Recasens (Renault), único candidato a presidir la patronal de fabricantes de coches tras el portazo de Griffiths
Anfac celebrará su asamblea general el 19 de julio para elegir un nuevo líder. La renuncia a presentarse de otros fabricantes como Ford, Stellantis o Iveco dejan vía libre al directivo de la compañía francesa
Todo apunta a que Renault volverá a presidir la patronal española de fabricantes de coches, Anfac, apenas dos años y medio después de que José Vicente de los Mozos, entonces miembro del comité ejecutivo mundial de Renault, dejase el cargo. En su lugar, en enero de 2022, asumió la responsabilidad Wayne Griffiths, consejero delegado de Seat y Cupra, quien a mitad de este junio dijo sorpresivamente adiós por la supuesta falta de apoyo del Gobierno al coche eléctrico. Desde entonces, el director general de Anfac, José López-Tafall, comenzó una ronda de contactos con todos los miembros de la asociación con posibilidades de presidir. Una vez finalizada, el único que se perfila para tomar las riendas de la patronal es Josep Maria Recasens, que además de dirigir Renault España, tiene un importante cargo en la compañía a nivel mundial como director de estrategia y desarrollo de negocio del grupo francés.
“Es el único candidato, no hay otro”, es la respuesta que ha recibido este periódico de varias fuentes conocedoras de este asunto, del que tanto Anfac como Renault evitan hacer comentarios. Desde el mismo momento en que dimitió Griffiths, el pasado 13 de junio, empezó a sonar con fuerza el nombre de Recasens en los pasillos de Anfac, aunque con el correr de los días surgieron rumores sobre otros posibles candidatos a ocupar el sillón del motor. Lo cierto es que ninguno de esos nombres se terminó de asentar y todo apunta a que finalmente Recasens será el elegido el próximo viernes en la asamblea general de Anfac.
Además de Recasens y el propio Griffiths, que se mantiene como presidente interino, cualquiera de los otros 12 miembros (todos ellos hombres) de la junta de Anfac pueden presentarse a las elecciones, según los estatutos de la patronal. Estos son: Manuel Terroba (BMW); Jesús Alonso (Ford); Leopoldo Satrústegui (Hyundai); Ángel Rodríguez Lagunilla (Iveco); Emilio Herrera (Kia); Reiner Hoeps (Mercedes-Benz); Jaime Corbeña (Mitsubishi); Frank Torres (Nissan); José Antonio León Capitán (Stellantis); Miguel Carsi (Toyota); Francisco Pérez Botello (Volkswagen) y José María Galofré (Volvo).
No obstante, hay una norma no escrita de que quien se presente debería representar a una automovilística con fábricas en España. Esto acorta la lista bastante y dejaría con posibilidades reales a Stellantis, Volkswagen, Renault, Ford, Mercedes-Benz, Nissan e Iveco. En el caso del primero, que es el mayor fabricante de coches del país con más de un millón de unidades ensambladas el año pasado en sus plantas de Vigo, Zaragoza y Madrid, no tiene intención de presentarse. Stellantis es una compañía que, por ejemplo, decidió salirse de la patronal europea de fabricantes, ACEA (dentro de la que está Anfac) hace dos años y llegó a rumorearse con que saliera también de la patronal española. Además, la automovilística con sede en Ámsterdam no cuenta con un directivo en España con peso a nivel internacional en la compañía como sí es el caso de Recasens en Renault, que llegó a la francesa de la mano del consejero delegado de Renault, Luca de Meo, quien previamente lo conocía de su paso por Seat (De Meo también fue CEO de la firma del grupo Volkswagen).
Ford tampoco se presentará, lo cual es lógico teniendo en cuenta su momento tan delicado en España. El fabricante estadounidense acaba de firmar el cuarto ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en su planta de Almussafes desde 2020 y tendrá un excedente de 1.000 trabajadores hasta 2027 en la factoría valenciana. Este problema se resolverá hasta finales de 2024 con un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y para después tanto la empresa como los trabajadores confían en el nuevo mecanismo de flexibilidad que está preparando el Gobierno. Ford hará solo un modelo en su fábrica española en los próximos años, el Kuga, y eso se reflejará en una producción que será especialmente baja hasta que llegue el nuevo vehículo multienergía, llamado a revitalizar la planta.
Mercedes-Benz, por su parte, se excluyó de la carrera por la presidencia desde muy pronto y Nissan, si bien aún es fabricante (ya no produce coches en el país, pero sí hace piezas en Cantabria y Ávila), tampoco tiene intención de presentarse y su peso industrial es bastante menor en comparación con el resto de productores nacionales. El nombre de Volkswagen también queda excluido al pertenecer al mismo grupo que Seat e Iveco también ha negado a este medio que se vaya a presentar. El resto de marcas sin presencia industrial, a pesar de que hay algunas que viven un gran momento como Toyota, se harán a un lado, como es costumbre en Anfac. Todo esto deja liberado el camino a Recasens, a pesar de que incumpliría otra regla no escrita de la patronal de automovilísticas: que haya rotación entre las marcas. Hay que recordar que el predecesor de Griffiths fue De los Mozos, entonces en Renault y hoy en Indra.
Una relación reconstruida entre Anfac y el Gobierno
El nuevo presidente de Anfac se encontrará con un escenario más tranquilo y estable de cara a la segunda mitad del año. El portazo de Griffiths aceleró los tiempos e hizo que el Gobierno reaccionara con un paquete de ayudas de 600 millones de euros para el coche eléctrico, dentro del que se incluyen unos 350 millones extra para el plan Moves III de ayuda a la compra e instalación de puntos de recarga. De la mano de esos fondos extra, también se ha ampliado el plazo para pedir las ayudas hasta el 31 de diciembre (caducaba el 31 de julio) y esto da tranquilidad a un sector que temía quedarse sin ayudas como ocurrió en Alemania, cuyo mercado eléctrico se ha resentido. Antes del anuncio de ampliación, las solicitudes de ayudas desbordaban al Moves III con 248 millones de euros por encima de su presupuesto.
La no continuidad de las ayudas hubiese supuesto un duro golpe para un sector que está haciendo grandes inversiones en el vehículo eléctrico, como es el caso de la empresa que dirige Griffiths: el grupo Volkswagen y sus socios del Future: Fast Forward están movilizando 10.000 millones de euros para construir una planta de baterías en Sagunto, Valencia, y hacer vehículos eléctricos en las plantas de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra), a lo que hay que sumar la creación de una cadena de valor que sirva a esta producción. Esto, en un contexto de ralentización del coche eléctrico en Europa y especialmente en España (la cuota de mercado es inferior al 5%), preocupa y mucho a Cupra, que entre este año y el siguiente lanzará tres modelos 100% eléctricos: el Cupra Tavascan, el Terramar y el Raval.
Con la tranquilidad de que habrá ayudas, el Gobierno y la patronal tendrán tiempo para negociar un nuevo esquema de incentivos de cara al 2025. El sector considera que un cambio clave sería que la ayuda se dé en el momento de la compra, para evitar las interminables listas de espera de entre uno y dos años de las comunidades autónomas para resolver las solicitudes al Moves III.
“Las relaciones con el Gobierno siempre han sido buenas, excepcionalmente buenas, y eso no significa que no haya desencuentros. Griffiths explicó claramente en su carta de dimisión que no es que no haya diálogo [con el Ejecutivo], sino que habló de falta de agilidad y reacción con las medidas. A raíz de su dimisión se han tomado medidas que no parecían posibles, como la prórroga del Moves III”, afirmó López-Tafall el pasado miércoles.
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