¿Sabías que existe desigualdad de género en el diseño de las ciudades?
Es fundamental considerar cómo los espacios urbanos afectan a diferentes géneros
La desigualdad de género también se manifiesta en el diseño y planificación de las ciudades, por ejemplo, en cuanto a la accesibilidad y movilidad, la ubicación de las paradas de transporte público, la iluminación de las calles y parques y la seguridad en las rutas de caminata pueden afectar de manera desproporcionada a las mujeres, puesto que son lugares donde las mujeres suelen enfrentarse al acoso sexual y violencia de género. El diseño urbano debe abordar esto para crear entornos más seguros.
En los espacios públicos, sería deseable más bancos, baños públicos y áreas de descanso para que las mujeres puedan disfrutar de la ciudad.
Las mujeres son las cuidadoras de niños y ancianos, por ello, deben considerar la proximidad de servicios como guarderías, centros de atención médica y supermercados, como parte crucial en el transcurso de su rutina diaria.
Y respecto de las políticas de vivienda, el acceso a una vivienda asequible y segura es crucial para las mujeres y se deben tener en cuenta las necesidades específicas sobre seguridad y proximidad a servicios.
La igualdad también es un tema crucial en la agenda urbana, que se centra en la planificación y el desarrollo de ciudades sostenibles, inclusivas y equitativas, y en el desarrollo de los aspectos claves que acabamos de abordar.
En su mayoría, los arquitectos y abogados urbanistas que diseñan las ciudades y crean las normas suelen ser hombres, por ello considero imprescindible la participación de más mujeres a la hora de planificar y desarrollar los instrumentos de planeamiento urbano con la finalidad de que integren su perspectiva de género y contribuyan a abordar estas desigualdades y crear ciudades más inclusivas y equitativas para todas las personas. Es fundamental considerar cómo los espacios urbanos afectan a diferentes géneros y trabajar hacia un diseño que promueva la igualdad y la seguridad para todos.
Desde mi punto de vista, como abogada urbanista, los profesionales de mi sector, además de tener una sólida comprensión de las leyes y regulaciones relacionadas con la planificación urbana, el uso del suelo, la vivienda y la infraestructura, deben tener una específica capacitación en el análisis y evaluación de cómo las políticas y decisiones urbanísticas afectan de manera diferente a hombres y mujeres.
Me atrevo también a añadir a lo anterior la necesidad de que desde el urbanismo se promueva la igualdad de género, tratando que las ciudades sean espacios igualitarios, donde las personas tengan las mismas oportunidades y derechos, independientemente de su género.
Otro aspecto crucial y transversal de la agenda urbana es la participación ciudadana. Desde el año 2018, he participado como mediadora especialista en urbanismo designada en numerosas mediaciones entre las administraciones públicas y la ciudadanía, y mi experiencia me ha demostrado que la mediación es una forma valiosa de fomentar la participación ciudadana en el urbanismo, puesto que implica facilitar el diálogo y la colaboración entre diferentes partes interesadas, permite la inclusión y participación activa de los ciudadanos en las soluciones y necesidades locales, además de resolver los conflictos que se plantean.
Desde esta perspectiva, la mediación en el urbanismo puede desempeñar un papel fundamental como instrumento de participación ciudadana, igualdad, inclusión y diversidad. Por ejemplo, en la planificación urbana, se facilita el diseño de espacios públicos, zonas verdes y viviendas según las necesidades expresadas por los ciudadanos. Además, en los desarrollos urbanísticos, la mediación entre los promotores y los ciudadanos puede abordar preocupaciones relacionadas con el impacto ambiental, el tráfico y la calidad de vida de hombres y mujeres.
En última instancia, la mediación contribuye a crear ciudades más equitativas y adaptadas a las diversas realidades de sus habitantes, y es una herramienta poderosa para garantizar que las decisiones urbanísticas reflejen las necesidades y deseos de la comunidad local, se integre la perspectiva de género y se fomente la igualdad y la inclusión. Es una forma efectiva de lograr una participación ciudadana significativa en el diseño y desarrollo de nuestras ciudades.
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