesarias para fabricarlo”, se lamenta Méndez. Para llevar a cabo la transición ecológica que exige la sociedad, hace falta construir tecnología (placas solares, baterías, coches eléctricos) que requiere de una cantidad ingente de minerales críticos que solo son capaces de conseguir otros países. “Hay en muchas partes de Europa, pero hay que buscarlos y extraerlos”, dice, y eso puede llevar mucho tiempo. La intención, asegura Méndez, es mejorar la legislación y la regulación de estos procesos para que sean seguros, pero más sencillos.

Vista de la mina de Río Tinto.


Cesar Luaces Frades, secretario general de Cominroc (Confederación Nacional de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales), tiene una opinión tajante al respecto de la minería en Europa, en España, y del papel que Trump va a tener en el desarrollo de la misma: “La Administración Trump va a poner una presión enorme en el sector, y Europa, con un reglamento y cuatro normas, no va a llegar a tiempo. Si España pierde este tren, no lo recuperará jamás, y Europa igual, y el problema es que pienso que estamos haciendo todo lo posible por perderlo”.

Proyectos en marcha

España avanza en la exploración y gestión de sus recursos minerales a través de diversos proyectos de investigación impulsados por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) y otras entidades científicas y empresariales. Start busca mejorar la sostenibilidad en la extracción, mientras que Screen evalúa el potencial de reciclaje de estos materiales, cuenta Iván Martín Méndez, geólogo del IGME. 

También están CRMMA-Planageo, Mince, Mpmin y Pominal, que buscan cartografiar los yacimientos nacionales, mejorar la sostenibilidad de la minería y reducir la dependencia de las importaciones para conseguir los objetivos de la norma Critical Raw Materials Act (CRMA). 



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