El Banco de España autoriza a Trade Republic a operar como sucursal y a ofrecer cuentas corrientes
Se suma a entidades como Revolut, N26 y Bunq para plantar cara a la banca tradicional


El Banco de España ha autorizado el registro del neobanco alemán Trade Republic para que pueda operar como sucursal de una entidad de crédito extranjera, lo que le permitirá ofrecer cuentas corrientes en las que sus clientes podrán domiciliar nóminas y recibos. Hasta ahora, podía ofrecer este servicio pero a través de cuentas en Alemania, lo que echaba para atrás a muchos.
Tras la autorización del máximo supervisor bancario, en unas semanas la entidad podrá empezar a captar recursos en cuentas con IBAN español —el número de 24 caracteres alfanuméricos que sirve para identificarlas—. En las cuentas españolas siempre el código comienza con las letras ES, que identifican al país.
Con este paso, Trade Republic se suma a otros nuevos jugadores financieros, como Revolut, Bunq o N26, que ya están plantando cara a los bancos tradicionales. Los llamados neobancos entran en un país con un producto como gancho, ya sea una tarjeta de crédito, una plataforma de compraventa de acciones o una cuenta con una remuneración atractiva. Así, van haciéndose con una base de clientes y ampliando su radio de acción.
En el caso de Trade Republic, la entidad ha duplicado el número de clientes que tiene en todo el mundo, hasta alcanzar los ocho millones, con más de 100.000 millones de euros de activos bajo gestión. La obtención de la figura de sucursal bancaria en España, se suma a las obtenidas en el arranque de 2025 en Francia e Italia. Un tercio de los clientes de la entidad ya proceden de países ajenos a Alemania, donde se fundó el banco hace seis años.
Retención de impuestos
Una de las ventajas que tendrán a partir de ahora los clientes de Trade Republic que abran una cuenta con IBAN español es que la entidad se encará de hacer las retenciones fiscales respecto a los rendimientos que va generando la cuenta. Hasta ahora, esos rendimientos se generaban en una cuenta alemana y era el particular quien tenía que hacer los cálculos para su declaración a Hacienda. El hecho de que el cliente tenga una cuenta de 24 caracteres que empieza por ES hace que mejore su percepción, al sentir a la entidad como más cercana y accesible, apuntan desde la entidad. Además, una vez que empiece a captar nóminas, el neobanco podrá convertirse en la entidad financiera de referencia de la persona, al recibir el principal flujo de ingresos de los particulares.
Hasta ahora, el principal caballo de batalla de esta entidad alemana ha sido el ofrecer a sus clientes una buena rentabilidad en su cuenta de inversión, que llegó hasta el 4% TAE. Estas tienden a ser utilizadas por los ahorradores como puente mientras el dinero se redirige a otros productos de inversión.
En el caso de Trade Republic, la entidad ofrece ahora un rendimiento del 2,53% anual en su cuenta y una tarjeta de débito gratuita que invierte el 1% de cada transacción en un plan de ahorro. También permite acceder sin comisiones a los mercados de valores, ya sea para comprar acciones, fondos cotizados de bajo coste o criptomonedas. Este año también ha empezado a comercializar en algunos países europeos los productos de ahorro con ventajas fiscales impulsados por el Estado. Con la autorización que tiene ya vigente en España Trade Republic podría también ofrecer depósitos bancarios, aunque por ahora no es un tipo de producto que contemplen lanzar.
El auge de los neobancos en los últimos años ha acelerado el proceso de digitalización en el sector bancario. Estas entidades nacieron con una vocación puramente online, basándose en una aplicación móvil de uso fácil, y eso ha metido mucha presión a la banca tradicional. Solo en España, los bancos digitales han logrado una cuota del 30%, con un crecimiento de más del 60% desde 2020. Eso significa que captan uno de cada tres nuevos clientes. Eso sí, algunos de estos nuevos bancos digitales no dejan de ser filiales que han creado los grandes grupos bancarios para defenderse, como es el caso de Imagin de CaixaBank o Myinvestor, de Andbank.
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