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OHLA se aferra a atraer inversores a su ampliación por 100 millones tras el vencimiento del plan de entrada de Atitlan

La propuesta de inversión del mexicano Andrés Holzer con 25 millones sigue en pie, pero los actuales accionistas tendrán preferencia para comprar las nuevas acciones

Javier F. Magariño
El presidente y primer accionista de OHLA, Luis Amodio.
El presidente y primer accionista de OHLA, Luis Amodio.

Debía una información relevante al mercado desde el pasado viernes y el grupo OHLA no ha dejado que arrancara la semana en Bolsa sin cumplir con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En un escueto comunicado ha asegurado esta mañana que trabaja en las distintas alternativas que tiene sobre la mesa para ampliar capital y captar un mínimo de 100 millones de euros. En todas las opciones menos una. El mensaje se ha producido después de que la oferta de entrada del grupo inversor Atitlan venciera a media tarde del viernes. Fuentes cercanas a esta última han confirmado que, en este punto, no se piensa en un nuevo plan relacionado con la constructora.

OHLA, a la que le urgen fondos para atender vencimientos de deuda y liberar garantías, ha explicado ante el regulador que su consejo de administración decidió “solicitar a Atitlan determinadas aclaraciones de la oferta para poder adoptar un acuerdo”. Y ha añadido que su intención era abrir “las conversaciones que resultaran oportunas a tal fin y poder elegir entre las distintas opciones existentes”. La respuesta de Atitlan, según la versión hecha oficial por OHLA, fue que su propuesta para recapitalizar el grupo de infraestructuras había vencido “sin haberse alcanzado un acuerdo”. Se da por hecho que ha habido comunicación entre las partes, sin fruto alguno, fuera ya del plazo que fijó la firma que lideran Roberto Centeno y Aritza Rodero.

Lo que sigue en pie, por tanto, es la intención de realizar un aumento de capital por los referidos 100 millones en el que se daría opción de suscripción preferente a los accionistas. Los de mayor porción en la tarta del capital, la familia mexicana Amodio, se han comprometido a acudir a ese refuerzo con su participación del 26%, lo que supondría aportar 26 millones.

De forma adicional, OHLA anunció el 28 de junio que contaba con una carta de intenciones de un externo, el empresario mexicano Andrés Holzer, para invertir 25 millones en la empresa. Sería entrando en ese aumento de capital, de no ser suscrito en su totalidad por los partícipes, o colocando la inyección en una segunda ampliación dedicada su sociedad inmobiliaria Coapa Larca. Otro nombre que ha salido a relucir en los últimos días es el del presidente de Audax Renovables, José Elías Navarro, sobre el que OHLA no ha dado cuenta de contacto alguno ante la CNMV.

La opción final por la que se decante el consejo de administración deberá pasar por una junta extraordinaria de accionistas, en la que el 26% en poder de los Amodio se impone con holgura en los últimos años ante los escasos cuórums que arrojan las juntas del grupo.

En vía muerta

OHLA habla en todo momento de propuesta vencida, y no de un proyecto rechazado, al referirse al acercamiento de Atitlan. La firma de inversión hizo oficial el 28 de junio su disposición a colocar 75 millones en OHLA en una primera ampliación de capital que se reservaba en su totalidad. Posteriormente, proponía un segundo aumento por otros 75 millones en el que ya se otorgaba derecho de suscripción preferente a los accionistas, incluido Atitlan. Junto a esta firma levantina se había alineado la gestora Stoneshield, dirigida por Felipe Morenés (hijo de Ana Botín) y el empresario argentino del sector inmobiliario Juan Pepa. Las ampliaciones por un total de 150 millones permitían a OHLA responder ante próximos vencimientos de deuda y a Atitlan, ocupar el puesto de primer accionista y liderar el consejo de OHLA. La entidad de Centeno y Rodero se vería eximida de lanzar una oferta pública de adquisición (opa) por el 100%, obligatoria a partir de una posición del 30% del capital, gracias al acompañamiento de Stoneshield, sobre el que iba a tener que declarar que no existía concertación.

