Las claves de una jornada yoyó en Wall Street: el Dow Jones rebota un 2,3% en su mejor sesión de la era Trump
El índice perfora los 10.000 puntos en su peor sesión desde el 4 de octubre El euro retrocede y deja atrás los 1,23 dólares Guindos achaca las fuertes caídas a la subida de tipos en Estados Unidos
Sesión no apta para cardiacos en Bolsa. Después de registrar su peor sesión desde 2011 y la mayor caída en puntos de su historia, el Dow Jones ha entrado este tarde en modo histeria con la volatilidad campando a sus anchas. El principal índice de Wall Street llegó a caer más de un 1% en la apertura y durante toda la sesión se ha debatido entre las pérdidas y las ganancias sin encontrar ningún rumbo claro.
Sin embargo, una hora antes del cierre, el índice industrial se decantó firmemente por el rebote. Cerró con un alza del 2,34% y registra su mejor sesión desde que Donald Trump fue elegido presidente de EE UU, el 8 de noviembre de 2016. Es más, para encontrar un alza similar hay que rmeontarse hasta enero de ese mismo año.
Un comportamiento similar han registrado el resto de índices de referencia en Estados Unidos. El S&P 500 avanza un 1,74% y el Nasdaq, un 2,13%.
Las alzas del parqué neoyorkino fueron respaldadas por algunas de las mayores empresas del mundo, del mismo modo que un día antes hundieron a los índices. Boeing, Apple, Chevron o Goldman Sachs subieron más de un 3%. Coca Cola y Exxon Mobile, por el contrario, cerraron en rojo.
Antes de que esto ocurriera, la histórica sesión del lunes hizo tambalear a todas las Bolsas europeas. El Ibex cerró con una caída del 2,5%, que le valió para perder los 10.000 puntos. Sin embargo, los descensos llegaron a ser más abultados al principio de la sesión con recortes de más del 3%. La apertura de Wall Street, no tan mala como se esperaba, ayudó a templar los ánimos.
Pese ha todo ha registrado su peor sesión desde el 4 de octubre, cuando se notaban en Bolsa las consecuencias del referendum ilegal de Cataluña del 1 de octubre. Y ha marcado mínimos de marzo de 2017, unos once meses atrás.
Los valores más penalizados han sido Cellnex y ACS, que se han dejado más de un 4%. Cerca de esa cota se situaron Iberdrola, Mapfre y Arcelor Mittal. Tan solo Siemens Gamesa consiguió escapar a las pérdidas y sumó un 0,56%.
Pero el hecho de que en la jornada de hoy no se repitiera la oleada de ventas de la víspera en la Bolsa estadounidense, reforzó la tesis de que los descensos bursátiles son la corrección –saludable y necesaria en opinión de los inversores– con la que purgar la subida demasiado vertical del inicio de año y que las caídas, lejos de indicar el inicio de un mercado bajista, no ponen en duda la continuidad del fondo alcista del mercado. “Esta caída es pasajera”, señalaba Gero Jung, Economista Jefe de Mirabaud Asset Management. “Todavía hay valor en la renta variable, aunque habrá momentos de volatilidad durante todo el año”, auguraban hoy en Deutsche Bank que, como muchas otras firmas de análisis, afirmaba no haber modificado su visión positiva para la Bolsa.
Las causas del descenso
¿Por qué entonces una caída bursátil tan intensa en tan poco tiempo? ¿Y por qué ahora? El detonante ha estado en la rápida subida de la rentabilidad de los bonos, en la expectativa de que el alza de la inflación podría forzar a la Reserva Federal a subir los tipos de interés este año más de lo previsto, incluso en cuatro ocasiones. Así, el rendimiento del treasury había pasado del 2,4% de finales del 2017 al 2,8% del pasado viernes. Y con tipos más altos, surgía el consecuente temor al encarecimiento del coste de financiación de las empresas y a la posible dificultad en el pago de sus deudas. Además, una subida de tipos de interés demasiado rápida podría tener el efecto perverso de precipitar la entrada en recesión de la mayor economía del mundo. En definitiva, afloró el temor a un error de cálculo por parte de la Fed, y también del BCE, en su proceso de retirada de estímulos. Esta inquietud se encontró además con el terreno abonado para echar raíces.
Goldman Sachs ya puso negro sobre blanco en un informe publicado a finales de enero el riesgo incipiente de corrección, recordando que enero había sido el mejor inicio de año para las bolsas globales en las últimas tres décadas. El índice S&P acumulaba además el mayor período desde 1929 sin una corrección de más del 5%. “La corrección es cada vez más probable”, advertía el gigante de la inversión. Y pocos días después la oleada de ventas se hizo realidad.
