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La SEPI exige a Duro Felguera un plan claro de futuro antes de convertir su préstamo en capital

La compañía no logra convencer al Estado de que amplíe su peso en el accionariado y se emplazan a seguir negociando

Sede corporativa de Duro Felguera. Imagen cedida por la empresa.
Sede corporativa de Duro Felguera. Imagen cedida por la empresa.
Manu Granda

No ha habido fumata blanca. La reunión que han mantenido Duro Felguera y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) este miércoles hasta bien entrada la noche ha terminado sin acuerdo. El objetivo de la ingeniería asturiana era convencer al Estado de que convirtiera 100 de los 120 millones que le prestó en 2021 para así lograr un poco de aire y evitar el concurso de acreedores. La dirección de la empresa, que aseguró que presentaría este miércoles un plan a la SEPI, que solo sería viable si el Estado se hacía cargo de la situación, no ha logrado su objetivo, pero ambas partes se han emplazado a seguir negociando. La SEPI, que tiene dos asientos en el consejo y no se ha pronunciado en público a favor o en contra de la posibilidad de convertir su préstamo en capital, ha transmitido a la empresa que solo moverá ficha si Duro Felguera le presenta un plan claro de futuro que asegure la viabilidad de la compañía, según señalan fuentes cercanas de las conversaciones a este periódico.

Previo al consejo de administración de este miércoles, la compañía había vivido una gran jornada en Bolsa con una subida del 12,2% por la creencia del mercado de que la SEPI, efectivamente, convertiría su préstamo en capital. Duro Felguera ha llegado a esta situación por la falta de proyectos industriales importantes que generen caja y el litigio con Sonelgaz en Argelia, que le pide a la asturiana 413 millones. Esta energética presentó una solicitud de arbitraje contra la asturiana que provocó una estampida en Bolsa el pasado 25 de noviembre, lo que llevó a la CNMV a suspender su cotización. Así se mantuvo hasta el 13 de diciembre, dos días después de que informara de que entraba en preconcurso para negociar con sus acreedores, entre ellos la SEPI.

El motivo de la demanda de Sonelgaz se debe a la suspensión en junio de las obras de una planta de ciclo combinado en Djelfa. Según explicó la ingeniería a finales de noviembre, el motivo de dicha suspensión fueron los constantes incumplimientos de Sonelgaz desde la firma del contrato en 2014, lo que llevó a Duro Felguera a presentar dos reclamaciones: una por valor de 65 millones en 2019; y otra de 113 millones en 2020, haciendo un total de 178 millones.

En un comunicado remitido en noviembre a la CNMV, la asturiana hizo una cronología de lo acontecido con Sonelgaz. En marzo de 2020, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, Duro Felguera notificó la suspensión del contrato, “como situación de fuerza mayor”, lo que fue rechazado por Sonelgaz. Al no alcanzarse un acuerdo, en julio de ese año, la española interpuso una solicitud de arbitraje ante la Cámara de Comercio e Industria de Argelia. Sin embargo, la situación entre ambas empresas se recondujo y en julio de 2021 firmaron la paz con un protocolo de acuerdo en el que Sonelgaz se comprometió a estudiar las reclamaciones de Duro Felguera, algo que finalmente no sucedió.

Casi un año más tarde, en junio de 2022, se produce la ruptura del Tratado de Amistad y Buena Vecindad entre Argelia y España por el posicionamiento de este último a favor de Marruecos en la causa saharaui. Por ello, el país magrebí impuso un bloqueo sobre las exportaciones y transacciones bancarias españolas (algo que se mantuvo hasta noviembre de 2024). “En estas circunstancias, y tras múltiples intentos de solución, el 18 de junio de 2024 se comunicó al cliente la suspensión de los trabajos. Duro Felguera comienza entonces a trabajar en la reactivación del arbitraje”, añadió la ingeniería.

Por todo ello, Duro Felguera aseguró que presentaría un escrito rechazando la reclamación de la argelina “al entender que la suspensión del contrato es conforme a derecho por los incumplimientos en que ha incurrido Sonelgaz”, e indicó que “pretende solicitar el resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados que pudieran corresponder, cuyo importe está por definir”.

La crisis con Sonelgaz llegó apenas semanas después de que la compañía cambiara su cúpula, con la salida del anterior consejero delegado, Jaime Argüelles. El consejo de administración pasó a estar presidido por Eduardo Espinosa, quien sustituyó en el puesto a Jaime Isita, hombre fuerte designado por los dueños mexicanos de Duro Felguera, que pasó a ser vicepresidente.

Sobre la firma

Manu Granda
Redactor de la sección de empresas especializado en el automóvil e industria pesada. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.
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