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Invertir en inteligencia artificial: subidas de cerca del 30% en los fondos especializados

La moda inversora en esta temática está dejando cuantiosas ganancias de la mano no solo de Nvidia, sino también de Microsoft o Meta. El rally tiene ingredientes de ‘mini burbuja’ pero los expertos ven un sólido potencial de fondo

Las tecnológicas de EE UU en Bolsa
Carlos Cortinas Cano
Fernando Belinchón

Inestabilidad bancaria, tensiones por las subidas de tipos o negociaciones de techos de deuda que apuran hasta el último minuto no son rivales para el tema estrella de 2023. El tsunami de la inteligencia artificial acapara los focos de los mercados y se ha convertido en el más brillante rayo de optimismo para las valoraciones. Según Goldman Sachs, a lo largo de la temporada de resultados, que ya está dando sus últimos coletazos, ha habido más de 1.600 menciones a la inteligencia artificial (IA) en las presentaciones de empresas estadounidenses y europeas. Este impulso ha cristalizado en forma de amplias ganancias en los fondos y firmas más relacionados con ella.

Los inversores disponen de un amplio abanico de empresas cotizadas y fondos especializados en la temática más prometedora del momento, de la que Nvidia y su rally bursátil se ha convertido en el mejor exponente. Allianz Global Artificial Intelligence es el fondo con más activos bajo gestión de esta categoría. Según Morningstar, acumula más de 6.500 millones de euros. En lo que va de año, ofrece una rentabilidad del 27,21%. Despuntando entre sus pares, el ETF Global X Robotics & Artificial Intelligence renta más de un 33,7% en lo que va 2023. El fondo Echiquier Artificial Intelligence rinde otro 32,45%, mientras que el Thematics AI and Robotics Fund, de Natixis, acumula una revalorización del 24,16%.

Junto a estos grandes fondos siempre hay una gran selección de empresas que han tenido un buen desempeño y que están haciendo una clara apuesta por la inteligencia artificial. Las cinco mayores posiciones del Allianz Global AI son Microsoft, Amazon, Meta, Tesla y el fabricante de chips On Semiconductor. De estas cinco empresas, sospechosas habituales en lo que a tecnología se refiere, la que peor rendimiento ha tenido en 2023 es Microsoft, que “solo” sube un 38,6%.

Los gestores y analistas apuntan a que esas alzas tan destacadas hunden sus raíces en un estrato de sólidas justificaciones. Johannes Jacobi, especialista de producto y miembro del equipo de inversión del fondo Allianz Global Artificial Intelligence, defiende que estamos en las primeras fases de un cambio disruptivo masivo provocado por los avances en inteligencia artificial y su despliegue, y que estas innovaciones impulsarán un crecimiento significativo para las compañías que sean capaces de aprovechar e impulsar esa disrupción en sus respectivos sectores.

La cuestión es encontrar a esas compañías capaces de aprovecharla. Para ello, existen varias clasificaciones sobre cómo distinguirlas. Luca Menozzi, next generation research analyst en Julius Baer, identifica tres corrientes de posibles beneficiados. En primer lugar, el experto habla de “facilitadores y adoptantes”. Esta corriente está compuesta por las compañías que desarrollan la IA y también por aquellas que la usarán para ofrecerla a usuarios finales o para implementarla en su operativa de negocio. Las empresas dedicadas a la nube (almacenamiento de datos online) componen la segunda corriente para Menozzi, ya que la demanda de infraestructuras de cloud computing será más elevada en el futuro. Por último, apunta a los fabricantes de hardware y, de forma más concreta, a los de semiconductores.

El gestor de Allianz considera que saber separar el grano de la paja en la carrera de la IA va a ser una tarea fundamental a la hora de cuidar de la rentabilidad futura de las inversiones. Jacobi advierte que, debido a la IA, las empresas estarán sujetas a una suerte de “darwinismo digital” en el que habrá ganadores y perdedores. “Para los inversores en renta variable, esto significa un enfoque centrado en la selección de valores, que reconozca los matices entre los sectores y dentro de ellos, y el impacto desi­gual que tendrá el rápido desarrollo y despliegue de la IA”, dice, antes de enumerar a los fabricantes de hardware o a prestadores de servicios como la punta de lanza de esta transformación.

Precisamente, un fabricante de hardware, Nvidia, es el valor más alcista en lo que va de año dentro del S&P 500, con una subida que ronda el 170%. “Gran parte de este comportamiento se debe al continuo desarrollo de herramientas relacionadas con la inteligencia artificial. Tiene una cuota de mercado de procesadores de IA del 80%. En este sector, las barreras de entrada son muy altas debido a su complejidad técnica”, explica sobre la empresa Joaquín Robles, analista de XTB. Nvidia es un ejemplo de lo que la fiebre IA puede hacer, pero otras grandes firmas como Meta, Alphabet o Microsoft han visto un impulso que recuerda al que experimentaron con la pandemia.

¿Seguirá el rally?

Si bien existe unanimidad en torno al potencial de la IA, hay división entre los expertos sobre si estas subidas se prolongarán o no. Bank of America habla de “burbuja bebé” y hace referencia a cómo en esta semana entraron más de 8.500 millones de dólares en fondos relacionados con la tecnología, un máximo histórico. Javier Molina, analista sénior de mercados para eToro, repara en que nos encontramos con un mercado muy cerca de máximos y unas valoraciones que empiezan a sugerir excesos, lo cual es un motivo para extremar la cautela.

