Abanderadas contra el cambio climático
La sostenibilidad está en el eje de la gestión que compatibiliza la economía con recursos limitados
Administración, ciencia y tejido empresarial son los tres vértices del triángulo que conforma el plan global de desarrollo sostenible para abordar la transición hacia la economía verde. Y en el centro está la ciudadanía, que va asumiendo su protagonismo como elemento dinamizador del cambio. Una clara muestra, el movimiento juvenil Fridays For Future, que, semanalmente, recuerda a Gobiernos de todo el mundo que sus políticas deben llevar, como mínimo, un ritmo paralelo al del clima.
En España, hablar de políticas medioambientales obliga a decir sobre todo tres nombres, entre otros muchos que también se escriben en femenino. Sin embargo, Teresa Ribera, ministra en funciones para la Transición Ecológica; Valvanera Ulargui, directora de la Oficina Española de Cambio Climático, dependiente del ministerio, y Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid, pasarán a la historia por su gestión, convicción y compromiso en pro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Ribera, Ulargui y Carmena destacan por su compromiso con el planeta
A favor o en contra de sus actuaciones, nadie puede dejar de reconocerles una trascendencia que da que hablar dentro y fuera de nuestras fronteras. La Unión Europea acaba de dar un espaldarazo a la ministra en funciones, Ribera, al considerar su borrador del plan español de transición energética (Planes Integrados de Energía y Clima 2021-2030, PNIEC) como el mejor de la UE y el único que aprueba el examen encargado por la European Climate Foundation.
Así lo confirma Leire Pajín, presidenta de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS): “Teresa llegó a su nombramiento con los deberes ya hechos. Su rol en el Gobierno será clave. Su agenda es prioritaria y sabe combinar el rigor técnico con el olfato político.
Tanto en ella como en Valvanera, quien ha convertido la Oficina de Cambio Climático (OECC) en una verdadera palanca, admiro esa mezcla de coraje y pasión por lo que defienden, junto a una buena dosis de sentido común que las equilibra”.
Asun Ruiz, desde la dirección de SEO/BirdLife, considera que Valvanera Ulargui, directora de la OECC también durante la legislatura del PP, “merece el respeto que ella misma ha demostrado a lo largo de su trayectoria profesional, siempre a la altura como asesora y experta”.
Una opinión compartida con Cristina Rivero, responsable de industria, energía y medio ambiente de la CEOE, “la conocí en la cumbre de Bonn, en 2001, y desde entonces ha sido un puntal en el diseño e implantación de políticas climáticas internacionales, europeas y españolas”.
Y en el Ayuntamiento de Madrid, y hablando de cuestiones de ecología, quien dice Manuela Carmena, dice Inés Sabanés, exdelegada del área de Medio Ambiente y Movilidad, “un tema [considerado] de vida o muerte”, por ambas.
“La implantación de Madrid Central [el área de bajas emisiones que comprende 472 hectáreas de tráfico restringido en pleno corazón de la capital] no era una opción. Algo tan serio como la salud tuvo que obviar el 'momento electoral' y la posible factura política que podía pasar”, comenta Sabanés.
España presume de empresas sostenibles
El índice DJSI, el Dow Jones de Sostenibilidad, ha vuelto a incluir en el Anuario 2019 a 20 compañías españolas, el país con la proporción más alta, si comparamos con el número total de empresas candidatas. Enagás, Naturgy e Inditex son las primeras en aparecer, y por este mismo orden. La tercera, Industria de Diseño Textil (Inditex), encabeza a las firmas nacionales en el Global 100 Most Sustainable Corporations in the World, donde también aparecen Acciona e Iberdrola.
Si Enagás encabeza su área en el DJSI se debe, en parte, a sus propuestas de gases renovables. “Estamos desarrollando proyectos de biometano e hidrógeno como vectores energéticos claves en un futuro descarbonizado”, asegura Rosa Nieto, su directora de gestión de activos.
Los aerogeneradores de Siemens Gamesa, con 53.000 instalados, “mitigan la huella de carbono y proporcionan un ahorro de más de 233 millones de toneladas de CO2 al año. Y además de reducir la contaminación, frenan el consumo de agua, conservan la biodiversidad y crean empleo”, explica María Cortina, directora de comunicación, relaciones institucionales y sostenibilidad de la empresa.
Objetivo: salvar el medio ambiente y la Tierra
Bajo el lema La madre naturaleza necesita a sus hijas, 80 científicas de 35 nacionalidades diferentes salieron en enero desde la localidad argentina de Ushuaia hacia la Antártida con dos objetivos: por un lado, dar visibilidad a las mujeres, y por otro, que lideren temas tan importantes como la mitigación del calentamiento global. Una travesía que duró un total de tres semanas y que supone la tercera misión de la fundación australiana Homeward Bound, que quiere impulsar y crear una red compuesta por unas mil expertas procedentes de todo el mundo y que estén comprometidas en la lucha contra el cambio climático durante la próxima década. Según las Naciones Unidas, un 70% de los pobres del mundo son mujeres y suponen también el 80% de los refugiados que derivan de daños y pérdidas por la denominada “injusticia climática”. El reto, convertir a quienes la estadística señala como víctimas en motores del cambio.
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