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Menos préstamos, más bajos y primas más altas: así impacta el cambio climático a las hipotecas

La tasa de aprobación hipotecaria cae 2 puntos y el importe un 21,2% en zonas con riesgo de un aumento del nivel del mar ligado a altas temperaturas, según un informe de ScienceDirect

Incendio en La Orotava en Tenerife, Islas Canarias, en agosto de 2023.
Incendio en La Orotava en Tenerife, Islas Canarias, en agosto de 2023.Associated Press/LaPresse (APN)
Denisse López

Inundaciones, calor extremo o erupciones volcánicas, estos son solo algunos de los efectos del cambio climático que ya están afectando los préstamos hipotecarios. De hecho, el incremento de las temperaturas condiciona que se aprueben menos solicitudes y se otorguen importes más bajos de préstamos, según una investigación publicada este mes en ScienceDirect. El documento muestra que este efecto es más marcado en los territorios expuestos a un aumento del nivel de mar o durante periodos de mayor atención pública al cambio climático y condiciona especialmente los préstamos que otorgan los pequeños prestamistas.

A nivel nacional, CaixaBank señala que es pronto para hablar de cifras, pues es un escenario que no se está dado todavía y sus efectos no serán visibles en el corto plazo. Sin embargo, reconocen que cada vez se toma más en cuenta la zona geográfica y el tipo de inmueble en la elección de una vivienda por temor a una catástrofe climática. “Ya se están incorporando nuevos factores que nos permiten medir lo que conocemos como ‘riesgo climático físico’, principalmente relacionados con la ubicación en zonas con mayor probabilidad de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías o incendios, que pueden implicar una depreciación de los activos como colateral que llevaría a la concesión de un importe de crédito menor o un aumento del tipo de interés por un mayor riesgo”, detalla la entidad. En cuanto a los pagos, en el largo plazo sí es posible que se vean aumentos de primas o incluso cancelación de pólizas en determinadas ubicaciones, como se están viendo ya en otros sectores.

De momento, en lo que los bancos están trabajando es en atender la exigencia del Banco Central Europeo para que reformen sus políticas incorporando consideraciones sobre el riesgo climático en sus modelos de riesgo crediticio. Por ejemplo, un banco que conceda un crédito a una compañía cuyas fábricas están próximas a un río, en un país cuya previsión es que vaya a sufrir cada vez más inundaciones, tiene que contemplar el riesgo al que se expone al otorgar el préstamo.

En Estados Unidos, sin embargo, sí que hay datos concretos. El documento de ScienceDirect revela que el aumento de un grado sobre la temperatura promedio reduce la tasa de aprobación de hipotecas en 0,88 puntos porcentuales, lo que representa el 10,7% de la desviación estándar de la tasa de aprobación de préstamos, es decir, “indica no solo un efecto estadísticamente significativo, sino también económicamente importante”, según las conclusiones del estudio. Los científicos se basan en las solicitudes de préstamos registrados entre 1990 y 2016 en Estados Unidos. Al analizar las razones de las denegaciones de los préstamos, encontraron que se debe principalmente a un tema de “garantía”, lo que refuerza la idea de que hay una creciente preocupación entre las entidades que otorgan los préstamos por los posibles daños colaterales provocados por el cambio climático.

Los resultados de la investigación arrojan que las altas temperaturas tienen un mayor efecto en el monto que se concede a las familias, con una caída de un 6,7% en los condados afectados. Esto es una reducción de 1,26 millones de dólares (1,17 millones de euros) en un año promedio. Cuando la alteración climática está unida al riesgo de un aumento del nivel del mar, las pérdidas son mayores. La tasa de aprobación hipotecaria cae 2 puntos porcentuales y el importe un 21,2%. El impacto en estas regiones es 1,5 veces más fuerte que en los territorios alejados de las costas.

El cambio climático también afecta la demanda y el canal de la oferta a raíz del deterioro de la economía. Diversos estudios muestran que condiciones ambientales adversas podrían llevar a las empresas a reubicarse y a los residentes a migrar a áreas menos afectadas, lo que resultaría en una reducción de las oportunidades de empleo local y de los ingresos fiscales, y socavaría la capacidad de los gobiernos locales para mantener la infraestructura y los servicios públicos. Como resultado, la demanda de los créditos hipotecarios caería incluso si la disposición de las entidades bancarias no sufre alteraciones. Sin embargo, no modifica de manera notoria las tasas de interés y cuando ocurre, se centra en las rentas más altas.

Más allá de las hipotecas para una nueva vivienda, las catástrofes climáticas ya están pasando factura a las aseguradores y algunas han empezado a retirarse de ciertas zonas. El caso más reciente se ha dado en junio de este año; dos gigantes de la industria de seguros en Estados Unidos han dejado de vender protección por accidentes a personas y pequeños negocios en California por la mayor exposición a las catástrofes.

En Europa también se están considerando los riesgos a la vivienda asociados con el cambio climático. En Reino Unido, por ejemplo, HSBC ha advertido que los prestamistas están realizando controles adicionales para evaluar si una propiedad está en riesgo. Si el resultado es “alto”, el efecto es que incluso se le niegue un seguro. Los casos que más destacan son por lluvias torrenciales e inestabilidad en el terreno, situaciones que cada vez se están dando más en el país. Al respecto, la entidad bancaria recuerda que solo en Inglaterra hay 5,2 millones de propiedades –es decir, una de cada seis– que están en riesgo por inundaciones.

Deficiencias y avances

Expertos. Los grandes bancos europeos han abierto el casting para incorporar expertos en clima. En los últimos años, las entidades han ido sumando a sus plantillas especialistas en materias relacionadas con medio ambiente para analizar cómo el cambio climático impactará en el riesgo de sus carteras. En España, los dos grandes bancos, Santander y BBVA, ya han incorporado especialistas.


Pérdidas. En 2022, el Banco Central Europeo realizó los primeros test climáticos y calculó que las entidades se juegan 70.000 millones en pérdidas en una crisis climática. El regulador afeó que el 75% de los bancos que participaron en las pruebas no pudieron revelar los riesgos del estrés climático.

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Sobre la firma

Denisse López
Es redactora de la sección de Economía de EL PAÍS y CINCO DÍAS. Escribe habitualmente de macroeconomía y coyuntura. Se incorporó a esta casa en 2022, después de haber trabajado en distintos medios digitales en México. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, y el Máster de Periodismo UAM-El País.
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