La renta real de los hogares en España marca su mejor cifra desde 2008
El ingreso de las familias aumenta por tercer trimestre consecutivo y está a punto de igualar el nivel de 2007, justo antes de la crisis inmobiliaria
La economía española ha enfrentado, al igual que el resto de países, una multitud de adversidades desde 2020 con el estallido de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis inflacionaria. Sin embargo, la renta real de los hogares se encuentra en su mejor momento desde 2008. En el segundo trimestre del año se encontraba solo un 0.66% por debajo del nivel máximo registrado justo antes de la crisis inmobiliaria, según los últimos datos publicados este lunes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Se trata del tercer periodo de crecimiento consecutivo que registra el ingreso de las familias pese a los altos niveles de IPC y a que las progresivas subidas de salarios se acordaron meses después. Con todo, sigue muy por detrás del nivel medio de los países de la organización, donde el impulso en las rentas ha aumentado un 22% en los 16 años analizados.
La foto que emerge de los datos actualizados muestran que el país empezó a recuperar poder adquisitivo en los últimos meses de 2022, coincidiendo con la desaceleración de la inflación. Fue en octubre cuando se registró una reducción de un tercio respecto al nivel alcanzado en julio, lo que dio alas al Gobierno para pensar que seguiría por la senda descendente. Y así fue, aunque el salario medio perdió ese año un 4% de poder de compra, según Adecco. Si se compara con el 2008, cuando fue la crisis financiera, la caída del poder adquisitivo se acentúa hasta el 7%.
En cualquier caso, fue a partir de la navidad pasada que los salarios levantaron el vuelo. En el primer trimestre de 2023 el coste salarial medio escaló hasta 2.127 euros brutos al mes, un 6% más que el año anterior, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral publicada por el Instituto Nacional de Estadística. En el mismo periodo, los precios crecieron un 5,1%. Es decir, que los españoles recuperaron un poco del poder adquisitivo que habían estado perdiendo. En el periodo siguiente se volvió a registrar un nuevo aumento trimestral en tasa interanual del coste salarial del 5%, mientras que el IPC cerró en junio por debajo del 2%. La intensidad de este aumento responde, al menos en parte, a las paulatinas revisiones salariales que se han hecho. De hecho, en una visión general, la media de las tasas interanuales de IPC en lo que llevamos de año es del 3,6%, apenas por encima del alza salarial.
A pesar de los buenos datos publicados por la OCDE, se ven señales de desaceleración. En el segundo trimestre del año el incremento del indicador fue de apenas un 0,37%, mientras que en los dos periodos previos el avance fue del 5,11% y 1,81%, respectivamente. Las dos velocidades se explican por la propia ralentización de la economía nacional. Desde julio las cifras de empleo, ventas y exportaciones están perdiendo fuelle y la carga financiera ha repuntado para las familias debido al pago de intereses -sobretodo para quienes tienen una hipoteca-.
De hecho, en este año se ha visto que miles de familias se están protegiendo del encarecimiento de los créditos al consumo y vivienda utilizando sus ahorros acumulados durante la pandemia para amortizar parte del capital pendiente de los préstamos. En paralelo, las renegociaciones hipotecarias se dispararon en el primer semestre a su nivel más alto desde 2016 y ha habido una salida masiva de depósitos bancarios, según el Banco de España.
En el resto del mundo
El ingreso real de los hogares en la OCDE aumentó un 0,5% en el segundo trimestre de 2023, con lo cual la organización se anota cuatro trimestres de alzas consecutivas. Sin embargo, entre abril y junio el ritmo de crecimiento se desaceleró si se compara con los tres primeros meses del año, cuando se registró un aumento del 1,4%. A pesar del aumento general, el panorama no fue positivo para todos los países miembro. De hecho, prácticamente la mitad -10- registraron una caída, compensada por los aumentos de los otros 11 Estados.
Entre las economías del G7, el ingreso real de los hogares per cápita aumentó en todos los países para los cuales hay datos disponibles, excepto Italia. Canadá experimentó el mayor aumento (1,2%), impulsado por la revisión al alza de los salarios incluso entre los autónomos, que revirtió parcialmente la caída en el primer trimestre de 2023. El segundo mayor aumento se registró en el Reino Unido (0,9 %), impulsado por el despliegue de nuevas prestaciones sociales y, en menor medida, por la remuneración de los empleados. En estos meses, Londres registró un incremento salarial del 7,8% y fue la primera vez en casi dos años en la que los sueldos superaron el índice de inflación, según los datos oficiales.
La tendencia alcista en el último año también ha estado protagonizada por Estados Unidos y Francia. Por otra parte, Hungría experimentó el mayor crecimiento del ingreso real de los hogares correspondiente al segundo trimestre del año (3,0%) gracias a la disminución de las presiones inflacionarias. Por contra, Polonia experimentó la mayor contracción de la renta real, si bien se encuentra muy por encima del año base que toma la OCDE.
La renta real de los hogares y el PIB real per cápita en la OCDE han mostrado una tendencia ascendente desde el segundo trimestre de 2022. El informe destaca que si bien los dos indicadores divergieron durante la pandemia -con el primero cayendo desde los primeros meses de 2021 y el segundo aumento desde su mínimo alcanzado en 2020-, ahora están evolucionando a la par.
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