Dónde están las oportunidades de inversión en 2018
Las Bolsas serán el activo estrella, con especial brillo de banca y tecnología. El Ibex se erige como uno de los índices predilectos La expectativa de alza de tipos amenaza el ‘rally’ de la renta fija, que exigirá mayores dosis de riesgo, en especial en emergentes
Los inversores dan carpetazo a un 2017 cargado de eventos políticos y saludan a un 2018 que se presenta más tranquilo en este sentido, con apenas las elecciones generales en Italia y los detalles de las negociaciones del brexit en la agenda, pero en el que cobrarán protagonismo la macroeconomía y los movimientos de los bancos centrales. Las perspectivas de los expertos para el nuevo año coinciden en tres puntos: la economía se mantendrá boyante, las ganancias en la renta fija tocan a su fin y la renta variable será el activo estrella al conservar potencial alcista…aunque el gran reto será poder superar el extraordinario rendimiento cosechado por los activos de riesgo en el ejercicio que termina. Así, las principales apuestas son los mercados emergentes, Europa antes que Estados Unidos, los valores tecnológicos y financieros, y también la Bolsa española, siendo el Ibex 35 el índice predilecto de no pocas firmas de análisis, con objetivos más allá de los 11.000 puntos.
Credit Suisse destaca que “el crecimiento económico será sostenido, incluso en un momento en el que las políticas monetarias empiezan a tornarse menos acomodaticias. Además, la inversión empresarial, contenida en los últimos años, se convertirá en un importante catalizador”. Con este panorama, “los inversores pueden seguir esperando unas sólidas rentabilidades en 2018, si bien más limitadas tras el excepcional 2017”, asegura.
Varun Ghotgalkar, estratega de AXA IM, conviene que a las acciones “todavía les queda espacio para crecer”, dado que “las valoraciones no están en niveles excesivos” y el entorno macroeconómico es halagüeño. Su escenario central es que las acciones globales rindan entre un 5% y un 10%, con los mercados emergentes a la cabeza. Goldman Sachs AM apuesta por una expansión económica global, aunque algo más moderada, y por un mejor comportamiento de la renta variable respecto a otras clases de activos. Se muestra más a favor de los emergentes y de la Bolsa europea frente a la americana. Igualmente, en Citi prefieren las acciones -especialmente europeas- sobre los bonos y esperan un beneficio por acción del 10%-15% en Europa ante lo que definen como un “crecimiento sincronizado”, aunque auguran más volatilidad. Por sectores, se inclinan por elcíclico, financiero y de productos básicos.
La opinión mayoritaria es que el impuso de las Bolsas continuará gracias a la solidez económica, a los beneficios empresariales y también a la reforma tributaria en EE UU, que apoyará especialmente al sector financiero y tecnológico. Bankinter apunta que las Bolsas materializarán avances de entre el 10% y el 20%.
Si bien Wall Street y otros índices europeos como el Dax se sitúan en máximos históricos, los gestores de Legg Mason consideran que los valores estadounidenses siguen albergando oportunidades, aunque dicen que son los mercados emergentes, y China, los mejor posicionados para brillar. “La renta variable estadounidense seguirá revalorizándose, pero es el momento de ir más allá”. Desde Lazard AM apuntan que las Bolsas de los mercados emergentes “aún cotizan con un descuento atractivo”, y Allianz GI también ve oportunidades en emergentes, tecnología e infraestructuras en Asia, banca en EE UU y renta variable europea.
El sólido crecimiento económico, la reforma fiscal en EE UU y la inversión empresarial serán los catalizadores para nuevas subidas en las Bolsas tras los altos rendimientos cosechados durante 2017
Pero hay quienes advierten contra el “excesivo optimismo”, como Franck Nicolas, director de inversiones de Natixis AM, que afirma que “los inversores tienen una exposición masiva y la más mínima interrupción o incluso la simple toma de beneficios por razones técnicas podrían empujar a los mercados a una espiral descendente”. Por su parte, Bank of America Merrill Lynch estima “unos sólidos retornos en las acciones, que alcanzarán máximos durante la primera mitad del año”, al tiempo que advierte de una “probable corrección a mitad del año”. La firma prevé que el S&P 500 suba a 2.800 puntos en 2018 desde los 2.600 actuales. Gabriel J. López, Director General de Inverdif Asesores EAFI, lo sitúa entre los 2.850 y los 2.900 puntos con un crecimiento de los beneficios del 9%. Para José Luis Moreno, del equipo de gestión de Abaco Capital, no cabe olvidar que la Bolsa americana está valorada de forma muy exigente y Europa tiene cierta sobrevaloración. “Sin embargo, el QE y la lejanía de la subida de los tipos hace pensar que va a ser un año moderadamente positivo”.
