Europa da el sorpaso a Wall Street pese a los aranceles: oportunidades y riesgos de un alza inesperada
Las menores valoraciones, la esperanza de un mayor gasto en Alemania, una posible tregua en Ucrania y tipos bajos dejan alzas superiores al 10% este año en Europa, incluso a pesar del gran desafío de la política comercial de Trump

Saltó la sorpresa. Las Bolsas europeas han comenzado el año batiendo claramente a los mercados estadounidenses, cuando la mayoría de los pronósticos de los analistas lanzados en diciembre decían lo contrario. Casi la única excepción era el estadounidense Citi, que contracorriente apostaba claramente por las plazas del Viejo Continente. Los números son contundentes. El EuroStoxx 50 acumula un alza del 12%, y los mercados de acciones de Alemania, España o Italia consiguen también una revalorización de doble dígito. Son subidas que superan o igualan las previsiones más optimistas que se había elaborado para todo 2025. Y estas revalorizaciones se soportan en un elevado flujo de inversión hacia acciones europeas en enero, el segundo más alto en los últimos 25 años.

En Estados Unidos, sin embargo, las ganancias son mucho más modestas con el S&P 500 revalorizándose casi el 4% y el tecnológico Nasdaq Composite con poco más del 3% de subida, afectados ambos por la aparición de la Inteligencia Artificial (IA) de bajo coste de la china DeepSeek. En la jornada del viernes, apenas hacía mella en la Bolsa europea el anuncio de Trump realizado la víspera de aplicar aranceles recíprocos a nivel global, una medida que afectará de forma directa a la UE y de la que aún se desconoce su alcance concreto ni su fecha de aplicación.
Las razones que esgrimen los expertos a este inesperado comienzo de ejercicio en las plazas europeas son variadas. Los mercados europeos cotizan con precios más bajos. Con datos de Bloomberg, el PER (número de veces que el precio de la acción contiene el beneficio) para 2025 es de 24,8 veces en el S&P 500 y de 35 veces en el Nasdaq, mientras que el EuroStoxx 50 cuenta con un PER de 15,8 veces y el español Ibex 35 de 11,9 veces. Mark Denham, director de renta variable de Carmignac, argumenta que “la brecha de rentabilidad y valoración entre la renta variable estadounidense y europea se amplió enormemente, alcanzando nuevos récords. Pero el sentimiento pesimista sobre los activos europeos significa que algunas empresas de gran calidad pueden comprarse con descuento en comparación con sus homólogas estadounidenses”, indica. Los analistas de UBS de hecho, han elevado esta semana su recomendación para Europa continental a sobreponderar, y esperan un mejor comportamiento de las acciones del Viejo Continente respecto a las de Estados Unidos, donde el impacto (positivo) para las empresas de la elección de Trump está ya recogido en los precios.
En enero se ha producido la segunda mayor entrada de dinero en las bolsas europeas de los últimos 25 años
Y también los resultados de final de año en Europa han gustado. “La sorpresa al alza de los beneficios ha venido impulsada por las empresas financieras y sanitarias, así como por las industriales (gracias a los buenos resultados de Maersk). Se están dando cifras del 11% de aumento del beneficio por acción en el Stoxx 600 frente al 5% esperado”, explica Andreas Bruckner, estratega de inversiones en Bank of America.
Otra de las razones es la bajada de tipos del BCE con el precio del dinero en el 2,75%, frente al 4,25% que mantiene aún la Reserva Federal estadounidense. Un más cercano alto el fuego en la guerra de Rusia con Ucrania y las elecciones alemanas del próximo 23 de febrero también se apuntan como revulsivo para que las plazas europeas prolonguen sus subidas.
En el lado negativo, el bajo crecimiento de las economías y la permanente incertidumbre sobre los aranceles de Trump a Europa que, además de las importaciones de acero y aluminio, se han encontrado en el final de la semana con la sorpresa de que el inquilino de la Casa Blanca busca reciprocidad en tasas arancelarias con la Unión Europea (actualmente el tipo arancelario medio que aplica la UE a los productos estadounidenses es superior al impuesto por Washington). Entre los motivos que ha señalado para justificar la medida se encuentra el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), al que considera un gravamen encubierto para los productos estadounidenses. En principio, los sectores más afectados serían el automóvil y el alimentario.
Desde la firma Scope Ratings hacen balance sobre los aranceles de EE UU sobre las importaciones de vehículos procedentes de México, Canadá y China, que afectarán más a Stellantis NV y Volkswagen AG, mientras que BMW AG y Mercedes-Benz AG podrían verse menos perjudicados. Pero avisan sobre las consecuencias de las últimas declaraciones de Trump. “El impacto adverso sobre los fabricantes de automóviles europeos se agravaría si la Administración Trump amplía los aranceles sobre las importaciones procedentes de la Unión Europea, ya que las importaciones totales de vehículos de la UE a EE UU ascendieron a 54 000 millones de dólares en 2023″, explican.
Respecto a las elecciones federales en Alemania, con el partido conservador CDU/CSU liderando actualmente las encuestas, un reciente informe de Goldman Sachs apunta a que “la reforma más esperada por los mercados financieros es el freno constitucional de la deuda, que limita los déficits estructurales del gobierno central al 0,35% del PIB y vemos una probabilidad del 70% a una reforma del freno de la deuda y un aumento significativo en el gasto de defensa”. Además, recogen que el consenso de mercado espera que las empresas alemanas presenten un fuerte crecimiento de las ganancias: más del 10% de aumento en el beneficio por acción para el índice de gran capitalización y del 20% para el índice de mediana capitalización. Y añaden: “los activos europeos también podrían ofrecer oportunidades alcistas con catalizadores como las próximas elecciones alemanas, un posible acuerdo entre Rusia y Ucrania (ahora más cercano tras las recientes conversaciones de Trump y Putin) y un punto de partida de posicionamiento bajista”. Entre sus valores preferidos se encuentran Saint-Gobain, la holandesa Adyen NV, las alemanas E.ON, Fresenius Medical Care, la italiana Prysmian, y los bancos franceses BNP Paribas, Unibail-Rodamco-Westfield.
