First Republic sigue en caída libre y su valor se reduce a unos 1.000 millones de dólares
El martes las acciones del banco se hundieron un 49,38%; este miércoles vuelven a caer con fuerza
No hay descanso para First Republic Bank. El banco estadounidense vuelve a estar en la diana de los inversores por segunda sesión consecutiva. Sus acciones que estuvieron suspendidas de cotización por la elevada volatilidad concluyeron con una caídas del 29,75 y se sitúan por debajo de los seis dólares por acción. En lo que va de año, los títulos de la entidad han descendido un 95% y ahora vale poco más de 1.000 millones de dólares (900 millones de euros). A principios de marzo, previo a la crisis bancaria estadounidense que desató la quiebra de Silicon Valley Bank, su valor era superior a los 22.000 millones (19.900 millones de euros).
En el último mes y medio la entidad se ha hundido sin que los directivos puedan encontrar una solución que convenza al mercado. Los inversores aguardaban con expectación las cuentas de los tres primeros meses del año, pues eran el termómetro para medir la salud del banco. Pero lejos de ayudar, los resultados han generado más nerviosismo al destapar la fuga de 102.000 millones de dólares en depósitos en ese periodo. En su afán por corregir ese agujero en el balance, First Republic quiere poner a la venta entre 50.000 y 100.000 millones de dólares en activos, pero esto tampoco ha sido suficiente para detener su caída en Bolsa. Por el contrario, aumentan las dudas de su viabilidad mientras no se termina de materializar un rescate público ni privado. Según fuentes citadas por el Financial Times, el Gobierno espera que se materialice una solución que provenga del sector bancario pero este no quiere asumir las pérdidas a corto plazo que implica la compra de los activos de First Republic.
Los grandes bancos de Estados Unidos podrían recibir garantías o acciones preferentes como incentivo para comprar activos por encima de su valor de mercado, según fuentes citadas por Bloomberg. Queda por ver si la propuesta convence a estos gigantes que hace tan solo un mes ya salvaron a First Republic de la quiebra al inyectar 30.000 millones (27.000 millones de euros) entre once entidades.
Dos días después de que First Republic reportara ganancias muy por debajo de las estimaciones de los analistas, los inversores se están dando cuenta de todos los desafíos que enfrenta el banco. Gran parte de su importante cartera de préstamos hipotecarios ha perdido valor a medida que aumentan las tasas de interés y sus clientes adinerados temen que sus grandes saldos no estén cubiertos por el seguro de depósitos si el banco termina siendo rescatado. Se enfrentan además a la perspectiva de tener que deshacerse de una gran parte de sus activos, que incluyen hipotecas y valores a largo plazo.
El martes sus acciones de desplomaron casi un 50%, mínimo histórico y a día de hoy el mercado está pendiente de que no termine igual que Silicon Valley Bank y Signature Bank, que se fueron a la quiebra el mes pasado. El banco está tratando de mejorar su balance para evitar ser incautado por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) y despejar el camino para un posible aumento de capital. Sin embargo, las perspectivas son sombrías. El banco ha estado buscando compradores para partes de su negocio durante semanas sin éxito; los funcionarios de la FDIC y la Reserva Federal hasta ahora se han abstenido de convocar alguna reunión formal o impulsar con fuerza un plan y algunas fuentes apuntan a que los compradores potencial quieren esperar a que las autoridades intervengan el banco para cerrar cualquier acuerdo. Mientras tanto, algunas firmas de capital privado han expresado su interés en adquirir ciertos activos, pero las autoridades desconfían de los beneficios que estas pueden sacar de la actual crisis bancaria, según fuentes citadas por el Financial Times.
En cualquier caso, las dudas que giran alrededor de First Republic no se han contagiado, al menos por el momento, a otras entidades bancarias. En la sesión de este miércoles el índice bancario de la banca regional estadounidense cedió un 1%.
Los reguladores de EE UU está estudiando la posibilidad de reducir el acceso de la entidad a los préstamos de la Fed. Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) ha estado dando tiempo al banco para llegar a un acuerdo privado que apuntale sus finanzas. Pero a medida que pasan las semanas los altos funcionarios están evaluando la posibilidad de rebajar su calificación de condición de empresa. Esto limitaría el uso de la ventana de descuento de la Fed y la línea de emergencia lanzada el mes pasado tras la quiebra de Silicon Valley Bank.
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