Thierry Koskas, CEO de Citroën: “Tenemos la misión de hacer el coche eléctrico atractivo para el cliente”
El director general del fabricante francés apuesta por la popularización de su marca ante la demanda existente de eléctricos baratos
El mercado de los vehículos electrificados continúa su travesía por el desierto. Según los datos de la patronal de fabricantes Anfac, en el pasado mes de junio, las ventas cayeron un 11,5%, siguiendo la línea de la caída del 11,9% que se registró en mayo. Las marcas hablan de un “preocupante retroceso” de un mercado que debería de estar al alza para alcanzar los objetivos de descarbonización marcados por la Comisión Europea. Solo este año, para llegar a los hitos propuestos por el Ministerio de Transición Ecológica, deberían venderse en España 280.000 eléctricos e híbridos enchufables nuevos, una cifra muy alejada de las 60.734 unidades vendidas en el primer semestre de 2024.
Ante este panorama nada halagüeño, algunos fabricantes están retocando sus hojas de ruta hacia las emisiones cero. En Citroën parece no haber dudas: “En 2025 tenemos que acelerar la venta de eléctricos. Tenemos que cumplir los compromisos sí o sí”. Habla para CincoDías Thierry Koskas (Rueil-Malmaison, Francia, 1964), consejero delegado de la marca de los dos chevrones desde marzo de 2023 y con el que este diario mantuvo un encuentro en la sede de Stellantis, situada en el distrito madrileño de Villaverde. El francés se muestra contento por el aumento de la cuota de mercado de Citroën en España durante el primer semestre, donde la marca ha aumentado sus ventas, “sin modelos nuevos”, un 11,5% respecto al año pasado: “Somos una marca prácticamente local —Citroën fabrica gran parte de sus modelos en las plantas que Stellantis posee en Vigo, Zaragoza y Madrid—, por eso estamos tan contentos por estos resultados”, comenta el director general.
Koskas explica que en 2025 deberá asegurar que el 25% de sus ventas en Europa sean de coches eléctricos, lo que representa más de 100.000 vehículos, considerando su volumen actual de ventas—unas 500.000 unidades—. Un reto para nada menor, dado que la adopción del coche eléctrico ha experimentado fluctuaciones en su crecimiento, especialmente en países donde los incentivos han disminuido o, como en el caso de Alemania, han desaparecido.
El CEO subraya que “no existe un parón del vehículo eléctrico, las marcas tenemos un desafío que es cómo podemos llegar a este 25% de las ventas. Tenemos la misión de volver a hacer el coche eléctrico atractivo para el cliente”. Koskas detalla que la propuesta de Citroën para alcanzar esa meta consiste en ofrecer vehículos eléctricos asequibles con unos costes de uso y producción competitivos, simplificar la gama de modelos y opciones para facilitar la fabricación e implantar la tecnología de baterías LFP (litio-fosfato de hierro por sus siglas en inglés), más baratas que las de otros sustitutivos del litio, en todos sus automóviles.
La primera muestra de esta estrategia es el Citroën Ë-C3, “el único eléctrico 100% made in Europe por debajo de 25.000 euros” —concretamente, 23.300 euros sin ayudas públicas— con una autonomía de 320 kilómetros. Por el momento, el Ë-C3 no está en venta, pero Koskas asegura que solo habiéndolo mostrado en Francia e Italia han conseguido 18.000 pedidos: “Esto es muy interesante, porque demuestra que cuando ofrecemos un eléctrico a un precio accesible existe una demanda natural de este tipo de vehículos”, agrega Koskas. De hecho, para el año que viene, la marca de Poissy tiene previsto lanzar una versión por debajo de los 20.000 euros, pero con solo 200 kilómetros de autonomía.
¿Se ha redefinido entonces Citroën una marca low cost? El fabricante francés rehúye de esta denominación y su director general defiende el posicionamiento de Citroën como una marca popular, que ofrece soluciones de movilidad accesibles sin comprometer la calidad y el equipamiento de sus vehículos. El del Ë-C3 es un precio realmente competitivo que, como Koskas explica, se basa en la optimización de la plataforma, los nuevos y más baratos chasis Smart Car de Stellantis desarrollados para responder, según afirman desde la multinacional automovilística, a la competencia “agresiva” de los nuevos operadores del mercado europeo, incluidos los vehículos fabricados en China.
La amenaza china
El pasado 12 de junio, la Comisión Europea anunció que iba a aumentar los aranceles a la exportación de vehículos eléctricos chinos con el argumento de que la industria del país asiático se está aprovechando de las subvenciones de Pekín para competir con ventaja en suelo comunitario. Thierry Koskas reconoce que, aunque los la entrada de los electrificados desde China supone una “amenaza”, los fabricantes no pueden contar con los aranceles como medida de protección, ya que también compiten en otros mercados: “Esta es una decisión meramente política que no sabemos cuanto tiempo se extenderá y que las marcas chinas tienen la capacidad de poder paliar con el precio de sus coches. Es imprescindible que nuestra batalla se desarrolle en el terreno de los costes de producción, de ello depende nuestro futuro”.
Precisamente, desde China llega un nuevo integrante al grupo Stellantis. Leapmotor y su T03 ya han desembarcado en Europa con el inicio de la producción del utilitario en la planta que la multinacional posee en Polonia. La venta de los primeros T03 está prevista en septiembre de este año, a un precio que como ha reconocido Koskas, será menor que el del Ë-C3 u otros modelos del grupo, como el Fiat Grande Panda. Aun así, el director general de Citroën no cree que Leapmotor suponga una contrincante para el resto de marcas del grupo por su parque de vehículos y las prestaciones que ofrecen. Lo que sí valora Koskas es que esta “es una oportunidad” para que Stellantis pase “de ser un observador a formar parte del juego que proponen las marcas chinas” y poder aprender sobre su forma de trabajar.
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