_
_
_
_

Buenas, bonitas y caras: empresas de calidad objeto de deseo de los inversores

Los gestores de fondos cada vez le dan menos importancia a encontrar gangas y buscan invertir en compañías estables y con posición de liderazgo

NEW YORK, NEW YORK - FEBRUARY 10: Traders work the floor of the New York Stock Exchange (NYSE) during morning trading on February 10, 2023 in New York City. The stock market opened low this morning continuing a week of losses by Dow Jones, Nasdaq and the S & P 500 which is heading to its worst week in almost two months.  (Photo by Michael M. Santiago/Getty Images)
NEW YORK, NEW YORK - FEBRUARY 10: Traders work the floor of the New York Stock Exchange (NYSE) during morning trading on February 10, 2023 in New York City. The stock market opened low this morning continuing a week of losses by Dow Jones, Nasdaq and the S & P 500 which is heading to its worst week in almost two months. (Photo by Michael M. Santiago/Getty Images)Michael M Santiago/GettyImages (Getty Images)
Miguel Moreno Mendieta

El dilema es tan antiguo como la historia de la inversión. ¿Es mejor comprar acciones normales tiradas de precio o invertir en compañías excepcionales aunque parezcan caras? Durante décadas la balanza se inclinó hacia las primeras. El legendario Warren Buffett construyó las bases de su imperio comprando gangas que luego multiplicaban por 10 su precio de cotización, en una filosofía denominada “inversión en valor”. Sin embargo, el largo periodo de bajos tipos de interés cuestionó las bases de esta teoría, que quedó rezagada, y encumbró a cambio el estilo de “inversión en calidad”, que ha acabado siendo el que mejor resultado ha dado en la última década.

¿Cuáles son las características de las empresas con perfil de calidad? Las métricas que más se tienen en cuenta son: generación de ingresos muy estable, bajo endeudamiento, márgenes amplios, capacidad de fijación de precios... a veces también se valora mucho que tengan marcas muy potentes o que operen en oligopolios. ¿Y en qué industrias? A menudo hay compañías vinculadas al sector de la salud, el del lujo, las firmas industriales muy potentes, o compañías tecnológicas ya consolidadas... Todas ellas, muy inmunizadas a los vaivenes de la economía y de la política.

Uno de los últimos referentes en saltar de lleno a la filosofía del quality investment ha sido Jeremy Grantham, un famoso gestor de fondos británico, de 85 años. Este experto, fundador de GMO Asset Management (120.000 millones de dólares bajo gestión) acaba de registrar un fondo cotizado que invertirá en este tipo de compañías. En su caso, se fijará en aquellas empresas que “ofrezcan un alto nivel de rentabilidad sobre inversiones pasadas y que utilicen los flujos de caja que generan para realizar inversiones con potencial de alto rendimiento del capital o para devolver efectivo a los accionistas mediante dividendos o recompra de acciones”.

El buen momento de la inversión calidad se puede apreciar en la Bolsa de Estados Unidos. En los últimos cinco años, el índice que sintetiza la evolución de este tipo de cotizadas registró una revalorización del 96%, mientras que el que sigue a las empresas predilectas del value investing subió solo un 73%. En el largo plazo, diversos estudios apuntan a que la apuesta por el perfil de calidad aporta, de media, un 5% extra respecto a la evolución del mercado.

Terry Smith es el gestor de fondos más famoso de Reino Unido, y uno de los máximos referentes en la filosofía de inversión en calidad. En una reciente entrevista con CincoDías, explicaba que él prefiere tener en cartera solo un puñado de compañías, pero sabiendo que tienen un potencial muy favorable para el largo plazo. “Nosotros tratamos de comprar buenas compañías a buen precio, pero esto último es secundario. Lo importante es encontrar acciones que podamos mantener en el fondo durante muchísimos años”, relata por videollamada, desde su retiro dorado en Isla Mauricio.

Las compañías que Terry Smith tiene en cartera tampoco son exóticas perlas localizadas en Asia, sino más bien gigantes consolidados que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Microsoft, L’Oreal, LVMH (la matriz de Louis Vuitton), Philip Morris (dueña de los cigarrillos Marlboro, L&M, Chesterfield...). También ha sabido incorporar a algunos nuevos jugadores, como Meta (matriz de Facebook, Instagram y Whastapp, y que cotiza desde hace 12 años). “Lo importante es que tengo claro que, aunque yo me muera mañana, Microsoft va a seguir existiendo durante muchísimo tiempo”, resumía Smith.

La compañía fundada por Bill Gates es un buen ejemplo de empresa de máxima calidad. Su nivel de deuda es bajísimo, tiene presencia en todo el mundo, ha construido un foso alrededor de su negocio difícilmente infranqueable (el 28% de los ordenadores utiliza su sistema operativo), en 2023 generó un flujo libre de caja de casi 30.000 millones de dólares y, para colmo, se ha posicionado muy bien en la tendencia de la inteligencia artificial con la inversión en OpenAI (la firma desarrolladora de ChatGPT, el algoritmo más famoso).

