España frena en 2023 la pérdida de poder adquisitivo gracias a la moderación del IPC
Las previsiones apuntan a un ligero aumento de los salarios reales para 2024
Es innegable que la guerra en Ucrania desestabilizó las economías de todo el mundo cuando apenas se estaban recuperando de la pandemia. En un año, el constante aumento de los precios mermó los ahorros y los sueldos de la población, provocando que en muchos países se desplomara el poder adquisitivo. Hasta el primer trimestre de este año, el salario real de los países de la OCDE había caído de media un 3,8% interanual. Sin embargo, el daño en España ha sido muy inferior al del resto de economías europeas. En concreto, la perdida de poder adquisitivo es tres veces menor, pues solo ha reducido un 1,2% gracias a la moderación de la inflación.
Aunque la subida nominal de los salarios españoles se encuentra por debajo del 5,6% que de media han registrado los países de la organización, lo cierto es que la moderada subida del 3,8% ha sido suficiente para que los hogares soporten mejor los golpes económicos derivados de la guerra. Esto se debe a que los suelos han aumentado más en lo que va de 2023 que durante el año pasado y sobre todo, a que el IPC ha caído a un mayor ritmo que en el resto de la Unión Europea, hasta quedar por debajo del 2% en junio, según confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). En contraste, la inflación que registró la eurozona en el mismo mes ha sido del 5,5%.
Todo apunta a que en el futuro la economía familiar prosperará. Las previsiones auguran que la situación de los trabajadores mejorará gracias al aumento de salarios pactado en mayo de este año entre sindicatos y patronal, con alzas de un 4% para 2023, un 3% para 2024 y otro 3% en 2025, y con una cláusula de revisión con incrementos de hasta el 1% adicional si la inflación rebasa estos aumentos. De acuerdo con Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, esta subida nominal implica que los sueldos aumenten prácticamente lo mismo que la inflación, por lo que los hogares dejarían de perder poder adquisitivo. Para 2024, vaticina “un ligero incremento de los salarios reales, a medida que la desinflación se afianza”.
Comparativa europea
Los países europeos que han registrado en el último año las mayores caídas de los salarios reales son Suecia, Finlandia e Italia, con pérdidas que oscilan entre el 8,4% y el 7,3%. En general, todos los miembros de la eurozona tuvieron una peor evolución que España, incluido Francia y Alemania, cuyos hogares vieron mermar su poder adquisitivo un 1,8% y un 3,3%, respectivamente.
La menor caída de España, en cualquier caso, tiene dos lecturas. Por un lado, está el impulso positivo de la desinflación, y por el otro, el mal dato del que se partía en 2022. En ese año, el país estuvo entre los miembros de la OCDE que más poder adquisitivo perdió, con una reducción del 5,3%, según refleja el último informe del organismo sobre fiscalidad salarial. En contraste, la caída media de los 38 países fue de un poco más del 3%. Ninguna de las grandes economías europeas logró esquivar la sangría, pero en todas ellas las retribuciones brutas aumentaron más que aquí, lo que mitigó el golpe.
En general, los analistas coinciden en que los efectos de las medidas anticrisis implementadas por el Gobierno han sido percibidas de manera más evidente en el arranque de este año, pues en 2022 la inflación acumulada cerró en el 5,7%. En una visión general, se observa que los costes de la cadena alimentaria han ido bajando desde el otoño gracias a la rebaja del IVA de los alimentos. A esta moderación se suma la bajada interanual de la energía, donde tanto los carburantes como la electricidad han dado un gran respiro a los consumidores.
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