El dolor, una patología imparable
El mercado de fármacos para esta aflicción severa sube un 20% en un año
En un clima de fuerte control de gasto farmacéutico, hay un segmento del mercado de medicamentos que no para de crecer: el destinado al dolor. En el último año, las ventas de terapias dedicadas al dolor severo han aumentado un 20%, hasta alcanzar los 214 millones de euros, según datos de noviembre de 2014 proporcionados por la consultora IMS Health.
“El gasto en dolor crece porque es un problema de salud de primer orden y sigue aumentando”, señala José María Gómez Argüelles, coordinador del dolor neuropático de la Sociedad Española de Neurología (SEN). La Organización Mundial de la Salud clasifica esta patología en tres escalones: leve, moderado y severo. Para los casos más livianos, lo habitual es usar genéricos de paracetamol e ibuprofeno, aunque desde IMS Health aclaran que es difícil cuantificar el valor de este nivel porque estos analgésicos y antiinflamatorios se suelen usar también, por ejemplo, para procesos gripales. En los casos intermedios, lo común es la introducción de los opioides débiles.
En el escalón más intenso, entra la utilización de opioides fuertes. Los especialistas dividen esta patología en aguda y crónica. “Para el dolor crónico no hay fármacos muy eficaces”, reconoce Gómez Argüelles. Lo confirma Mark Mayhew, director de desarrollo corporativo de Esteve Farma, quien apunta a que solo son eficaces en el 40% de los casos.
El dolor crónico es un problema extenso que afecta a uno de cada cinco individuos, de acuerdo con datos de la IASP (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor). Además, la mitad de estos enfermos padece dolor severo y un tercio sufre incapacidad o tiene muchas limitaciones para llevar una vida independiente. Entre los afectados más graves se encuentran los dos millones de españoles que soportan el llamado neuropático, producido por una alteración o lesión del sistema nervioso, de la que se desconoce la causa y tiene muy difícil tratamiento porque no responde a los opioides. “Para estos casos hay pocos productos, con una eficacia limitada, y no ha habido demasiado éxito en la I+D”, destaca Mayhew. Además, se suelen administrar en combinación de antidepresivos y antiepilécticos para mejorar los resultados.
Alrededor del 95% de las ventas de los laboratorios para dolor severo se realiza en farmacias y el resto, en hospitales, según IMS Health. En el mercado de retail el incremento anual también ha alcanzado el 20%, fundamentalmente por la incorporación de nuevas moléculas y formas de administración en parches. Contrasta con el gasto farmacéutico del pasado año en España, que solo ascendió un 1,95%.
El incremento mayor se da en el caso del tapentadol (bajo el nombre comercial de Palexia Retard, de la farmacéutica Grünenthal), que ha crecido en ventas un 79% hasta alcanzar los 19,1 millones. El otro aumento proviene de la oxicodona (Targin, de Mundipharma), que sube un 32% hasta los 31,3 millones. “Ambos son dos opiáceos de nueva generación. Crecen tanto porque son las últimas moléculas en salir y la fuerza de la red de ventas es muy grande porque ambos productos mejoran los efectos secundarios de los antecesores, sobre todo en somnolencia y estreñimiento, y porque también son algo más eficaces que los actuales”, aclara el responsable de la SEN.
En cualquier caso, el medicamento más usado sigue siendo el fentanilo, cuyo nombre comercial más frecuente es Actiq, distribuido en España por Ferrer. Respecto al ranking de laboratorios que más venden para esta dolencia, el líder es el japonés Kyowa Hakko Kirin, con 37,1 millones de euros, con un crecimiento anual del 42%, fundamentalmente gracias a sus moléculas de fentanilo Abstrat y Pecfent. Le siguen Grünenthal (que pierde la primera posición del año anterior), Mundipharma, Ferrer y Johnson & Johnson.
Investigación de nuevos fármacos
“El reto está en encontrar nuevos medicamentos que mejoren la eficacia y provoquen menos efectos adversos. En EE UU, y algo menos en Europa, también hay un grave problema de adicción a estos opioides”, comenta el responsable de Esteve. Precisamente esta compañía alcanzó un acuerdo el pasado por el que recibirá 845 millones de euros por la licencia a la multinacional Mundipharma de dos fármacos que actualmente todavía mantiene en ensayos clínicos. Además, según informó CincoDías, la compañía catalana asumirá la venta de estos productos en Estados Unidos, por lo que podría ingresar hasta 200 o 300 millones anuales adicionales. Uno de ellos está indicado para el dolor neuropático y, según Mayhew, “es uno de los medicamentos más novedosos que están en investigación en todo el mundo”.
Laboratorios como GSK, Lilly, Pfizer, Biogen o Grünenthal también cuentan con moléculas en las últimas fases de ensayo. Se trabaja con anticuerpos monoclonales, inhibidores de los neurotransmisores y opioides de nueva generación. “Todavía quedan nichos de pacientes a los que no podemos ofrecer nada”, lamenta Argüelles.