España capea entre elecciones las alarmas de desaceleración
Los expertos atribuyen la ralentización de la actividad a la situación exterior y, en menor medida, al bloqueo político
Seis meses después de las últimas elecciones los españoles vuelven a las urnas. Lo hacen con una economía que se ha desacelerado desde los pasados comicios. La ausencia de un gobierno estable, sin mayoría para desatascar la vía de las reformas, no ha tenido un impacto significativo en la marcha de la economía, según los expertos consultados. Estos, no obstante, confirman que la recuperación económica no ha sido aprovechada en algunos ámbitos como consecuencia de los vaivenes políticos —por ejemplo, en vivienda, inversión regional o en corregir el déficit—.
Los análisis coinciden en señalar el deterioro de la actividad entre las últimas elecciones y las de este domingo responde, sobre todo, a la incertidumbre por la guerra comercial entre China y Estados Unidos y a la amenaza —ya sofocada— de un Brexit duro, así como a los síntomas de agotamiento del motor económico europeo: Alemania.
El Índice de Incertidumbre de Política Económica, elaborado por Luis Puch y Laurentiu Guinea, profesores de análisis económico de la Universidad Complutense, señala que la incertidumbre por la política económica creció desde mediados de 2018 hasta el segundo trimestre de 2019. Desde entonces, su peso ha perdido enteros. "Se estabilizó a pesar de las expectativas de nuevas elecciones", indica Puch.
En ese entorno exterior frágil, la actividad económica en España capea los síntomas de agotamiento internacional. A pesar de la desaceleración de los últimos meses, España mantiene una fortaleza mayor que muchos países del entorno, aunque los riesgos también acechan.
Crecimiento
La Comisión Europea rebajó esta semana cuatro décimas el crecimiento previsto del PIB español en 2019, hasta el 1,9%. Cuando se celebraron los comicios de abril, el país crecía al 2,2%, y en este momento, UBS calcula que crece al 2%. Roberto Scholtes, director de inversión de la entidad en España, atribuye la bajada a factores externos como la debilidad de las inversiones de capital fijo, la caída de las exportaciones y, sobre todo, de las "rentas de automóviles" por las dudas en torno a la electrificación de ese mercado —que aporta el 10% del PIB y que supone el 19% de las exportaciones, según ICEX—. Scholtes señala que los consumidores retrasan la renovación del coche "a la espera de la avalancha de modelos eléctricos".
Los expertos valoran el avance español en comparación con los países de su entorno
El experto de UBS, no obstante, advierte de que “la parálisis política y reformista” impide a España avanzar al ritmo de la revolución tecnológica, además de mermar el potencial de crecimiento: “Nos convierte en una economía madura, más débil, más a la italiana y que a duras penas es capaz de superar crecimientos del 1%”, añade. Gonzalo García, responsable de economía de Analistas Financieros Internacionales (AFI), critica la tónica política de los últimos meses, que pone en riesgo una “situación relativamente sólida lograda por lo que han hecho los gobiernos anteriores y por los saneamientos de la economía y las empresas en los diez últimos años”.
Mercado laboral
El deterioro de la economía parece haber afectado más al mercado laboral que al PIB. Los últimos datos del Ministerio de Trabajo, conocidos esta semana, arrojó el peor octubre en aumento de paro desde 2012 (97.948 parados más), aunque creció con fuerza la afiliación a la seguridad social (106.541 nuevos cotizantes). Puch asegura que el dato de paro no es tan negativo como dictan las cifras “si se descuenta el efecto de fin de mes”. Y añade: “Los efectos de calendario en el empleo en España son muy fuertes y el dato de paro, de fin de mes, se ha conocido con el dato de afiliación, que es de mitad de mes y representa mejor lo que está pasando”.
Por sectores, el responsable de economía de AFI destaca el empeoramiento de la construcción y, en los meses de verano, de la hostelería. Scholtes apunta a la otra cara de la ralentización en la contratación: el efecto de la subida del salario mínimo a 900 euros, que ha permitido “una mejora de la renta disponible”.
Mercado de vivienda
La compraventa de vivienda cayó un 21,1% en agosto respecto a doce meses antes, según la última estadística del INE. Una caída que supuso la primera contracción en los ocho primeros meses de un año desde 2014. Miguel Sebastián, profesor titular de economía de la Universidad Complutense, considera que la caída no se puede atribuir a la inacción política sino a “la incertidumbre que hubo con los cambios en la ley hipotecaria”. García, en cambio, afirma que medidas anunciadas para este mercado, como el incremento de vivienda de protección oficial, se vieron lastradas por las dudas en torno a la política, a lo que se suma el efecto de la desaceleración económica.
Inversión
Los expertos indican que a quien más afecta la inestabilidad política es a la inversión regional. El retraso de las entregas a cuenta del Gobierno a las autonomías “puede haber retrasado las decisiones de gasto, la contratación, la inversión o la compra de servicios en las comunidades autónomas”, señala García. “La falta de Gobierno se ha notado en las comunidades porque la prórroga presupuestaria no ha permitido dar el anticipo a cuenta”, apuntala Sebastián. El catedrático de la Complutense advierte de que una nueva prórroga presupuestaria puede “limitar el gasto o la inversión de algunos entes del Estado y de las autonomías y ayuntamientos”.
Déficit y deuda
Otra asignatura en la que España no ha conseguido avanzar en la pasada legislatura es en el saneamiento de las cuentas públicas. Bruselas mantiene la previsión de déficit en el 2,3% para este año, tres décimas más que el Gobierno. Además, las administraciones públicas marcaron un nuevo máximo de deuda en agosto: 1.210 millones de euros, cifra que equivale al 98,4% del PIB y que se aleja del objetivo del Gobierno para finales de año (95,8%).
García asume que la interinidad en las riendas del Estado “ha frenado el ritmo de avance en la reducción del déficit estructural, y se ha dado marcha atrás en medidas para frenar el déficit de la Seguridad Social”. Para Scholtes, “estamos en un entorno de tipos mínimos del BCE que facilitan el endeudamiento e introducen una bonanza adicional y un tanto artificial”. Y Sebastián valora la presión fiscal: no es momento de subir los impuestos, pero tampoco de bajarlos: “La situación fiscal y el déficit público no lo permiten”.
Del 28-A al 10-N
Control del alquiler. Un real decreto aprobado semanas antes del 28-A limitó las subidas anuales de los precios al incremento del IPC para todos los contratos nuevos de alquiler durante la duración del contrato firmado. Y amplió a cinco años la duración de la prórroga, frente a tres años.
Ley hipotecaria. En junio entró en vigor la última legislación sobre hipotecas. Con la nueva ley, el cliente obtiene más garantías de transparencia en la venta y la banca asume todos los gastos, excepto la tasación. La concesión de hipotecas se ha contraído, aunque la causa principal es la ralentización económica.
Precariedad laboral. Uno de los mayores empeños del Gobierno del PSOE la pasada legislatura fue la lucha contra los falsos autónomos. La ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, afirmó en agosto que el Ejecutivo regularizó 32.067 falsos autónomos y convirtió 173.957 contratos temporales irregulares en indefinidos en doce meses.