En cuanto a la Bolsa española, los expertos recalcan el peor comportamiento del Ibex afectado por el conficto catalán, pero si se normaliza la situación, es probable que en 2018 se mueva en un rango entre los 11.000 y los 11.400 puntos. BBVA AM cree que el selectivo español “merece una atención especial” en 2018, cuando podría avanzar más de un 12% hasta superar los 11.500. Santander AM fija el objetivo en los 11.200, lo mismo que BNP Paribas Personal Investors. Gesconsult también pone el foco en la Bolsa española por “la brecha abierta entre España y la eurozona”, con la banca como su sector preferido. “Encontramos que a pesar de que los beneficios están acompañando, la Bolsa española se encuentra en mínimos de los últimos años, lo que eleva su atractivo”, afirman. Bankinter cree que sin la incertidumbre de Cataluña el Ibex podría superar los 12.000. Deutsche Bank se muestra más cauto y establece el objetivo en los 11.000 puntos.
Pero si en algo se invita a la cautela es en el mercado de renta fija. Por lo pronto, la nueva fase de normalización de la política monetaria amenaza el ‘rally’ de la renta fija, con una tendencia al alza de las rentabilidades en 2018 y un menor atractivo de la deuda pública por el nivel de los tipos a largo plazo. “Los precios de la renta fija son “demasiado buenos para ser verdad”, opinan en Julius Baer, donde ven oportunidades en los mercados emergentes de divisas fuertes, bonos bancarios convertibles contingentes y vinculados a la inflación. En la misma línea se pronuncian Amundi AM, donde esperan una normalización de las tasas de inflación, y también Valentín García-Purriños, de MoraBanc AM, que traslada que en renta fija “la estrategia debería ser de gestión y no de buy and hold”, siendo selectivo en deuda corporativa y emergente. Óscar Germade, analista de BNP Paribas PI, aconseja “ser cautos con la parte de crétido, principalmente en EE UU”. Y Victoria Torre, de SelfBank, considera que aunque el repliegue de los estímulos será lento y gradual, “será un reto conseguir conseguir rentabilidades en la parte más conservadora de la gama” y ve oportunidades en renta fija corporativa, pero más en high yield que en bonos con grado de inversión. Por su parte, Bill Chepolis, jefe de renta fija para EMEAde Deutsche AM, apunta a los bonos corporativos donominados en dólares. “Este próximo año, la duración activa y el manejo de las divisas serán importantes”, manifiesta.
Desde Unigestión, Guilhem Savry resume que “el ajuste de los bancos centrales sería menos preocupante si se reduce la exposición a los activos sensibles a la duración”.
DIVISAS: A expensas de la normalización monetaria
Las divisas seguirán bailando al son de las decisiones de los bancos centrales sobre la normalización monetaria, que para Enrique Díaz-Alvarez, director de riesgos de Ebury, serán un “factor crítico” en 2018. Espera un “entorno positivo para el dólar a medida que la Fed suba tipos y amplíe el diferencial con la eurozona”. Cree que las presiones inflacionistas se verán antes en EE UU que en la zona euro, por lo que prevé presiones a la baja sobre la moneda única. Otras firmas difieren. Para Sergio Ávila, de IG Markets, el par euro-dólar se encuentra en un proceso de lateralización entre 1,1609 y 1,2035, “niveles claves durante el año que entra”. José Luis Moreno, de Abaco Capital, ve “probables” niveles de 1,18-1,20 hacia finales de 2018. En BNP Paribas PI auguran una fortaleza del dólar en la primera parte del año, con el euro dirigiéndose hacia los 1,12 para después remontar a 1,20-1,22. Victoria Torre, de SelfBank, lo sitúa en 1,25 dólares si persisten los buenos datos macro. La libra está pendiente del acuerdo final sobre el brexit y más subidas de tipos del BoE.
PETRÓLEO: El exceso de oferta y China seguirán en el punto de mira
La OPEP ha logrado extender los recortes de crudo hasta finales de 2018, pero los expertos afirman que el cartel seguirá esforzándose por reducir la producción para aumentar los precios, dada la demanda creciente en China e India. Pero un precio superior a 60 dólares no interesa nada a Rusia, lo que podría poner en peligro el pacto. Además, EE UU seguirá aumentando su producción y” parece que el exceso de oferta continuará siendo la tónica”, dice Sergio Dávila, de IG Markets. Desde ETF Securities sostienen que el petróleo se debilitará a medida que el enfrentamiento entre EE UU y la OPEP continúe. En Abaco Capital estiman que el petróleo Brent se consolide en un rango entre 60 y 70 dólares. Según Credit Suisse, el sólido crecimiento económico debería seguir apuntalando la demanda de las materias primas y el crudo “se negociará en una horquilla limitada”. BNP Paribas PI espera una corrección del Brent hacia 50-55 para terminar el ejercicio más cerca de 65-70. El rango objetivo de Lombard Odier es 50-65, con un promedio de 57 dólares el barril.