El dolor lumbar y cervical, tan costoso como el de cáncer o el cardiovascular
El gasto sanitario de la lumbalgia y la cervicalgia se cifra en 9.000 millones, según un informe del colegio de médicos. El de espalda es el más prevalente


Lo extraño sería que alguien no se quejara alguna vez de un dolor de espalda o cuello, sobre todo si trabaja diariamente. Se calcula que el 80% de la población sufrirá algún episodio de este tipo a lo largo de su vida. Una realidad con la que conviven muchos españoles, pero a la que, en la mayoría de los casos, se le resta importancia, y que implica un elevado coste para el sistema sanitario si no se trata a tiempo: 9.000 millones de euros, un 0,68% del PIB, y un alto riesgo de cronificación.
Es la conclusión del informe Los costes de la cronificación del dolor lumbar y cervical, impulsado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), con el apoyo de la Fundación para la Formación del Consejo (FFOMC) y la farmacéutica Zambon. “El problema es que el paciente no lo ve como una enfermedad”, destaca Pedro Novás Rodríguez, autor del estudio.
La lumbalgia es la más frecuente, representa el 55% del total de los casos, según dicho reporte. De estos, entre el 5% y el 20% se cronifica. “Es la segunda causa temporal de incapacidad tras las enfermedades cardiovasculares”, señala José María Rodríguez Vicente, secretario general del CGCOM. Y sus costes son también equiparables a los de las patologías del corazón o el cáncer, añade. La cervicalgia, en tanto, supone el 34% de los casos.
José Casaña, secretario general del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), constata que las dolencias musculoesqueléticas representan más del 70% de las lesiones que se atienden en fisioterapia. Y que un alto porcentaje –no especificado– es por dolor de cuello y espalda. “En Cataluña, un estudio arrojó datos que mostraron que el 50,9% de las personas había presentado algún episodio de dolor lumbar en los últimos seis meses”, refiere. Además, cita una encuesta realizada en el País Vasco que recoge que los de espalda son percibidos como uno de los problemas de salud más frecuentes.
En Estados Unidos el coste del dolor crónico directo e indirecto alcanza los 635.000 millones de dólares al año (588.205 millones de euros al cambio actual), y es superior al monto anual en cáncer, enfermedades cardiacas y diabetes, recoge el informe. Y en España se calcula en 16.000 millones anuales, el 2,5% del PIB. “Estas cifras deben mirarse con cautela, dada la ausencia de estudios globales nacionales que las avalen”, advierte Novás Rodríguez.
En el caso de las lesiones lumbares y cervicales (los 9.000 millones mencionados), la cantidad puede ser mayor, avisa este economista. “El coste está infraestimado porque hay pocos estudios y faltan datos públicos actualizados por parte de los médicos. Sin ellos no podemos medir ni tomar decisiones”. El indirecto, derivado de la pérdida de productividad, el absentismo laboral o los riesgos para la salud mental, es el que tiene mayor peso, al suponer el 75% del total. “Urge su abordaje desde el inicio, en la fase aguda, para reducir la factura de un problema económico social y de salud pública importante”, recalca.
Para muestra, otro dato: el promedio de jornadas laborales perdidas por lumbalgia es de 52 millones, lo que implica un gasto de 2.500 millones de euros. También hay riesgo de sufrir depresión, ansiedad o suicidio, alertan los profesionales.
Tratamiento
Por lo general, en su etapa aguda, los síntomas se alivian a las seis u ocho semanas, según la Guía de las pautas de actuación y seguimiento (PAS) publicada en 2022 para médicos y pacientes. El tratamiento consiste en terapia educacional, ejercicio suave (todo lo contrario a quedarse quieto, que es lo que suelen hacer los enfermos), calor local y analgésicos (antiinflamatorios no esteroideos o relajantes musculares), detalla. “En contadas ocasiones se recurrirá a opiáceos y el ingreso hospitalario se reserva para pacientes con dolor severo que no responden a las medidas previas”, añade. Entre los fármacos recomendados en esta guía por su eficacia-seguridad están el naproxeno y el ibuprofeno, este último con arginina.
Banalización de una enfermedad incapacitante
Perfil. Varón de entre 40 y 45 años y en edad laboral es la media, aunque no hay datos suficientes, alerta el doctor José María Rodríguez, secretario del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. También, mujeres de entre 42 y 50 años, agrega José Casaña, del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España. El riesgo de padecerlo aumenta con la edad, afirma. Camioneros, estudiantes, músicos, informáticos, administrativos..., profesiones donde se pasa mucho tiempo sentado, en las que hay sobrecargas o deportivas son las más expuestas.
Diagnóstico. El informe advierte de que el dolor, en general, está infratratado desde los servicios de urgencias, lo que supone un retraso en el diagnóstico y en el inicio rápido del tratamiento. Esto se debe, explican los médicos, a que, por un lado, los pacientes van al centro de salud cuando ya está avanzado y, por otro, porque es inespecífico en muchas ocasiones. El estudio resalta, además, que el 29% de los españoles cree que no recibe un tratamiento adecuado y que el tiempo medio para conseguirlo es de 1,6 años. “No hay que banalizarlo porque hay un riesgo de cronificación”, considera Ana Suárez, asesora médica del laboratorio italiano Zambon.
Recetas. Los fisioterapeutas aconsejan un programa de ejercicios específicos tanto para adaptar y normalizar las estructuras dañadas como para la prevención de futuros episodios, sugiere Casaña. Asimismo, hacen hincapié en la educación (cambios posturales, ergonomía laboral, conocimiento de la patología y el dolor...). El economista Pedro Novás, autor del estudio, incide en la necesidad de desarrollar estrategias y programas (farmacológicos, de prevención, de formación especializada, de fisioterapias, guías clínicas) para reducir su incidencia, además del manejo eficaz de los recursos.
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