OHLA desoye el plan de entrada de Atitlan con dos ampliaciones por un total de 150 millones
La constructora deja al grupo levantino sin respuesta al vencimiento de su oferta y mantiene el proyecto de aumentar capital en 100 millones con derecho de suscripción para los accionistas
La propuesta de entrada de la firma de inversión Atitlan en OHLA, a través de una millonaria inyección de capital, se quedó a su vencimiento ayer viernes sin respuesta por parte de la constructora. Una posición que supone el rechazo, de facto, al ofrecimiento de 75 millones, vía ampliación de capital, por parte de la compañía de Roberto Centeno (yerno de Juan Roig) y Aritza Rodero. Ese primer refuerzo sería complementado con un segundo aumento de capital por otros 75 millones, pero otrogándose ya el derecho de suscripción preferente a los accionistas.
Tras ambas operaciones, OHLA recibía 150 millones para atender vencimientos de deuda y Atitlan se convertía en primer partícipe, diluyendo el paquete del 26% en manos de la familia mexicana Amodio. También aterrizaba junto al grupo levantino, pero con un paquete menor, la gestora Stoneshield, con Felipe Morenés (hijo de Ana Botín) y el empresario del sector inmobiliario Juan Pepa al frente.
Además de la dilución de los actuales accionistas, no ha gustado la imposición de una penalización de 10 millones de euros, por parte de Atitlan, si OHLA negociaba con algún otro inversor durante el periodo de la auditoría (due diligence) que iba a realizar la parte compradora.
Tampoco fue bien recibido el precio ofertado de 0,24 euros por título, lo que arrojaba un importante descuento sobre una cotización en mínimos. Al cierre bursátil de la semana, la acción de OHLA marca 0,34 euros. Los hermanos Luis y Mauricio Amodio invirtieron entre 2020 y 2021 hasta 87 millones en la constructora a un precio medio de 1,1 euros por título.
El plan de Atitlan no era vinculante, pero la firma ha insistido desde el 28 de junio, fecha en que se hizo público su acercamiento, en la petición de que fuera llevado al consejo de OHLA, donde son mayoría los independientes. Un deseo que no fue atendido al primer vencimiento de la propuesta, el 5 de julio, lo que motivó una prórroga hasta este viernes.
El órgano de decisión de OHLA había acordado previamente llevar a una junta extraordinaria una ampliación de capital por 100 millones de euros con derecho de suscripción preferente para los accionistas, opción que sigue en pie. Se trata de pedir lo que la dirección denomina un último paso para sanear una compañía que necesita caja. Este año le vencen préstamos bancarios por 60 millones y en marzo de 2025 lo hacen bonos por 206 millones. Ya para el mismo mes de 2026 está prevista la amortización de un segundo tramo de bonos por otros 206 millones.
La entrada de 100 millones, de los que la familia Amodio se ha comprometido a cubrir 26 millones en función de su participación, ayudaría a desbloquear otros 100 millones de euros depositados ante la banca como garantía de avales.
Otros inversores
Al margen de la aportación de los primeros accionistas, hasta OHLA se ha atraído al empresario mexicano Andrés Holzer, quien pondría 25 millones a través de la sociedad Coapa Larca si la ampliación no es cubierta en su totalidad por los partícipes, o a través de un segundo aumento dedicado en exclusiva a la inmobiliaria mexicana. Por último, hay abiertas negociaciones con el presidente de Audax Renovables, José Elías Navarro, al que se piden otros 25 millones.
Los actuales accionistas de OHLA venden futuro. Una vez saneado el balance, la empresa pretende centrarse en su plan de negocio, con objetivo de 3.800 millones en ventas para este 2024, un ebitda de 145 millones y 4.100 millones de contratación. El grupo ha conseguido aumentar un 30% sus ingresos entre 2020 y 2023, llegando a los 3.600 millones. El ebitda se ha duplicado, hasta los 137,1 millones al cierre del pasado ejercicio, y la deuda se ha recortado un 30%, de 749 a 522 millones. Esta evolución ha hecho que el apalancamiento baje de 11,1 veces a una ratio de 3,8. El año pasado fue el de la vuelta a beneficios, de 5,5 millones, tras los 97 millones en rojo declarados en 2022.
Para Atitlan, con inversiones enfocadas al sector agroalimentario, sería el estreno en el mundo de las infraestructuras a precio de rebajas. Todo su interés está depositado en convertirse en un actor destacado en el mercado concesional.
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