Rafael Valera (Buy & Hold): “La mayoría de inversores que lleven tiempo en fondos de renta fija siguen perdiendo dinero”
El experto prevé rentabilidades del 7% para 2024. Pronostica que “en los próximos 12-24 meses todos los activos de riesgo van a funcionar muy bien”
El consejero delegado y cofundador de la gestora Buy & Hold, Rafael Valera, se muestra satisfecho de su trabajo como gestor de renta fija. No es para menos. Su fondo B&H Renta Fija ha cerrado 2023 en el podio en el sector nacional de la rentabilidad gracias a un 11,11%, y B&H Bonds, domiciliado en Luxemburgo, también entre los tres mejores europeos de su categoría al avanzar un 11,65%. Le avalan décadas de experiencia en la gestión de fondos, los últimos siete años en esta gestora valenciana que brilla por su independencia y buenos resultados.
P. ¿Cuáles han sido las claves para conseguir rentabilidades de dos dígitos en sus fondos de renta fija en 2023?
R. El año ha estado marcado fundamentalmente por la crisis de crédito que vivimos en marzo, iniciada por la caída de varios bancos regionales norteamericanos y que contagió en Europa a Credit Suisse. Ese fue el momento crítico para posicionar las carteras para tener unos resultados buenos de cara a final del año. Y luego también ha contribuido positivamente que, desde agosto hasta final de año, cogiéramos exposición a tipo de interés con duraciones un poco más largas.
En 2022 se dio la mayor caída en una década. El 90% no ha recuperado esas pérdidas
P. La mayoría de fondos de deuda ha terminado el año en positivo. ¿Tan fácil es ahora gestionar este tipo de carteras?
R. La mayoría está en positivo, sí, pero prácticamente todos los fondos están debajo del agua, es decir, no están en sus máximos históricos. Esto significa que los inversores que lleven tiempo en esos fondos siguen perdiendo dinero. Está muy bien mirar a 2023, pero también hay que mirar a 2022, donde se dio la mayor caída en una década en renta fija. El 90% no ha recuperado esas caídas.
P. Su fondo bajó en 2022 un 8,6%, pero en 2023 recuperó lo perdido y subió el 11,65%.
R. Sí, es decir, en los máximos históricos del fondo. Esa no es una cuestión menor, porque es importante resaltar a los inversores que se ha emergido fuera del agua.
P. Desde esos máximos, ¿va a ser difícil superarse en 2024?
R. Fácil y difícil son términos muy amplios. En nuestro fondo de corto plazo, B&H Deuda, que tiene una duración de 1,7 años, hay pocas incertidumbres y las rentabilidades, salvo cisnes negros, van a estar en el 4%. Es más difícil predecir dónde van a estar en carteras ya de duraciones más largas, que en nuestro caso es de cuatro años, y con algo más de riesgo de crédito. Si todo va como nos gustaría, sí podríamos ver rentabilidades quizás no tan altas como las del año pasado, pero también muy interesantes, en torno al 7%.
P. ¿A costa de qué volatilidad?
R. Es verdad que nosotros tenemos el doble de volatilidad, el 4%, pero nuestra TAE ha sido del 3,5% en estos siete años, que creo que es bastante interesante en comparación con no haber ganado dinero, que es donde está el grueso de los fondos. Nuestro binomio volatilidad-rentabilidad está más que justificado.
P. ¿Qué caracteriza a su portfolio?
R. El grueso son emisiones europeas, con alguna excepción en la que cubrimos la divisa, como una petrolera canadiense que es en dólares, ExxonMobile o la mutualidad más grande de Estados Unidos, que es New York Life, también emitido en euros, que es un AAA por las tres agencias. Tenemos el ICO alemán, que es también AAA. Es decir, emisores muy robustos. Hoy, más del 60% del fondo está en activos con grado de inversión.
P. ¿Va a ser posible mantener tanta calidad en la cartera?
R. Ahora mismo, con los tipos de interés que tenemos, no nos hace falta coger más riesgo para conseguir esta rentabilidad del entorno del 7% que nos gustaría este año. Tenemos otro fondo que es el mixto flexible, ahí cogemos más riesgo y tenemos un 40% en renta variable. Es bastante contraintuitivo, pero si fuera un fondo solo de renta fija, el año pasado hubiera rentado un 19% y la volatilidad hubiera sido del 6%. Es decir, que se puede ir a carteras con más riesgo en renta fija y también con más retorno. Además, los tipos de interés a largo plazo van a continuar bajando en los próximos 12-24 meses y en ese contexto los activos de riesgo van todos a funcionar muy bien. Y me refiero a renta fija privada, a renta fija de largo plazo y, por supuesto, a renta variable.
Buscamos compañías que pensamos que están baratas desde el punto de vista de crédito. Eroski es un ejemplo claro
P. ¿Qué buscan de un emisor?
R. Compañías que pensamos que están baratas desde el punto de vista de crédito. Eroski nos parece un ejemplo claro. Se apalancó mucho para la compra de Caprabo, pero ahora tiene una solvencia muy sostenible. Ha emitido hace menos de un mes y el mercado le ha pedido un diez y pico por ciento. Hoy está cotizando ya por debajo del 9%. Es un claro ejemplo de oportunidad.
P. ¿Qué peso tiene España en las carteras?
R. Alrededor de un 40% porque casi todo lo que tenemos en deuda subordinada bancaria es española, aunque también tenemos a bancos japoneses o australianos. Es decir, es una cartera bastante global.
P. ¿Siempre han tenido tanta deuda bancaria?
R. No, en 2022 no teníamos nada y en 2023, tras la caída de Credit Suisse, cargamos de deuda bancaria. En concreto, nuestras dos principales posiciones son dos bancos no cotizados, como son Cajamar e Ibercaja, que nunca han necesitado ningún rescate.
P. ¿Hasta qué punto les condiciona sus decisiones de inversión el escenario macroeconómico?
R. Siempre se tiene una visión macro, pero es más fácil acertar en la micro. Es decir, nosotros tenemos el ritmo y sabemos bailar, pero se nos da mejor el vals, que es la micro, que la bachata, que es la macro.
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