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Razones a favor y en contra de invertir en banca ante el fin de las alzas de tipos

Salvo BBVA, los bancos españoles continúan por debajo de sus máximos de marzo y afrontan la exigencia del mercado de seguir respondiendo con más dividendos y recompras de acciones

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GETTY IMAGESpeshkov (Getty Images/iStockphoto)

Marzo y la crisis de la banca mediana en Estados Unidos marcó un antes y un después en las cotizaciones de la banca española, que ese mes conocieron sus valoraciones más bajas del ejercicio. Tras un año de euforia, volvieron de golpe los interrogantes al sector, alimentados también por las cambiantes expectativas de la economía y las especulaciones sobre la política monetaria de los bancos centrales. A un trimestre de terminar el año, el balance del Ibex bancario en el año es muy positivo con un alza acumulada de casi el 20% que, sin embargo, oculta contradicciones: Santander (24%), BBVA (32%) y Sabadell (24%) suben con fuerza, mientras caen ligeramente CaixaBank (-0,08%), Bankinter (-4%) y Unicaja (-2,8%).

La acción de BBVA, en máximos de 2018

Beneficios históricos en el primer semestre del ejercicio, apoyados en la subida de los tipos de interés y en unos márgenes financieros (diferencia entre el interés que se cobra en los créditos y la remuneración que se paga por los depósitos) disparados se enturbian con una previsión de desaceleración económica –con la recesión cada vez menos probable en España– que aumente la morosidad crediticia y deteriore esos márgenes ante un paulatino encarecimiento de los depósitos. El efecto de las subidas acumuladas en el precio del dinero en la zona euro también está provocando un freno, esperado por el BCE, en la concesión de créditos, claves para el sostén del negocio bancario.

Los inversores están a la defensiva con los bancos –dicen los expertos consultados–, a pesar de que cotizan por debajo de su valor en libros, que cuentan con elevadísimas provisiones, en torno al 70% para hacer frente a la morosidad, y van tan sobrados de capital que se permiten pagar generosos dividendos y anunciar recompras de acciones. El resultado de los test de estrés de 2023 fue especialmente positivo para las entidades crediticias españolas, ya que demostró su resistencia ante las recesiones.

Nuria Álvarez, analista de bancos en Renta 4, intenta encajar las piezas entre la desconfianza que aún persiste en buena parte de la comunidad inversora y los buenos múltiplos de la banca. “La situación vivida durante seis años con tipos cero y negativos no fue normal, como tampoco lo ha sido la subida del precio del dinero, que nunca se había producido de forma tan rápida. Iremos hacia una normalización del sector bancario y eso implica que los márgenes deberán reducirse y que en 2024 el beneficio caerá un poco”, explica. En esta misma línea, Chiara Romano, directora asociada de instituciones financieras de Scope Ratings, indica que “los beneficios son sólidos, pero el margen de crecimiento a partir de ahora es limitado”.

Menos beneficios

El sector no puede vivir eternamente en esa excepcionalidad positiva de 2022 y parte de 2023. Pero si no se avecina una gran crisis económica, su fortaleza actual convierte a la banca en un sector apetecible para invertir, dicen los expertos. Aunque siempre hay excepciones. Tom Lemaigre, gestor de carteras de renta variable europea de Janus Henderson, es uno de esos expertos escépticos: “Tenemos una opinión contraria sobre los bancos. Preferimos otras áreas cíclicas como industriales y materiales, o historias concretas de buenos valores”, explica.

Rafael Alonso, analista del sector en Bankinter, indica que “los bancos tenían que haber subido más, de no ser por la crisis de la banca pequeña en Estados Unidos y los problemas de Credit Suisse. La expectativa de tipos largos por un periodo prolongado de tiempo es un buen soporte para resultados y valoraciones. Ello llevará a que, al menos, hasta el segundo trimestre de 2024 las entidades publicarán buenos beneficios”. Y añade, respecto a las incertidumbres: “Los actuales niveles de tasa de desempleo apuntan a que no se producirá un deterioro crediticio y los bancos están sobrados de provisiones para hacer frente a fenómenos adversos. Además, están cotizando con valoraciones atractivas”, explica.

Por su parte, Marisa Mazo, subdirectora de análisis de GVC Gaesco, espera un menor crecimiento de los márgenes como consecuencia de una mayor retribución del pasivo. Esta experta destaca tres hechos diferenciales y muy positivos respecto a la pasada crisis bancaria. “No hay crédito promotor inmobiliario; hay menos crédito hipotecario de las familias cuya evolución dependerá del empleo y, por último, una buena parte del crédito empresarial está respaldado por el ICO”, concluye.

El margen financiero de la banca sigue fuerte y, además, las entidades verán incrementadas las comisiones de gestión de fondos ya que buena parte del dinero que se ha ido de los depósitos ha recalado en vehículos de inversión de los propios bancos, según comenta Ignacio Cantos, socio director de Atl Capital. Descarta un fuerte repunte de la morosidad, aunque el punto negro del sector es la caída del crédito. “El sector cotiza un 10% por debajo respecto a sus máximos de marzo, con la excepción de BBVA que se encuentra ahora en el mejor momento del año: esta entidad ofrece una gran capacidad de resiliencia. Únicamente no estaría invertido en el sector en caso de depresión económica”, explica. Por último, indica que el PER de la banca (veces que el beneficio está contenido en el precio de la acción) es bajo, en torno a las 5 o 6 veces de media. Destaca a Sabadell como el título más barato con un valor en libros de 0,4 veces, con Santander en 0,6 veces, siendo BBVA el más caro de entre los que cotizan con descuento, en torno a las 0,9 veces. Bankinter es la excepción al cotizar con una mínima prima sobre su valor en libros.

Nuria Álvarez, de Renta 4 Banco, espera una caída del margen de intereses para el sector. Ahora bien, las entidades no tendrán necesidad de hacer nuevas provisiones para atender aumentos de la morosidad ya que el punto de partida es muy bueno. “Las menores aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos y también al Fondo Único de Resolución en 2024 les dan margen para cualquier evento imprevisto en morosidad”, indica. Otro aspecto positivo es que los incrementos de costes para las entidades caerán en línea con una menor inflación. También apunta a que el mantenimiento de tipos de los bancos centrales en los niveles actuales es una noticia más positiva que nuevas alzas de tasas. “Esto permitirá que el PIB no se desacelere tanto y que las empresas se estabilicen y puedan endeudarse a largo plazo”, explica. Y, por último, considera que tomar posiciones en el sector financiero es una buena opción a medio y largo plazo por el favorable binomio de rentabilidad/riesgo del sector, con altos pagos de dividendo y recompras de acciones.

Declive económico

Las expectativas de los expertos apuntan a una positiva evolución de la banca española, aunque el dinero sigue mostrándose desconfiado hasta ver la profundidad de la desaceleración en la economía española. Sin duda, los informes de organismos internacionales en ningún caso hablan de recesión.

Banco Sabadell y BBVA son las apuestas más firmes para los analistas de Bankinter. Consideran que Sabadell ofrece una valoración baja en Bolsa y cuenta con un equipo gestor que ha conseguido darle la vuelta a la entidad, que ha recuperado el euro por acción. En BBVA destacan la fantástica marcha de su franquicia en México y resaltan que los problemas de Turquía se están reconduciendo, con una vuelta a una política monetaria más ortodoxa. Además, el banco ofrece una rentabilidad por dividendo del 8%.


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