El Dow Jones se desploma un 4,6% en su peor sesión desde 2011
El selectivo español suma su tercer día a la baja y pone en peligro los 10.000 puntos Se trata de la mayor caída de Wall Street en puntos de su historia
Las correcciones se abren paso en el mercado. Y como todo inversor avezado sabe cuando el pánico se desata sobre los parqués no hay nada que le ponga cortapisas. Aunque el rojo marcó toda la sesión en Wall Street, fue en torno a una hora antes del cierre del mercado cuando de pronto el mercado, sin una causa inicialmente aparente que propiciase que todos los inversores decidiesen en un momento concreto como una soflama de Trump o los resultados de una empresa apretar el botón de las ventas, se desplomó.
El Dow Jones llegó a ceder casi un 6%. Los recortes después se han moderado hasta dejarse más de un 4% y cerrar su peor sesión desde 2011. Ha perdido 1.100 puntos, el mayor descenso en su historia. Desde que marcó los máximos del 26 de enero por encima de los 26.000 puntos, el Dow Jones se deja cerca de un 8%.
El S&P 500 se dejó un 4,1% y el Nasdaq, un 3,91%. Todo ello después de que la Bolsa neoyorquina cerrase el viernes su peor sesión en dos años. La caída de esta noche sume al Dow Jones y al S&P 500 en pérdidas anuales. El Nasdaq, sin embargo, escapa a ellas y sube más d eun 1% este año.
Las caídas en la renta variable se ven acompasadas por alzas en la divisa. El euro cae un 0,3% frente al dólar hasta perder los 1,25 billetes verdes. Todo ello al ritmo que se disparó la volatilidad. El índice VIX llegó a subir un 100% hasta máximos de 2015.
El desplome en Wall Street está secundado por las mayores compañías del mundo. Las ventas se han extendido a todos los sectores. No se han librado ni petroleras como Exxon Mobile o Chevron ni gigantes del consumo como Macdonnals o Coca-cola, farmacéuticas (Pfizer o Johnson &Johnson) o industriales como Boeing. Y hasta los grandes bancos, entre los que se encuentran Goldman Sachs o JP Morgan. Todas ellas han cedido cerca del 5%. Tan solo se pueden contentar algo las tecnológicas, que pese a caer lo hacen menos que el resto.
La excusa que está sirviendo de corrección en las últimas sesiones es el repunte de las rentabilidades de la deuda que tienen su mejor reflejo en los bonos de EE UU y Alemania. Después de años en los que la deflación llevó a los bancos centrales a desplegar todas sus armas para combatirla, ahora los precios empiezan a dar síntomas de recuperación. Aunque la eurozona continúa lejos de una inflación próxima al 2%, la mejora de los salarios en la primera economía del mundo, por primera vez desde el estallido de la crisis, sumado al impacto de la reforma fiscal de Donald Trump llevan a los inversores a descontar una subida de los tipos de interés más agresiva. De momento, Jerome Powell, que juró su cargo al frente de la Reserva Federal (FED) no se ha pronunciado y el mercado solo está poniendo en precio tres subidas de tipos este año, en línea con las previsiones de la institución. Pero el simple rumor de una posible aceleración en el proceso de subida de las tasas es suficiente para desatar los nervios entre los inversores.
Los inversores, no obstante, pusieron freno a los ascensos. Aún así la rentabilidad del bonos de EE UU a diez años está en máximos de enero de 2014 (2,84%) y la del bund, en niveles de septiembre de 2015 (0,74%). El ascenso en la deuda alemana ha favorecido a la prima de riesgo española que permanece al filo de los 70 puntos básicos.
Sin embargo, el repentino crac en Wall Street se extendió también al mercado de deuda. El bono a 10 años pasó en unos minutos de ese 2,84% al 2,72% para después repuntar.
Las firmas de análisis ya lo advertían en sus perspectivas para 2018, y aunque elegían a la renta variable como el principal activo, afirmaban como riesgo la corrección en la Bolsa americana. La semana pasada Goldman Sachs apuntó que la corrección era inevitable pues el S&P 500 estaba inmerso en su periodo más largo sin corrección de más del 5% desde la Gran Crisis (1929). La tendencia se ha roto precisamente hoy.
Después de que el viernes la Bolsa española registrara su mayor caída intradía desde el 4 de octubre, el lunes las ventas volvieron a primera plana.El selectivo español cedió un 1,44% en su tercera sesión consecutiva a la baja.En este periodo, laBolsa española retrocede un 3,7% y deja reducida a la mínima expresión las ganancias acumuladas en el conjunto del año (0,2%), situándose al filo de los 10.000 puntos. Solo tres valores (ArcerlorMittal, Sabadell y Abertis) escaparon a los números rojos. En el lado opuesto se situaron Técnicas Reunidas (-3,85%), Dia (-3,17%) y Grifols (-2,81%).
La toma de beneficios no es algo exclusivo del Ibex 35, sino que se extiende al resto de índices europeos. El Mib italiano, el índice que mejor comportamiento venía registrando en este inicio de año, se convirtió en el farolillo rojo tras anotarse una caída del 1,64%. No obstante, a diferencia del española, la Bolsa italiana consigue ganar un 4,4% en lo que va de año. Les siguen de cerca el Cac francés, con un descenso del 1,48%; el FTSE británico (1,46%), el Euro Stoxx (-1,26%) y el Dax alemán (-0,76%), que tras perder la semana pasada la barrera de los 13.000, y hoy, los 12.700 puntos.