Por el contrario, otros consideran que aún hay margen para más optimismo. En opinión de Daniel Maier, jefe de inversión temática y gestor de cartera de Vontobel, las expectativas para esperar más subidas se fundamentan en que la escala de impacto de la IA es mayor que la de otras fiebres tecnológicas disruptivas a las que, a priori, puede recordar. “Esto sucede porque la IA tiene la capacidad de utilizarse en una amplia gama de industrias, mientras que el metaverso o el fenómeno de finanzas descentralizadas se limitan a aplicaciones específicas”, afirma Maier, antes de apostar por los “sospechosos habituales” como los principales ganadores a seguir. “Es probable que Google y Meta posean cantidades considerables de datos en comparación con otras empresas tecnológicas, lo que les dará una ventaja competitiva con sus modelos lingüísticos. Microsoft, con su inversión en OpenAI y las capacidades de Azure para la formación, también se encuentra en una posición fuerte”, comenta.

La locura compradora alrededor de todo lo que recuerde a inteligencia artificial ha sido notable, pero Rolando Grandi, gestor de fondos de renta variable internacional en La Financière de l’Echiquier (LFDE), cree que esta tecnología demostrará ser una oportunidad de inversión de varias décadas, a medida que la economía cambie hacia una digitalización más inteligente.

Preguntado por nombres concretos, Grandi señala que Nvidia, Microsoft o Snowflake son algunas de sus cotizadas preferidas para sacar partido a la IA; no obstante, el experto invita a mirar a más allá. “Empresas como Nvidia son el pico y la pala, pero cada vez más debemos fijarnos en las empresas que están adoptando la IA para transformar su negocio, aumentar su productividad y hacerse con cuota de mercado. Aunque necesaria, nos tememos que una regulación excesiva del sector podría obstaculizar su avance y podría ser un factor que limitase el impulso actual”, comenta, a modo de contrapunto al gran optimismo que suscita la inteligencia artificial.

Incluso a pesar de las alzas de las grandes tecnológicas en lo que va de año, hay expertos que piensan que la mejora y las innumerables aplicaciones de esta tecnología y su ecosistema no están todavía descontadas, “especialmente en la renta variable europea”, defiende Anis Lahlou, gestor del Aperture European Innovation Fund, de Generali Investments. “Por ejemplo, las empresas europeas de equipos de semiconductores (que son esenciales para el ecosistema de la IA generativa a nivel mundial) tienen un precio más bien para un entorno recesivo en lugar de un crecimiento exponencial en el ecosistema de IA”, defiende.

Alexandre Zilliox, gestor de carteras del fondo AI&Robotics de Thematics AM (Natixis IM), apunta que hay varias características particulares y macro en la industria de la IA que ayudarían a prolongar el rally. A medida que el ciclo de subidas de tipos llega a su fin en EE UU, los vientos en contra que meses atrás castigaron a las empresas de crecimiento, y en especial a la tecnología, se calman. Además, si el mundo entra en un periodo de crecimiento débil, las compañías con la habilidad de aumentar más sus ingresos en relación con el resto deberían verse recompensadas, según Zilliox.

“El sector tecnológico en general y el de la IA en particular han demostrado ser un puerto seguro durante la tormenta bancaria. Dado el elevado número de empresas en este campo con solventes perfiles financieros, fuertes balances, amplios márgenes y buena generación de caja, esperamos que esta tendencia continúe”, asevera Zilliox.

Ya sea a través de fondos que apuestan por esas firmas que aportan “el pico y la pala” en la revolución de la IA, como prefiere hacer el AI&Robotics de Zilliox, o bien poniendo la vista en aquellas que pueden usar la herramienta para revolucionar su sector, al gusto de Grandi, de LFDE, los expertos creen que el carro de la IA tiene espacio para nuevos viajeros que busquen ganancias a largo plazo.

Robótica, ¿siguiente parada?

Rendimiento del 19%

El revuelo por la IA ha venido de la mano del software. Una pregunta que cabe hacerse es si la robótica, la extensión física de la IA, puede protagonizar una fiebre parecida. El fondo de Axa Robotech A Capitalisation renta en lo que va de 2023 un 18,86%. Tom Riley, head of thematic equity strategies en Axa IM, comenta que aunque los robots llevan presentes muchos años, últimamente su implementación se ha acelerado a medida que mejora la tecnología. El experto señala que entre 1993 y 2008 los robots industriales crecían de media un 5% anual. Desde ese año en adelante, el aumento es del 12% de media. La inversión pública, sobre todo en EE UU, impulsa al sector, y en un mundo en el que falta mano de obra, la decisión de incluir en cartera a la robótica está llamada a ser una buena apuesta, según Riley. 

Gran variedad

Riley reivindica lo variada que puede ser la inversión en robótica. “En nuestra estrategia tomamos un enfoque diversificado que va más allá de los robots industriales. Invertimos en un amplio rango de empresas expuestas a diferentes mercados finales, como por ejemplo el de la cirugía robótica, la óptica artificial, la automatización de almacenes, el vehículo autónomo y el software y hardware de robots industriales”, detalla. A modo de ejemplo, Riley habla específicamente de Intuitive Surgical, una empresa especializada en robótica de la salud. “Intuitive Surgical, el fabricante del robot Da Vinci, ha previsto un crecimiento del número de intervenciones de entre el 18% y el 21% en 2023 respecto a los niveles de 2022. Los robots de Intuitive Surgical ejecutaron 1,87 millones de operaciones quirúrgicas en 2022, con lo que ya es de por sí una empresa que ofrece una oportunidad considerable”, comenta. Intuitive Surgical es la mayor posición del fondo. En lo que va de año, la firma se revaloriza un 17%. Dexcom, que desarrolló un instrumento de medición para diabéticos implantable, es la segunda posición. Siemens, Keyence (óptica y sensores) y Cadence Design (software) completan el podio de Robotech. 

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Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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