Renault prevé ofrecer coches eléctricos al precio de un híbrido en 2028
El máximo directivo de la compañía en España, Josep Maria Recasens, asegura que están “intentando poner todas las condiciones necesarias para que España esté en la lista corta de candidatos para producir coches eléctricos” de la futura gama del fabricante
El coche eléctrico comienza, poco a poco, a eliminar una de sus principales barreras de acceso: el precio. En el último año y medio, el mercado ha ido recibiendo modelos como el MG4 (24.480 euros sin ayudas públicas), el Citroën C3 (22.590 euros) o el recientemente aterrizado Leapmotor T03 (18.900 euros), que están permitiendo acceder a la movilidad eléctrica a un público más amplio. El año que viene llegarán varios modelos más del entorno de los 25.000 euros y, en opinión de Josep Maria Recasens, director de estrategia y desarrollo de negocio del grupo Renault, este proceso de abaratamiento se acentuará con varias oleadas de modelos eléctricos cada vez más baratos. “A partir de 2028 los fabricantes de coches estaremos en disposición de ofrecer vehículos eléctricos al mismo precio que uno híbrido parecido en tamaño y segmento. Por ejemplo, en 2028 un Renault Austral [híbrido] valdrá lo mismo que un Renault Scénic [eléctrico]”, explica el directivo en una entrevista con este medio.
“El 80% [de los clientes] pide dos cosas, que el coche sea asequible y que me ofrezca con la batería o con la infraestructura una autonomía que no me genere ansiedad. Estamos en la primera ola real de desarrollo de vehículos eléctricos con las primeras químicas y formatos”, señala el directivo, que hace hincapié en el poderío chino en este tipo de movilidad: “En Europa en particular, no hay un ecosistema de cadena de valor de vehículo eléctrico, por eso no es sorprendente que la entrada primera de vehículos eléctricos sea top down [comienza a venderse desde el público con más poder adquisitivo, para ir bajando de precio después paulatinamente]”.
Recasens indica que el mercado eléctrico está a punto de entrar en una nueva etapa en la que llegarán vehículos como el Renault 5, el Renault 4 o vehículos de otras marcas como el Volkswagen ID.2. “Estos coches van a entrar en una franja de precio donde el esfuerzo para el cliente no digo que vaya a ser igual, pero va a ser parecido al del motor de combustión. Y habrá una tercera oleada, que será cuando se produzca el cambio de las químicas y formatos, pasando de la NMC, que es de alta densidad, pero más cara, a una LFP que tiene menos densidad, pero que es más accesible en coste y, por tanto, en precio. Y la siguiente oleada va a ser una disrupción tecnológica para bajar el coste del vehículo un 40% con nuevas arquitecturas de vehículo”, sentencia el máximo responsable de Renault en España y a su vez presidente de Anfac, la patronal nacional de automovilísticas.
Dicha disrupción tecnológica que menciona Recasens no será la tan ansiada batería de estado sólido, un tipo de tecnología en la que todo el sector está invirtiendo y que promete ser una revolución para el vehículo eléctrico tanto en prestaciones como en coste. España cuenta con su propio proyecto de este tipo, el de Basquevolt en el País Vasco, que prevé que su tecnología permita vender vehículos eléctricos a 15.000 euros. “La tecnología de estado sólido llegará a partir de 2030. La siguiente ola de disrupción del 40% de coste llegará a partir de 2028, cuando seamos capaces de ser mucho más eficientes en peso, aerodinámica y, sobre todo, mejorar la eficiencia energética de la combinación del motor y la batería”, añade el empresario.
Las ayudas del Perte VEC para los eléctricos de Renault
A día de hoy, el grupo francés no ensambla vehículos eléctricos en España, sino que ha centrado en sus fábricas de Palencia y Valladolid la producción de modelos híbridos. Esto ha supuesto una ventaja para España, ya que la demanda de este tipo de vehículos se ha disparado en el último año mientras que la de eléctricos (que se hacen en Francia) está estancada. Aun así, la compañía está preparando el terreno para hacer vehículos eléctricos en España en un futuro y por ello ha presentado distintos proyectos a los Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), por los que se le han asignado ya más de 120 millones de euros en ayudas públicas.
“Estamos intentando poner todas las condiciones necesarias para que España esté en la lista corta de candidatos para producir coches eléctricos de la futura gama de Renault en Palencia o en Valladolid”, asegura Recasens, aunque remarca que las decisiones que tomen los fabricantes dependerán de lo que suceda en 2025, año en el que según el directivo la industria europea se juega su futuro y en el que entrarán en vigor los nuevos objetivos de emisiones medias para los coches nuevos, que pasarán de 115,1 gramos de CO2 a 93,6 gramos, un objetivo que “es misión imposible”. “En función de lo que ocurra el año que viene tendremos que cambiar muchos planes. Si yo tengo en mente producir un vehículo en Palencia, en Valladolid, en Turquía o en Tánger me da igual si el año que viene me llega una sanción, como industria, de 15.000 millones de euros [por el endurecimiento de la norma de emisiones]. Lo tengo que cambiar todo”, explica.