Los expertos esperan que las elecciones alemanas suponga un revulsivo para su economía con un aumento del gasto
Emmanuel Cau, responsable de estrategia de renta variable europea de Barclays, también se muestra optimista con los mercados europeos. “Estamos viendo señales tempranas de que la actividad está tocando fondo, con el último PMI estabilizándose, y creemos que el BCE reducirá la tasa al 1,5% para fin de año, que es mucho más que la Fed. Y eso debería ayudar a que el crecimiento se recupere en el segundo semestre”. El experto hace hincapié en que “un posible alto el fuego en Ucrania sería muy positivo y un catalizador clave para que los inversores globales se vuelvan a comprometer con las acciones europeas; la reconstrucción podría ayudar, pero lo que es más importante, el potencial de una mayor normalización en el suministro y los precios de la energía será positivo para la región. Las acciones europeas podrían mantener su liderazgo durante el resto del año”, concluye. En este sentido, Robert Schramm-Fuchs, gestor de renta variable europea de Janus Henderson apunta que “los sectores que registraron los descensos más pronunciados cuando comenzó el conflicto hace tres años -como el financiero, el de materiales básicos y el de aerolíneas- han empezado a recuperarse y cualquier avance hacia una tregua es positivo para los mercados europeos, ya que mejora la confianza de los inversores y los múltiplos de valoración”, indica.
El fin de la guerra en Ucrania aparece entre las claves positivas para las bolsas europeas este año
Bancos y pequeñas compañías
El sector bancario ha sido el más favorecido por los inversores en lo que va de año. Su índice europeo alcanza una revalorización cercana al 12% y también consiguen el 10% tecnología, telecomunicaciones y consumo básico. El sector se beneficia de unos buenos resultados de cierre del año con unos tipos que, aunque a la baja, permiten márgenes positivos. A ello se suman también los procesos de concentración con tomas de participaciones u ofertas de compra tanto en España, Italia como en Alemania.
Ignacio Cantos, socio director de inversiones de atl Capital, ve dos elementos positivos para Europa: las elecciones alemanas -ya que el país debe reactivar su economía y aumentar el gasto- y una probable mayor desregulación en el Viejo Continente después de los informe de Enrico Letta y Mario Draghi en esa dirección y la necesidad de competir con Estados Unidos y China. Respecto a sectores, Cantos indica que el sector bancario sigue barato en España. “No tiene sentido que estén cotizando por debajo del valor en libros acciones como Santander, Sabadell o Unicaja y que Caixabank y BBVA estén en ese nivel”, explica. Considera que aún queda recorrido para las acciones de defensa en Europa y que el sector industrial está barato, aunque pendiente de las medidas arancelarias de Trump. También ve a buen precio las petroleras como Total, Repsol o Equinor, aunque necesitarían el impulso de una mayor desregulación.
Juan Fernández-Figares, director de gestión de Link Securities, también se muestra positivo con las Bolsas europeas y destaca que “la mayoría de las grandes cotizadas presentan una elevada diversificación geográfica de sus ingresos y beneficios, con una tercera parte de sus negocios expuestos a América del Norte, otro tercio a Europa y el resto a Asia, especialmente a China, lo que les hace menos dependientes de lo que se cree de la marcha de las economías locales”. Y añade: “En cuanto a sectores, me sigue gustando el bancario, que presenta todavía un fuerte descuento con relación al estadounidense y que ofrece al inversor una atractiva política de remuneración vía dividendos y recompra de acciones; el de la defensa, a pesar de las alzas acumuladas por estos valores en 2024, y algunos de corte más defensivo, como el de las telecomunicaciones, la sanidad y, en menor medida, el de las utilidades, sector que se puede ver algo penalizado por su elevada exposición a las renovables”.
Pese a las subidas, los expertos ven recorrido en el sector bancario aunque los tipos sigan cayendo
Las empresas nacionales de pequeña y mediana capitalización también están en el punto de mira de los expertos. Como destacan desde la gestora Augustus Capital existe una enorme brecha de valoración entre las empresas grandes frente a las más modestas en favor de estas últimas. Desde la gestora de Credit Mutuel apuntan a que “la valoración actual es un fuerte apoyo para el rendimiento de las empresas de pequeña y mediana capitalización a medio plazo. El crecimiento de los beneficios de las empresas de pequeña y mediana capitalización siempre ha sido superior al de las de gran capitalización, lo que históricamente ha demostrado ser el principal criterio para la prima de valoración y el rendimiento superior frente a los grandes valores”, explican. Y, por último, Nicolas Wylenzek, estratega macroeconómico en Wellington Management, espera una rotación de valores con exposición internacional hacia empresas más centradas en los mercados nacionales, con los países periféricos como ganadores relativos, y una transición de acciones de crecimiento (Growth) a acciones de valor (Value).
Los datos han sido consistentes en la victoria de Europa frente a Wall Street en el arranque del año y los analistas -siempre hay excepciones- empiezan a apostar por su Bolsas de cara al conjunto del año. Aunque no sería ni mucho menos la primera vez que Wall Street acaba el año mejor que Europa. Lo que ocurra finalmente dependerá en gran medida de la intensidad de la guerra comercial declarada por Donald Trump.