También LVHM es otra de las compañías que se repite con mucha frecuencia en las carteras de los gestores de calidad. “Es una compañía muy bien gestionada, que opera en un sector muy resistente como es el del lujo, con márgenes muy grandes, y es dueña de marcas muy consolidadas”, explica un gestor español. El grupo controla en el mundo de la moda Louis Vuitton, Givenchy, Kenzo, Marc Jacobs; el fabricante de champán Moët Chandon; y las empresas de joyas Tiffany & Co, Bvlgari y Hublot.

Aunque casi siempre que se habla del estilo de inversión en valor se menciona a Warren Buffett, lo cierto es que también el Óraculo de Omaha ha ido virando su estrategia hacia compañías de calidad. Uno de los máximos especialistas en España en su figura es Pablo Martínez, responsable de Amiral Gestión en nuestro país. “Buffett, por la influencia de su mano derecha, Charlie Munger, se dio cuenta de que es mejor encontrar compañías de calidad, que sean capaces de reinvertir muy bien sus beneficios, antes que andar buscando gangas”.

Uno de los casos paradigmáticos es el de See’s Candies, una empresa de bombones y dulces. Buffett la compró por 25 millones de dólares en 1972 y, manteniéndola en cartera durante 52 años ha logrado cobrar dividendos por valor de 1.000 millones. Mucho más reciente es la apuesta por Apple, que le ha reportado unos 150.000 millones de dólares en tan solo seis años, una de las mejores jugadas bursátiles de la historia.

De las pizzas a las figuritas de Warhammer

La firma Amiral también tiene su propio fondo con este enfoque, el Sextant Quality Focus, que lleva una revalorización del 24% en lo que va de año. Su gestor, Vincent Mercadier, explica que en su caso, le han aplicado una evolución al estilo de gestión en calidad. “Nosotros hemos visto que somos capaces de generar un plus de rentabilidad cambiando con frecuencia el peso que tiene cada uno de nuestros valores en cartera, con una rotación que supera el 200% anual. Así aprovechamos las oscilaciones que va teniendo cualquier compañía en Bolsa”.

En este vehículo, las principales posiciones en cartera son grandes firmas de tecnología de Estados Unidos, como Meta y Alphabet (matriz de Google), además de empresas de lujo -como la suiza Richmont, dueños de Cartier-, y apuestas muy específicas como la filial británica de Domino’s Pizza o Games Workshop (fabricante de figuritas para jugar a Warhammer). Esta última “tiene una comunidad de seguidores muy fiel, y a penas tiene competencia; además, ha cerrado acuerdos para que algunas de sus licencias sean convertidas en series”, explica Mercadier. Y es que la calidad se puede encontrar en muchos sitios. Desde los soleados valles de California hasta las orillas del lago Leman, en Ginebra.

Un restaurante de Domino's Pizza.
Un restaurante de Domino's Pizza.Lucy Nicholson (REUTERS)

Otro aspecto que siempre se menciona al describir a este tipo de compañías es la excelencia en la gestión. Buscar compañías cuyos máximos directivos hayan acreditado una trayectoria brillante. También se suele valorar que haya un núcleo familiar en su accionariado, que garantice que las inversiones se hacen con vocación de largo plazo. “Nosotros es un aspecto en el que nos fijamos muchísimo”, reconoce Beltrán de la Lastra, presidente de la gestora Panza Capital, que administra activos por valor de 200 millones de euros.

Una de las últimas incorporaciones de la firma es Dassault Aviation y Thales, dos empresas francesas vinculadas al sector de la defensa y en las que la familia Dassault tiene un peso específico. “Son compañías con muy buena gobernanza y con gran prudencia financiera y contable. Allí, todo lo que sale de fábrica tiene que estar pagado hasta el último céntimo”, subraya De la Lastra. Su voluntad es que estas inversiones “permanezcan en nuestros fondos durante más de una década”.

La otra compañía que tienen en cartera en la que el peso de los directivos es muy importante es Babcock, que tiene contratos de mantenimiento de submarinos nucleares y fragatas con el Ejército de Reino Unido. “El tándem David Lockwood [consejero delegado] y David Mellors [director financiero] ha demostrado que tiene una capacidad descomunal para sanear y poner en valor una compañía”, relata el gestor de Panza Capital.

Tomás Maraver es una de las estrellas emergentes de la inversión en España. Hace tres años lanzó Nartex Equity Fund, un vehículo basado en la filosofía de inversión en calidad. “Es la estrategia que mejor funciona desde el punto de vista histórico”, explica el gestor. “A 10 años, se puede acabar ganando un 40% más que con otras estrategias. Una de sus fortalezas es que en los momentos de caídas bursátiles el ‘quality’ cae mucho menos que los índices”.

El proyecto Nartex no es el único. La gestora Anta Asset Management, empezó a operar esta misma semana, con tres fondos que se basan específicamente en la calidad de los activos. Federico Battaner, director de inversiones, explica que se fijan “en los ratios de rentabilidad del capital, de endeudamiento, analizan las ventajas competitivas, como el efecto red, la marca, las licencias y patentes... también en el flujo libre de caja...”.

Al igual que pasó con la moda de la inversión en valor, ya empiezan a surgir las voces críticas. “Cualquiera que invierte se fija en la calidad de la compañía, y cualquiera quiere comprar a buen precio”, se queja un gestor. Mientras, los fondos con apellido quality se han convertido en la estrella del momento.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

_

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_