Corrección, no cambio de ciclo
Los expertos coinciden en señalar que, en un mercado que había alcanzado niveles de vértigo, el temor ante el alza de tipos ha sido el detonante, y la excusa, para recoger beneficios. Pero no ven verdaderos motivos para poner en duda el fondo alcista de la Bolsa, que prevén continúe apoyado en la solidez de la economía global y en los buenos resultados empresariales. “No hay riesgo de que Estados Unidos entre en recesión. Todo lo contrario, con un crecimiento esperado del 5 % en el primer trimestre (según la Fed de Atlanta) y unos balances sólidos de los hogares, las cifras resultan alentadoras. Tampoco es el caso de Europa. Debe considerarse la reacción de un mercado que estaba mal posicionado en cuanto a las expectativas de inflación y de la Fed, y que ahora se reajusta”, explica Gero Jung. “El entorno macroeconómico es el mejor en la última década y no esperamos ningún shock económico”, añade Michael O’Sullivan, director de inversiones de Credit Suisse Banca Privada.
Para los analistas de Deutsche Bank, su visión positiva de la Bolsa se justifica en el alto crecimiento económico, en especial en EE UU, y la baja probabilidad de que se produzca una recesión en los próximos 12 meses. A_esto se suma la solidez de los resultados empresariales. “Un 82% de las compañías del S&P que han reportado sus cifras lo han hecho por encima de lo esperado, lo que supone el porcentaje más alto desde 2007”, añaden en Deutsche Bank, donde descartan que la Fed vaya a tomar decisiones precipitadas. El otro temor que surgía estos días entre los inversores ante el alza de tipos –que las rentabilidades de la deuda superaran a los dividendos–, tampoco sería tal. “Es cierto que han subido las rentabilidades de la deuda, pero en términos relativos, los retornos siguen siendo muy bajos si se compara con las Bolsas”, zanjan en Deutsche Bank.
Más volatilidad
La intensidad de las caídas en Wall Street el lunes, y su prolongación al día siguiente en Europa, deja de todas formas un claro mensaje de cara a los próximos meses: 2018 va a ser un año mucho más volátil. El índice Vix de volatilidad ya registró un fuerte repunte el lunes, al trepar hasta el 37%, algo desconocido desde 2015. “Prevemos más episodios de volatilidad pero creemos que las valoraciones en la renta variable deberían ser capaces de tolerar tipos de interés a los actuales niveles”, señala Shoqat Bunglawala, responsable de Global Portfolio Solutions de Goldman Sachs Asset Management, que se suma a la tesis de que las caídas bursátiles son una corrección de corto plazo, no un giro del mercado. El vix en la sesión de hoy se mantenía en los niveles del 37%.
“La negociación será agitada en los próximos días”, advierte O’Sullivan. Prueba de esa mayor inestabilidad fueron los vaivenes del Ibex, que llegó a recortar sus caídas al entorno del 1% durante la sesión y las idas y venidas de Wall Street, oscilando entre las caídas y las leves subidas.
Los expertos también apuntaban al papel que, en situaciones de mercado como la actual, cobra la operativa automática en Bolsa, dominante en la pujante gestión pasiva en fondos de inversión. “Esta corrección era algo que podía ocurrir en cualquier momento dado el elevado nivel de sobrecompra y las exigentes valoraciones de muchos valores. No obstante, debemos destacar que nos sorprende la virulencia de la misma, algo que parece consustancial con los cada vez más abundantes sistemas de trading de alta frecuencia”, apuntan en Link Securities.
Oportunidades de compra
El panorama bursátil va a seguir siendo incierto en los próximos días y los gestores no animan a la caza inmediata de gangas. Tampoco a dejarse llevar por el pánico vendedor. “No es el momento de vender. Permanecemos neutros, pero es posible que aprovechemos esta bajada, dado el caso, para la recompra de acciones más adelante”, reconocen en Mirabaud Asset management. Desde credit Suisse Banca Privada apuntan que la caída bursátil puede servir para que los inversores vuelvan a poner el foco con más atención en los valores fundamentales de las compañías. “Destacamos que las compañáis europeas están cada vez más respaldadas por el crecimiento económico y de los beneficios”, añade la firma suiza. Para Link Securities, lo más probable es que los índices estadounidenses entren en lo que se considera una corrección técnica, en la que los precios caen más del 10% desde el último máximo y para lo que aún resta un ligero recorte. “Una vez se estabilicen, creemos que van a surgir interesantes oportunidades”, concluyen.