EE UU es el mayor perdedor de los aranceles de Trump a los metales
El gravamen presidencial del 25% a las importaciones de acero y aluminio pretende mantener alejada a China
![U.S. Steel](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AXJ27BQPCFFCPC2TM36EC66E4I.jpg?auth=00e746200b2440cb7fc5cf2ce95e5076212b3dd77b5da18c923cf9c258b5aed2&width=414)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que las guerras comerciales son fáciles de ganar. Si es así, sus aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio deberían tener a grandes productores extranjeros como Rio Tinto pidiendo clemencia. Sin embargo, los accionistas de esta minera de 107.000 millones de dólares y de rivales como BHP ya se han encogido de hombros. Puede que sean demasiado optimistas o que piensen que los gravámenes, que entrarán en vigor el mes que viene, no se impondrán. Pero también podría deberse a que los aranceles perjudicarían más a Estados Unidos.
Estos aranceles universales afectarían por igual a los principales países exportadores, como Canadá y México, y a otras empresas mineras. Eso significa que ninguno tendría de repente ventaja para hacerse con un trozo mayor del pastel. Esto puede cambiar: Trump ha indicado que podría conceder una exención a Australia. Pero es la fuente de solo el 1,5% de las importaciones de aluminio de EE.UU. y una cantidad igualmente mínima de acero.
En cualquier caso, Estados Unidos soportará la mayor parte del dolor. Depende de Canadá para cerca de una cuarta parte de sus importaciones de acero y alrededor del 60% de las de aluminio. El único país con capacidad para intervenir sería China, principal productor.
Pero una de las razones aducidas para imponer los aranceles es reducir el dominio de la República Popular, aunque esto sea exagerado. El año pasado exportó 110 millones de toneladas, el doble que en 2020. Pero sólo una pequeña parte llegó directamente a Estados Unidos. Algunas llegaron indirectamente, pero la gran mayoría se dirigió a países que lo utilizan internamente, según declaró a Breakingviews un alto cargo del sector.
Además, otra de las razones de los gravámenes es apoyar a los productores estadounidenses. Con la industria funcionando a un 75% de su capacidad, los fabricantes de acero podrían aumentar la producción. Pero el breve repunte de las acciones de empresas como Cleveland-Cliffs sugiere que los inversores se muestran escépticos.
El panorama es aún más sombrío en el caso del aluminio: los operadores nacionales suministran unas 650.000 toneladas, mientras que las importaciones son casi diez veces superiores. Construir más fundiciones sería costoso, llevaría cinco años o más y requeriría un grado de certidumbre sobre los beneficios a largo plazo que la volátil política comercial de Trump no puede proporcionar. Es probablemente la razón por la que las acciones de Alcoa han retrocedido.
Eso significa que el principal impacto de los aranceles sería hacer que Estados Unidos pague más por su dependencia de los mismos proveedores extranjeros. Eso haría subir los precios para todos los que compran productos finales, desde papel de aluminio a cubiertos, pasando por turbinas eólicas o automóviles. Como principales consumidores, los estadounidenses serían los grandes perdedores.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.