_
_
_
_

La Fed baja hoy tipos pero Trump pone en duda la senda de recortes futura

Las expectativas de recortes de tipos de EE UU en 2025 se enfrían ante la política de aranceles y rebajas de impuestos del republicano. Los inversores temen las interferencias de Trump sobre la Reserva Federal

Donald Trump y Jerome Powell, durante la presentación de Powell como presidente de la Fed en 2017.
Donald Trump y Jerome Powell, durante la presentación de Powell como presidente de la Fed en 2017.REUTERS
Nuria Salobral

El mercado de deuda reaccionó ayer con contundencia a la victoria de Donald Trump. El segundo mandato del magnate republicano provocó un importante repunte en las rentabilidades de los bonos soberanos estadounidenses a más largo plazo: en el bono a 30 años fue el mayor incremento en un día desde la pandemia, en 2020. Esa tensión en la deuda soberana llega a pesar de la rebaja de tipos que previsiblemente decidirá hoy la Fed y que el mercado da por hecha.

Será el segundo recorte consecutivo después del cambio de rumbo emprendido en septiembre, con una drástica rebaja de tipos de medio punto. Jerome Powell ya avanzó que no tiene prisa por acelerar la rebaja del precio del dinero y los indicadores de inflación indican que la batalla contra el alza de precios aún no ha terminado del todo, lo que apunta a una senda de descensos más comedida, como el cuarto de punto que se espera para hoy. El triunfo de Trump y sus políticas arancelarias y fiscales, que se esperan alimenten nuevas subidas de precios, se ha cruzado en el horizonte de bajadas de tipos en EE UU y amenaza con ralentizar o frenar su ritmo, tal y como está reflejando el mercado de bonos.

El triunfo de Trump impacta en el mercado de bonos

El dato de inflación de octubre en EE UU se conocerá el próximo día 13 y se espera una tasa interanual del 2,6%, mientras que la inflación subyacente aún estaría por encima del 3%, en el 3,3%, según prevé el consenso. El dato revisado de septiembre mostró un alza del IPC del 2,4% (3,3% subyacente). En cuanto al empleo, la otra gran variable que marca la actuación de la Fed junto a la estabilidad de precios, dejó en octubre el menor dato de creación de empleo de toda la presidencia de Joe Biden. El indicador está muy distorsionado por el efecto de los huracanes y las huelgas, pero es una muestra más de que el mercado laboral estadounidense se está enfriando. Y de que es momento de continuar bajando los tipos de interés.

La Fed también avanzó en septiembre que se planteaba otras dos bajadas de tipos más de 0,25 puntos hasta final de año. Es decir, el recorte que se espera para hoy y otro más en la reunión del 18 de diciembre. Sin embargo, el mercado prevé ahora esa rebaja con menos convicción. Y la expectativa de recortes se enfría aún más de cara a 2025 tras el triunfo de Donald Trump y el probable control republicano de ambas cámaras, lo que daría vía libre a la aplicación de las duras medidas planteadas en campaña en materia de aranceles e inmigración. “La Reserva Federal ahora enfrentará la tarea de evaluar la presión inflacionaria que pueda traer este nuevo gobierno. Los mercados ya anticipan un repunte de la inflación y menos recortes de tasas el próximo año. A largo plazo, cualquier intento de debilitar la independencia del banco central podría debilitar la confianza en el dólar y cambiar el panorama”, advierte Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch.

El mercado de futuros daba ayer una muestra de cómo han cambiado las expectativas sobre los tipos de EE UU antes y después de las elecciones. Para la reunión de la Fed de marzo del año próximo, la probabilidad de que no hubiera entonces recorte de tipos ha crecido del 24% de la jornada del martes al 30,7% de ayer. Y para la cita de mayo, la apuesta ahora mayoritaria, con un 38,2% de probabilidades, en que los tipos queden en la banda del 4%-4,25%, solo medio punto por debajo tras la rebaja que se espera para hoy. Hace un mes, los futuros solo daban un 13% de probabilidades a ese nivel de tipos para entonces.

Las apuestas muestran ahora que los inversores esperan que la Fed ponga antes fin a los recortes del precio del dinero. En el banco suizo Lombard Odier prevén que la Fed concluirá su ciclo de rebajas en el primer trimestre de 2025, hasta dejarlos entorno al 4%. “Esto representa un enfoque más cauteloso en los recortes, en comparación con nuestras expectativas antes de la elección, ya que el banco central probablemente responderá al riesgo renovado de inflación”, explican. Ese riesgo inflacionista se justifica en la intención de Trump de imponer unos aranceles de al menos el 10% a todas las importaciones, que se elevan al 60% para los productos chinos, y a establecer duros controles a la inmigración. En definitiva, precios más elevados para los bienes de consumo y salarios más altos al prescindir de mano de obra inmigrante. En Axa IM calculan que sin el aumento neto del 2% de la mano de obra inmigrante el año pasado, los salarios y, por tanto la inflación, no habrían descendido en Estados Unidos.

