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Banca mediana: combinar la tradición con el avance

Tiene la capacidad de ofrecer un servicio de proximidad a los clientes y de desarrollar su oferta digital para lograr competitividad y rentabilidad

Oficinas bancarias en España. Evolución. Gráfico
Belén Trincado Aznar

El sector bancario está inmerso en una profunda transformación desde la crisis financiera de 2008. En este tiempo, se ha elevado la solvencia de las entidades y los servicios y productos online han alcanzado un protagonismo absoluto. El episodio de digitalización sigue en proceso, muy acelerado tras la pandemia.

Pero este nuevo escenario ha puesto de relieve el riesgo de la exclusión financiera y los problemas en la España vaciada. Son dos aspectos donde los bancos medianos, como Sa­ba­dell, Bankinter, Ibercaja, Cajamar, Abanca, Unicaja y Kutxabank, entre otros, tienen grandes oportunidades. Así lo ven los expertos.

Gerard Albà, profesor de la Universitat Carlemany, apunta que “la banca mediana tiene un papel destacado y diferencial en el desarrollo de la economía local y social en los territorios donde tiene presencia. Esto le permite apoyar el crecimiento especialmente a través del crédito, siendo al mismo tiempo una banca más inclusiva. Su modelo de negocio se debe basar en el servicio de proximidad y confianza al tejido empresarial local, los colectivos (profesionales, sociales) y vinculación a las personas. Esto es lo que la hace sostenible y relevante, aunque no sea una gran entidad”.

De forma paralela, Albá señala que “tiene un papel igualmente importante en el progreso de las economías locales mediante las nuevas tecnologías. Así, por ejemplo, ofreciendo soluciones de medios de pagos, para facilitar el comercio electrónico y la internacionalización de las empresas, o medios de pago digitales (monederos digitales) y educación en finanzas personales para individuos”.

El dato

El 65% de los mayores europeos de 65 años realiza transacciones en efectivo, frente al 59% total.

La crisis financiera y de deuda ha provocado una mayor concentración de entidades y el recorte de la red de oficinas. Según el Banco de España, entre 2008 y 2021 el número de sucursales se redujo en casi el 50% en este país, mientras que en el conjunto de la Unión Económica y Monetaria (UEM) se situó en el entorno del 35%. Asimismo, el organismo señala en un informe publicado este año que, “a pesar de las actuaciones, tanto públicas como privadas [para paliar los efectos en la población del cierre de sucursales], al cierre de 2021 había 3.389 municipios españoles que no disponían de ningún tipo de acceso presencial a los servicios bancarios. En estos municipios residen 705.733 personas, que representan un 1,5% de la población total y un 11,2% de la rural”.

Por otra parte, el Banco de España advierte de que “la vulnerabilidad ante el riesgo de exclusión financiera depende no solo del lugar de residencia, sino también de las capacidades digitales de la población y de su grado de adopción de la banca online y de los pagos electrónicos. En este sentido, la población de mayor edad (más de 65 años) presenta una vulnerabilidad más acusada”.

El sector tiene que hacer frente a la fuerte irrupción de las ‘big tech’

Carlos Santiso, del IEB, explica que la distinción entre entidades medianas y grandes está en que las primeras “pueden enfocarse en ofrecer una experiencia de cliente diferente, centrada en una atención cercana y personalizada. Esto les permitiría diferenciarse de los grandes bancos, que a menudo basan su modelo de negocio en la automatización de procesos y la atención a distancia. Una de las principales ventajas que pueden ofrecer es su conocimiento profundo del mercado local y de su base de clientes, lo que les permitiría desarrollar productos y servicios adaptados a la demanda de los clientes locales con una oferta más genérica”.

Jaime Martínez Tascón, de OBS Business School y director de Inveretik, opina que “el futuro de la banca mediana pasa por la creación de un modelo de negocio que utilice la digitalización como herramienta básica para ser más eficientes, más competitivos y, por ende, más rentables. Las importantes reducciones de estructura y de personal, junto con la digitalización, están encaminadas a lograr una optimización de los beneficios”.

Oficina móvil de Abanca.
Oficina móvil de Abanca.OSCAR CORRAL

Martínez Tascón coincide en que “la eficiencia y la rentabilidad marcarán el rumbo”. “Una correcta gestión de sus márgenes y una especialización contribuirán a que puedan ser fuertes en los mercados financieros”. En cuanto a retos, señala como principal “la competitividad, no solo frente a otros bancos, sino frente a las big tech, que irrumpen con fuerza”. “Si para ganar en competitividad respecto al resto de entidades se necesita la especialización y la eficiencia, frente a las big tech es preciso acudir a la baza de la confianza”.

Santiso añade que “la transformación digital es una tarea compleja y costosa que requiere de una inversión importante en tecnología y talento especializado, lo que puede ser un obstáculo para algunos bancos medianos”.

El impacto de la quiebra de Silicon Valley Bank

La banca europea está atravesando por un momento complicado en Bolsa tras la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y el rescate de Credit Suisse. En este sentido, Gerard Albà explica que “las entidades financieras pequeñas y medianas, en un entorno macroeconómico de menor crecimiento y con unos niveles de inflación históricamente altos, con políticas monetarias más restrictivas, se enfrentan a un riesgo de estabilidad financiera puesto de manifiesto por la crisis de confianza de los depositantes en los bancos regionales americanos de menor tamaño (con casos como Silicon Valley Bank o First Republic Bank, entre otros) o en la sostenibilidad de entidades sistémicas con problemas de gobernanza, como el caso de Credit Suisse”. 


Albà subraya, no obstante, “la sólida posición de solvencia y liquidez de la banca pequeña y mediana española”, aunque “será importante observar las medidas que el BCE pueda tomar para aliviar estas tensiones del sistema”. En este sentido, no es descartable que se aumente –al menos temporalmente– la garantía sobre los depósitos de los clientes de la banca. Carlos Santiso añade que muchos analistas apuntan a la desregulación de la banca mediana norteamericana en 2018 como un factor clave en la caída de SVB y Signature Bank.

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