Lumbalgias tratadas erróneamente
El dolor de espalda afecta a ocho de cada diez personas en algún momento de su vida y el coste para el erario público se calcula entre un 1,7 y un 2,1% del PIB comunitario. Y para colmo, una buena parte de los tratamientos que ponen los médicos en la UE para solventar las lumbalgias están mal prescritos.
Con estos antecedentes, la Comisión Europea abordó la creación de una Guía europea para el manejo del dolor de espalda que sirva a los doctores a prescribir las pautas más adecuadas. En la información difundida ayer por la Comisión se dice: 'El tratamiento no siempre es el óptimo, se somete a los pacientes a procedimientos de eficacia no comprobada (o, incluso, inútiles o contraproducentes), así como a riesgos innecesarios'.
En la guía, elaborada por 48 expertos de 18 países -incluido España-, se establecen estándares de prevención, diagnóstico y tratamiento que recomienda la evidencia científica y fomenta su aplicación en toda Europa. Entre los consejos más llamativos que aporta el documento de la Comisión se pueden resaltar varios. El primero, que en caso de lumbalgia es contraproducente guardar reposo. Por el contrario, lo conveniente es mantener el mayor grado posible de actividad física.
Respecto a pruebas diagnósticas, se desaconsejan las radiografías o resonancias magnéticas de una forma rutinaria, sólo para una minoría de casos. Según la guía, una radiografía de columna conlleva una irradiación equivalente a 15 placas de pulmón.
Para el tratamiento, no está demostrada la utilidad de la electroterapia (corrientes interferenciales, onda corta, magnetoterapia, TENS), la ozonoterapia, las infiltraciones, las tracciones lumbares, la manipulación vertebral o la acupuntura. La cirugía se descarta excepto en los pacientes cuyo dolor perdura durante dos años y hayan fallado el resto de tratamientos, incluido el tratamiento físico, que según el documento de la CE tiene 'menos riesgo y coste'.
Para evitar los dolores de espalda se recomienda realizar ejercicio y aplicar programas de educación que fomenten el mayor grado de actividad física y evitar el reposo en caso de dolor.
En el ámbito laboral, las medidas anteriores se complementan con 'normas de higiene postural y ergonomía, y cambios organizativos en lo que los trabajadores deben implicarse'.