Además del efecto inflacionista de sus políticas, los inversores también temen la política fiscal de Trump, que promete más gasto y menos impuestos. Es decir, más déficit público y más nivel de endeudamiento. El déficit público de Estados Unidos es del 6,3% del PIB y la deuda pública, del 118%, y su reducción no está de momento en las propuestas económicas de Donald Trump. “La agenda fiscal expansiva de Trump, cuyas políticas se espera que añadan entre 4,1 y 5,8 billones de dólares al déficit presupuestario en los próximos 10 años, debilitaría aún más las métricas fiscales. La aplicación de políticas más proteccionistas y contrarias a la inmigración podría frenar a largo plazo el crecimiento económico y probablemente aumentar la inflación”, sostiene Dennis Shen, analista del sector público y soberano de la agencia de rating Scope. Tras su victoria de 2016, Trump inició su primer mandato con una deuda del 76% sobre el PIB y un déficit de tan solo 2,9%. Ahora en cambio su margen de maniobra en el terreno fiscal está claramente mucho más limitado.

El partido republicano se ha asegurado el control del Senado y aspira también a controlar la Cámara de Representantes, en un recuento que se prolongará aún durante días o semanas. El control de ambas cámaras será determinante para que Trump pueda desarrollar su política comercial y fiscal, pero su aplicación completa tendrá efectos sobre la inflación, la consolidación fiscal y también sobre el crecimiento, según prevén en Axa IM. “Suponiendo una amplia aplicación de las políticas de Trump a lo largo de 2026, esperamos ver importantes vientos en contra para el crecimiento en 2026″, señalan en la gestora francesa. En Axa IM contemplan solo dos recortes más de tipos por parte de la Fed, en diciembre y marzo, y “el riesgo de una marcada ralentización del crecimiento, con la Fed reanudando los recortes de nuevo en 2026″.

La independencia de la Fed

El potencial impacto de las políticas económicas de Trump sobre la política monetaria de la Fed está claro a ojos de los inversores, que temen también las interferencias del próximo presidente de EE UU sobre las decisiones y la independencia de su banco central. El magnate republicano no ha dudado en criticar abiertamente a Jerome Powell y en presionarle para que bajara los tipos, aunque su margen legal para condicionar a la Fed es escaso. El control del Senado sí le permite en principio elegir a un candidato afín para las vacantes en el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la Fed. Pero solo habrá que sustituir a un miembro antes de 2028 (Adriana Kugler, en enero de 2026), y la elección de quién sustituirá al presidente Powell al final de su mandato, en mayo de 2026, tendrá que hacerla el presidente de EE UU entre la Junta de Gobernadores de ese momento. Además, la modificación de la estructura institucional de la Fed requiere al menos un 60% de votos en el Senado, un objetivo difícil de alcanzar. La independencia de la Fed será en todo caso clave para mantener el apetito comprador de los inversores ante un nuevo entorno desafiante. No en vano, el gobierno de Trump deberá responder al vencimiento de bonos por más de 6 billones de dólares en 2025.

Más bajadas de tipos del BCE

El rendimiento de los bonos soberanos de la zona euro también reaccionó con ascensos a la victoria de Trump, aunque de forma muy modesta. De hecho, Europa recibe con inquietud el impacto que la política arancelaria de Trump puede tener en su economía, al filo de la recesión, con Alemania y Francia, las dos grandes potencias económicas del club europeo, en horas muy bajas. Ante la victoria de Trump, Goldman Sachs no ha dudado en recortar su previsión de crecimiento para la zona euro al 0,8% en 2025, frente a su estimación anterior del 1,1%, y al 1,1% en 2026, una décima menos. Para Alemania, la guerra comercial rebajará a casi la mitad el crecimiento estimado para 2025, al 0,5%, frente al 0,9% de la previsión anterior de Goldman.

El banco estadounidense también prevé más recortes de tipos por parte del BCE, hasta dejar la tasa de depósito en la zona euro en el 1,75%. Tras el triunfo de Trump, ha añadido un recorte más de 25 puntos básicos en julio de 2025. “Una victoria republicana completa podría traducirse en tipos más altos en EE UU de lo que el mercado prevé actualmente, pero también podría llevar a tipos más bajos de lo esperado en el resto del mundo, particularmente en Europa, debido a la presión que los aranceles podrían ejercer sobre el crecimiento europeo más que sobre la inflación”, concluyen en Lombard Odier.


Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

_
_