La tecnología ayuda a conjugar el futuro perfecto de los hospitales: humanización y eficiencia
La IA mejorará los diagnósticos y los tratamientos mientras que la robótica quirúrgica impulsará una cirugía menos invasiva. La telemedicina favorecerá la atención desde casa


La hiperdigitalización y la hipertecnologización de los hospitales del futuro, con la robotización y la inteligencia artificial (IA) a la cabeza, no ha de venir a sustituir al ser humano, todo lo contrario, debe situarlo en el centro, defiende Ángela Alonso, intensivista del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid) y miembro de la Cátedra de Humanización de la Asistencia Sanitaria de VIU (Universidad Internacional de Valencia), Fundación Asisa y Proyecto HUCI (Humanizando los Cuidados Intensivos).
Por muy paradójico que pueda sonar. Quizás se vean robots por los pasillos, sin duda, en los quirófanos (de hecho, ya están). Y desde luego habrá chatbots con IA y un sofisticado lenguaje natural, capaces de dar citas, responder dudas o reclamaciones, acompañar en el tratamiento e incluso traducir un complejo informe médico. Pero su lugar de trabajo será la tramoya: gestión en la nube, ciberseguridad, interoperabilidad de los datos con las historias clínicas, realidad extendida como recurso formativo para estudiantes y profesionales.
Desde allí, la tecnología facilitará diagnósticos más personalizados y menos invasivos. “En ciertos casos, es posible que se reduzca el número de pruebas debido a las mejoras técnicas y a los avances en el proceso diagnóstico, pero, de forma general, es imposible afirmarlo; sí es presumible que los diagnósticos sean más precisos y tempranos”, aporta María Tormo, directora de la red de cátedras de la Fundación Asisa.
Si se escucha a los internistas, todos los hospitales apostarán por las ecografías multiórgano, especialmente útiles en la detección temprana de patologías en pulmón, corazón, abdomen o sarcopenia, resalta la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Si se atiende a los cardiólogos, la IA y su capacidad de analizar grandes conjuntos de datos serán aliados en la prevención, diagnóstico, tratamiento y control de la enfermedad, según concluyó la tercera edición del evento Metacardio de Daiichi Sankyo España en tiempo real.
En 2024, el Hospital Universitario Karolinska (Suecia) fue el primero de Europa en operar con un nuevo robot quirúrgico de puerto único –un único brazo–, que requiere realizar una sola incisión, o incluso utilizar un orificio natural del cuerpo. Es el Da Vinci SP, que en marzo de este año aterrizaba en la red sanitaria pública española de la mano del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
La cirugía robótica, menos invasiva, ganará peso en los quirófanos, y, por esta línea, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz se ha dotado de dos quirófanos híbridos y de dos robots quirúrgicos, Da Vinci Xi. “Nuestra estrategia, desde hace ya más de una década, ha sido introducir cambios en la forma de prestar servicios sanitarios y de relacionarnos con nuestros pacientes basándonos en la herramientas digitales”, asegura su gerente, Javier Arcos.
La Fundación Jiménez Díaz tiene en marcha un circuito de urgencia digital que canaliza una respuesta más ágil a los enfermos crónicos que acuden a urgencias, posibilitándoles, desde allí mismo, mantener una videollamada con su especialista. Más una plataforma de vigilancia de la infección relacionada con la atención sanitaria, merced a la automatización y el análisis de datos en tiempo real.
Instalaciones amables
El Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, inaugurado en 2020 y buque insignia de la transformación tecnológica en la que Castilla-La Mancha lleva embarcada desde 2015, atesora aparatología de vanguardia en oncología radioterápica y en medicina nuclear; automatización y robotización de los laboratorios y la farmacia; pilotos de soluciones basadas en IA para el cribado del cáncer de mama o el electrocardiograma, para la detección de arritmias causantes de algunos casos de ictus. Su directora gerente, Sagrario de la Azuela, dice que “avanzamos hacia un modelo de salud de precisión, genómica y digital”.
Insistimos, esa es la tramoya. El centro del escenario, con todos los focos apuntando, lo ocupará el paciente, ingresado en unas instalaciones amables y confortables, en las que los acompañantes serán bienvenidos, según el esbozo que hace Alonso. Este hospital (ideal) del futuro contará con espacios donde se desarrollen actividades comunitarias domo lectura, manualidades, jardinería, musicoterapia o gimnasia, que combinen entretenimiento, rehabilitación física y cognitiva, y terapia ocupacional.
“Evitamos la inmovilidad promoviendo la movilización y fisioterapia temprana, minimizando la pérdida de fuerza y de autonomía”, describe la experta. La planta de pediatría favorecerá los espacios de juegos, naturaleza y escuela, con la participación de padres y hermanos. En la UCI también habrá espacio en los boxes para la familia.
Las habitaciones serán individuales, con luz natural, entretenimiento –música, televisión– y, ya puestos, algo de jardín o zonas verdes. La cama o una lamparita pueden convertirse en receptores de los datos de salud del paciente –si ha dormido bien, si tiene problemas de movilidad o si se encuentra decaído anímicamente– por obra y gracia de internet de las cosas (IoT), una de las grandes tendencias en tecnologías de la salud identificadas por el grupo Top Doctors en este 2025.
La transformación avanza, pero con velocidades desiguales por la escasa inversión, según LLYC
Otra son los gemelos digitales, que simulan y recrean el cuerpo humano u órganos y sistemas concretos, para ver cómo responderían a un tratamiento o intervención. Y una más, la telemedicina, que evita desplazamientos innecesarios y, bien utilizada, ayuda a que tengamos que ir menos al hospital sin pérdida de la calidad asistencial, descongestionando las listas de espera y las consultas del especialista, y dando servicio a zonas con desiertos médicos.
Asistir a los pacientes desde su domicilio requiere de tecnologías de seguimiento y desempeño médico, y de gestión, observan Jordi Cusido, research and innovation manager de Top Doctors Group, y Teo Sardá, CEO de Top Health (empresa del grupo). “No es que el hospital vaya a aparecer en el salón, pero sí que muchos de sus servicios empiezan a estar al alcance desde casa”, matiza Pedro Soriano, director del Máster en Salud Digital de la Universidad Europea de Madrid.
Consultas por videollamada, chats con sanitarios, envío de imágenes para diagnósticos –por ejemplo, teledermatología–, sesiones de rehabilitación a distancia, incluso sistemas de monitorización remota con los que el profesional hace un seguimiento en tiempo real, gracias a tensiómetros o glucómetros caseros. Algo especialmente útil para enfermos crónicos, que necesitan un control frecuente pero no siempre presencial, o para quienes viven en entornos rurales o tienen dificultades para moverse.
“Los hospitales españoles están evolucionando en transformación tecnológica, aunque con velocidades desiguales”, reconoce Carlos Parry, director sénior de healthcare en LLYC. A su juicio, la renovación tecnológica es un elemento clave, y por eso valora el Plan Inveat (inversión en equipos de alta tecnología), dotado con 796 millones de euros entre 2021 y 2023, que ha supuesto “un impulso relevante en la adquisición de tecnología puntera, aunque aún insuficiente para alcanzar los estándares de otros países europeos”.
Parry recuerda que España sigue rezagada en inversión sanitaria. “En 2024, el gasto sanitario público se situó en el 7,2% del PIB, frente al 8,9% de media en la eurozona, lo que limita la velocidad de digitalización del sistema”, advierte.
Sobre la firma
