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Duro Felguera busca convencer a la Sepi de que transforme su préstamo en capital para salvar la empresa

La ingeniería asturiana cae un 4,8% en la víspera de la reunión del consejo de administración de este miércoles. Los planes de la compañía pasan por que el Gobierno tome el mando de la situación para evitar el concurso

Oficinas centrales del grupo de ingeniería y bienes de equipo Duro Felguera en Gijón.
Oficinas centrales del grupo de ingeniería y bienes de equipo Duro Felguera en Gijón.J.L. Cereijido (EFE)
Manu Granda

Duro Felguera se lo juega a todo o nada. El consejo de administración de la ingeniería asturiana se reunirá este miércoles para informar sobre la crítica situación que atraviesa la compañía, la cual invocó la ley concursal el pasado 11 de diciembre para entrar en preconcurso. Si bien todavía resta un mes para que venza el plazo del mencionado proceso, la dirección de la empresa tratará de convencer a la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) de que convierta en acciones el préstamo de 120 millones que le hizo en 2021 para rescatar a la ingeniería. En la víspera de la reunión, la compañía ha continuado desangrándose en Bolsa con una bajada del 4,8% este martes.

En los últimos meses, el presidente de la compañía, Eduardo Espinosa, y su equipo han estado trabajando en un plan para reestructurar una empresa herida de muerte, “pero todo pasa por que la Sepi capitalice el préstamo”, aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones, que matizan que el Estado solo podría transformar en capital unos 100 millones. La empresa espera que la Sepi haga oficial su postura este miércoles y a partir de ahí decidir los pasos a seguir. Con el valor actual de la acción, que se encuentra en 25 céntimos por título (lo que le da un valor total a Duro Felguera de unos 53,8 millones de euros), supondría que en caso de capitalizar el préstamo la Sepi se haría con el control total de Duro Felguera. Otras fuentes conocedoras señalan que capitalizar el préstamo no solucionaría los problemas de la ingeniería. “¿Y luego qué? Los problemas seguirán estando ahí”, indican. Mientras tanto, la SEPI mantiene el silencio en torno a su decisión.

El golpe de gracia llamado Sonelgaz

El precario equilibrio en el que se mantenía Duro Felguera, que en noviembre cambió a su cúpula, se rompió cuando la argelina Sonelgaz presentó una solicitud de arbitraje contra Duro Felguera en el que le pidió una indemnización de 413 millones de euros por la paralización de la construcción de una central de ciclo combinado en Djelfa (Argelia) en junio. El conocimiento de la noticia provocó una estampida en Bolsa el pasado 25 de noviembre que hizo que la CNMV suspendiera la cotización de la empresa asturiana, la cual no levantó hasta el 13 de diciembre, cuando en su vuelta al parqué se desplomó más de un 44%.

El litigio abierto con Argelia provocó que la empresa reexpresara sus cuentas de 2022, 2023 y reformulara las del primer semestre de 2024 para añadir una provisión de 100 millones. “La solicitud de comunicación de negociación con los acreedores permitirá a la sociedad el desarrollo de las actuaciones oportunas para la búsqueda de una solución a los litigios que le afectan, entre otros y particularmente, los relacionados con el proyecto de Djelfa en Argelia. La sociedad continuará con su actividad normal ejecutando los proyectos en curso”, indicó Duro Felguera cuando presentó el preconcurso en diciembre. La ley concursal invocada por la asturiana entró en vigor en septiembre de 2022, con la gran novedad de que los acreedores pueden obligar a los accionistas a convertir deuda en acciones. A 30 de junio, la compañía contaba con una deuda financiera bruta de 147,1 millones de euros, frente a los 144,4 millones que registró al finalizar 2023.

Por su parte, el Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM), también ha pedido a la Sepi que convierta en capital los préstamos. “Salvemos Duro Felguera, es ahora o nunca”, ha expresado en su cuenta personal de Twitter Eduardo Breña, presidente del SAM. “La Sepi tiene responsabilidad en caso de no convertir los préstamos participativos en capital y no facilitar que Duro Felguera consiga financiación y avales con garantía del Estado, pues ha gestionado la empresa nombrando a tres consejeros, uno de ellos el anterior CEO [Jaime Argüelles], sin que los minoritarios hayamos podido tener un sólo representante, sin olvidar que el SAM solicitó junta extraordinaria para oponernos a la venta a precio de derribo de Epicom, contraria al interés social y al de los accionistas minoritarios, pues Prodi y Mota-Engil aún no habían entrado en el capital”, ha argumentado Breña en declaraciones a este medio. Actualmente la Sepi cuenta con dos asientos en el consejo de administración.

Sobre la firma

Manu Granda
Redactor de la sección de empresas especializado en el automóvil e industria pesada. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.
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