Vencido un primer fin de plazo para la oferta, el pasado 5 de julio, Atitlan decidió prorrogar la validez de su salvavidas una semana más con el fin de que el presidente y primer accionista de OHLA, Luis Amodio, lo llevara ante el consejo de administración. La familia mexicana Amodio cuenta con tres asientos en el órgano de decisión, mientras que los otros seis pertenecen a independientes. En Atitlan estaban convencidos de poder vencer cualquier reticencia de los propietarios ante el calado de su oferta y las necesidades de OHLA. Llegado el nuevo límite del 12 de julio, la constructora dejó pasar de nuevo ese tren sin respuesta ante el mercado para Atitlan. Pero a la vista del comunicado lanzado esta mañana ante la CNMV, sí hubo conversaciones entre las partes al menos para confirmar la ruptura.

Cualquier posibilidad de pacto se torció unos días antes, el martes. Fuentes cercanas a las conversaciones aseguran que Atitlan envió directamente al consejo de OHLA una modificación de su oferta, hasta el último momento de carácter no vinculante, al incluir una penalización de diez millones si la constructora se abría a negociar cualquier otra opción durante el proceso de auditoría (due diligence) que iba a realizar la compradora. Lo que en el entorno de Centeno y Rodero califican de un estándar de mercado previsto desde el primer momento, refiriéndose a la penalización en caso de ruptura con una oferta ya vinculante, en OHLA resultó poco menos que inaceptable dada la situación de urgencia de fondos que ha movido a pedir dinero a los accionistas a través del referido aumento de capital.

A los socios de la constructora, con la familia Amodio como destacado partícipe de referencia con su 26%, tampoco le agradaba la idea de diluirse de la mano de una ampliación que Atitlan había planteado a 0,24 euros por acción, con fuerte descuento sobre una cotización de 0,34 euros al cierre de la pasada semana. Los hermanos Luis y Mauricio Amodio, presidente y vicepresidente del grupo constructor, respectivamente, ya invirtieron entre 2020 y 2021 hasta 87 millones en la constructora a un precio medio de 1,1 euros por título.

Al parecer, al consejo también le han llegado cartas de minoritarios desaconsejando una solución que termine reduciendo sus participaciones, pero OHLA no ha dado luz de forma oficial ni al contenido de esas misivas ni sobre el volumen accionarial que se ha movido contra la ofensiva de Atitlan.

La presión de la deuda

La entrada de capital urge en OHLA por el vencimiento este año de 60 millones en créditos bancarios y de otros 206 millones en bonos en marzo de 2025. Ya para el mismo mes de 2026 está prevista la amortización de otros 206 millones en bonos. La dirección está convencida de que la reducción de deuda serviría para desbloquear 100 millones de euros depositados como garantía de avales ante los bancos de cabecera de la compañía.

La actual dirección resolvió una compleja refinanciación de deuda entre 2020 y 2021, para lo que precisó un plan de saneamiento que ha merecido cuantiosas desinversiones para el recorte de deuda, como la del desarrollo hotelero Old War Office en Reino Unido, del 25% en la concesionaria del hospital Chum y, próximamente, el complejo hotelero y comercial Canalejas, en Madrid, o la filial de servicios encabezada por la sociedad Ingesan.

Pese a la presión que ejerce la deuda, OHLA está recuperando el pulso y se marca objetivos para este año como el de 3.800 millones en ventas, 145 millones de ebitda y 4.100 millones de contratación. Entre 2020 y 2023 los ingresos han mejorado un 30%, llegando a los 3.600 millones. El ebitda se ha duplicado, hasta los 137,1 millones al cierre de 2023, y el tijeretazo a la deuda ha sido del 30%, bajando de 749 a 522 millones. El año pasado fue el de la recuperación del beneficio, con 5,5 millones en comparación con los 97 millones perdidos en 2022.

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Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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