Bruselas pone fecha de caducidad a las cláusulas de paridad de precios de Booking con los hoteles
Si finalmente opta por suprimirlas, los establecimientos podrán ofertar en sus canales de venta directa tarifas por debajo de las de las agencias ‘online’, algo prohibido ahora
Bruselas no está dispuesta a que los gigantes tecnológicos aprovechen su posición de dominio de mercado para monopolizar los servicios que ofrecen. Y quiere utilizar la Directiva de Mercados Digitales (DMA por sus siglas en inglés) para ponerles límites y fijarles nuevas obligaciones al considerarlos gatekeepers (guardianes). En una primera decisión, la Comisión designó el pasado 23 de septiembre a seis compañías (Apple, Microsoft, Meta, Alphabet, Amazon y ByteDance), todas ellas ligadas con el sector tecnológico, por su elevada cuota de mercado. Y prometió que lo haría con todas aquellas compañías que cumplan tres criterios: que tengan 45 millones de usuarios activos, que tengan una capitalización bursátil de 750.000 millones de euros y que hayan encadenado tres años seguidos cumpliendo los dos primeros criterios.
El pasado 13 de mayo, casi ocho meses después de la primera designación, Bruselas anunció que la agencia de viajes online Booking pasaba a ser la séptima compañía considerada como gatekeeper. De hecho, la plataforma que ofrece alojamiento para viajeros a través de apartamentos y hoteles fundamentalmente, consciente de que cumplía los criterios, ya empezó en marzo el proceso para ser incluida dentro de ese registro. Ahora, una vez que ha sido designada, cuenta con un período de seis meses para hacer un exhaustivo informe de compliance para demostrar que la compañía se adapta a todas las normas que afectan a su actividad. Fuentes comunitarias consultadas por CincoDías revelan que las que peor encaje tienen en el actual marco normativo son las cláusulas de paridad de precios que marcan a los hoteles, anticipando que podrían ser incompatibles con su nuevo estatus. “Hay una serie de prácticas que se consideran normales y procompetitivas cuando no tienes una posición de dominio en el mercado, pero que en el momento en el que sí la tienes, tienes que dejar de hacerlas”, apuntan.
Las cláusulas de paridad de precios nacieron como un mecanismo para garantizar margen para crecer a las agencias de viajes online como canal alternativo de ventas. Si un hotel optaba por firmar un contrato para darle camas a Booking o Expedia, estaba obligado a no comercializar en su canal directo de ventas tarifas por debajo de las que ofrecieran esas agencias online. Un esquema beneficioso para ambas partes, ya que los hoteles se desentendían de una parte importante de sus ventas y las agencias engordaban sus cifras de facturación. Con lo que nadie contaba era con la Gran Recesión y el impacto brutal que tuvo en las empresas hoteleras, tanto españolas como extranjeras, que, al igual que el resto de la compañías, optaron por recortar costes y gastos de forma acelerada para evitar el cierre. Y una de las partidas que más se ajustó fue la comercial, lo que fue aprovechado por esas agencias online para ganar peso de forma acelerada en Europa, con Booking a la cabeza. El último informe del lobby hotelero europeo Hotrec revela que Booking ya controlaba el 60% de las ventas de las agencias por internet en 2013 y que ese porcentaje fue subiendo año tras año al llegar al 71,2% en 2021, último ejercicio en el que se realizó el estudio.
Desde Hotrec han recibido la noticia sobre la designación de Booking como gatekeeper con mucho entusiasmo. “Respaldamos la decisión de la UE, que servirá para acabar con unas malas prácticas empresariales que han tenido un impacto enorme en sus cuentas de resultados. Después de una década de disputas con Booking, la DMA va a servir para cambiar las reglas de juego”, destacó en un comunicado, en clara alusión a la fijación de precios.
Desde Booking rechazan esas acusaciones. “No fijamos precios. Eso es mentira. La realidad es que hemos tenido conocimiento de hoteles que venden viajes con tarifas por debajo de las nuestras y nunca se les ha puesto una demanda”. En cualquier caso sí confirman esa elevada cuota de mercado en Europa, pero alertan de que los efectos perjudiciales que podría tener una supresión global de las cláusulas de paridad de precios. En otras geografías, como América Latina o Asia, su peso es muy inferior y su capacidad de penetración se ve lastrada por la posición de dominio de otros operadores.
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