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La producción de coches de España se gripa en el momento de mayor incertidumbre del motor europeo

El país ensambló el año pasado 2,37 millones de vehículos, un 3,1% menos, y cedió el octavo puesto mundial a Brasil. El desplome de Ford sumado a las obras y el cambio de modelos en Mercedes, claves para la caída nacional

Línea de ensamblaje de Mercedes-Benz en Vitoria.
Línea de ensamblaje de Mercedes-Benz en Vitoria.lino rico
Manu Granda

España cedió el año pasado el octavo puesto en la fabricación mundial de coches a Brasil en plena crisis del automóvil europeo. Según los datos de producción de las plantas nacionales recopilado por este periódico (a falta del dato oficial de Anfac, la patronal de automovilísticas), España ensambló 2,37 millones de coches en sus 12 fábricas, lo que supone un descenso del 3,1% respecto a 2023 y casi 200.000 unidades menos que las hechas por Brasil. Así, el automóvil español cortó su racha de dos ejercicios consecutivos de alzas de la producción y se quedó más de 400.000 unidades por debajo de su nivel prepandemia.

Si bien la producción española sufrió el estancamiento de los mercados europeos, que es a donde va la mayor parte de la producción nacional (en torno al 90% se exporta), la caída de la actividad tiene un claro personaje principal: Ford Almussafes. La fábrica de la estadounidense, que hasta hace no mucho era una de las principales del país, apenas superó las 121.000 unidades en 2024, poco más de un tercio de lo que hacía antes de la pandemia y un 42,8% menos que en 2023, un año de por sí muy discreto para la planta.

La principal explicación del momento de Ford Almussafes se encuentra en su pérdida constante de modelos: en los últimos años ha dicho adiós al Mondeo, al S-Max, al Galaxy y en el último abril dejó de hacer la furgoneta Transit Connect, para solo quedarse con el Kuga. Este SUV, si bien es un modelo de éxito para la marca del óvalo que el año pasado lanzó una nueva versión del coche, ha sido incapaz por sí solo de mantener la actividad de la fábrica y, con ello, el empleo. La dirección de la planta y el sindicato UGT firmaron a mitad de año un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) de más de 600 personas junto a un ERTE rotatorio que afectó a otras 1.000 personas. Este último ha sido sustituido en este inicio de año por el mecanismo RED aprobado por el último Consejo de Ministros de 2024.

La idea de la compañía es mantener esta situación hasta que llegue un nuevo modelo multienergía del que Ford promete hacer 300.000 coches anuales a partir de 2027. Hasta entonces, la planta mantendrá un volumen de actividad bajo haciendo exclusivamente el Kuga. A esta situación interna de Ford con su falta de modelos para Almussafes, se sumó la dana del pasado 29 de octubre que, si bien no dañó la planta, sí destruyó a un proveedor clave en su cadena de valor, Industrias Alegre, lo que hizo que la fábrica tuviese que parar semanas.

Otra planta que redujo su actividad de forma notoria el año pasado fue Mercedes-Benz Vitoria, aunque por motivos bien diferentes a los de Ford. La planta de furgonetas vasca recibió un “rediseño importante”, explican fuentes de la compañía, de la Clase V y la Vito, lo que sumado a las obras de la fábrica para acoger los futuros modelos eléctricos hizo que cayera su producción un 23,6%, con 120.400 vehículos. La fábrica comenzará en 2026 a hacer un nuevo eléctrico, el cual se ensamblará en la nueva plataforma de producción de furgonetas eléctricas VAN.EA, algo para lo que la automovilística ha invertido 1.000 millones en adaptar y ampliar sus instalaciones en Vitoria. Esas obras afectaron de lleno a la actividad de las líneas en 2024 y continuarán lastrándola en 2025.

Seat Martorell crece pese a las obras por los eléctricos

Otra que ya comenzó las obras para adaptar sus líneas a los futuros eléctricos es Seat Martorell, aunque eso no impidió a la fábrica catalana tener una gran año. La compañía liberó la línea 1, donde hacía el Ibiza y el Arona, para prepararla para los futuros Volkswagen ID.2 y Cupra Raval eléctricos, que llegarán al mercado en 2026. Los mencionados Ibiza y Arona pasaron a hacerse en la línea 3 (la del Audi A1), mientras que el Formentor y el León continuaron con normalidad en la 2. Aun así, la fábrica fue capaz de aumentar su producción un 8,5%, por encima de las 481.000 unidades. De cara a este año, la empresa señala que la producción no debería sufrir una gran afectación por las obras para acoger la producción de eléctricos, ya que la parte más traumática ya está hecha. En cuanto a Volkswagen Landaben, fábrica que también se prepara para pasar a hacer eléctricos, ensambló el año pasado casi 275.000 unidades, un 0,5% más que en 2023.

Por su parte, el grupo Stellantis se mantuvo como el mayor productor de coches del país con 980.000 unidades ensambladas entre sus tres factorías españolas, un 2,3% menos que en el ejercicio precedente. Vigo, la planta más grande de España, hizo 516.000 coches y furgonetas, un 3% menos, mientras que la factoría de Zaragoza ensambló 372.000 unidades, un 1,7% más. Esta última recibió una gran noticia en el cierre de 2024 con la confirmación de la construcción de una planta de baterías en la capital maña, que Stellantis levantará de la mano de la china CATL con una inversión de 4.100 millones de euros. Previsiblemente, en los próximos meses el grupo también hará oficial la asignación de la plataforma de producción STLA Small para Zaragoza y Vigo, que es la plataforma sobre la que Stellantis hará sus futuros eléctricos compactos y pequeños. Madrid, la tercera planta y la más pequeña del grupo en el país, se queda fuera de estas inversiones. El año pasado, la factoría de la capital fabricó 92.000 unidades del C4 y el C4 X, un 13,1% menos.

El grupo Renault, que cuenta con dos fábricas de coches, una en Palencia y otra en Valladolid, ensambló 350.000 coches en España en 2024, un 16% más que en el ejercicio precedente. Fuentes del sector señalan que Palencia cerró el año con 138.000 unidades, mientras que Valladolid fue la fábrica española que más creció en 2024 con una subida de casi el 22%, hasta los 210.000 vehículos. Renault apostó por España en 2021 como su centro de producción de vehículos híbridos con la adjudicación de cinco modelos que han ido saliendo al mercado paulatinamente: el Austral, el Espace, el Rafale, el Captur y el Symbioz. Los tres últimos llegaron al mercado el año pasado por lo que es de prever que, una vez superado el periodo de aterrizaje, estos modelos sigan haciendo crecer la producción española de la marca francesa.

En cuanto a Iveco, el fabricante de camiones redujo su producción en España en sus plantas de Madrid (un 29%) y Valladolid (un 8,5%) tras unos años excepcionalmente buenos para la compañía. La caída del mercado europeo de vehículos industriales en 2024 es la principal razón de esta reducción. Por último, la mejor noticia industrial que recibió el país el año pasado fue la vuelta a la vida de la antigua Nissan Barcelona, en este caso de la mano de la china Chery y su socio industrial nacional EV Motors. Ambas compañías comenzaron la producción de la marca Ebro en unidades DKD (es decir, los coches vienen semiensamblados desde China) en la última semana de noviembre, lo que les permitió cerrar 2024 con una producción testimonial de 565 unidades.

Sobre la firma

Manu Granda
Redactor de la sección de empresas especializado en el automóvil e industria pesada. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.
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