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Medio ambiente: paraísos en vías de desaparición por el cambio climático

Lo ecológico, el mejor escaparate para mostrar al mundo cómo abordar la urgencia del calentamiento global

Buceo con mantarrayas en el atolón de Laamu, en Maldivas.
Buceo con mantarrayas en el atolón de Laamu, en Maldivas. Manta Trust

Tratemos de imaginarnos el paraíso. Quizás sea en una isla desierta, rodeada por una playa de fina arena blanca, rociada por una naturaleza exótica y salpicada por aguas cristalinas donde sumergirse entre arrecifes de coral. Para muchos sería esta la imagen del edén, que podemos buscar en lugares como Maldivas, Tuvalu, Vanuatu, Seychelles o Islas Salomón. Al menos de momento. El paraíso está en riesgo de desaparecer.

“¡Nuestro país se está hundiendo!”. Así lo alertaba el primer ministro de Tuvalu, Kausea Natano, durante la última cumbre del clima celebrada en Sharm el Sheij (Egipto), el pasado mes de noviembre. “Mi patria podría ser una de las primeras naciones en ser borrada del mapa debido al cambio climático”, añadía en su comunicado.

La subida del nivel del mar amenaza a naciones insulares como Maldivas, Tuvalu o Samoa

La crecida de los océanos provocada por el calentamiento global es la principal amenaza que sufre la mayoría de los PEID (Pequeños Estados Insulares en Desarrollo), un organismo con 38 miembros al amparo de la ONU. Para todos ellos la lucha ecológica no es una moda o preferencia. Es una cuestión de supervivencia.

Complejo hotelero Huvafen Fushi,  en Maldivas.
Complejo hotelero Huvafen Fushi, en Maldivas.

Islas sumergidas

“Los efectos del cambio climático se intensifican”. Con esta advertencia de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) daba comienzo la COP27. “Los últimos ocho años son los más cálidos registrados hasta ahora”, señalaba la ONU en este contexto. “Según los datos de las principales estaciones de monitoreo, los niveles atmosféricos de los tres gases de efecto invernadero siguieron aumentando en 2022”. Una de sus principales consecuencias es que “la subida del nivel del mar se acelera”, desvelaba la OMM. De hecho, desde 1993 se ha duplicado su velocidad. Los expertos consideran que aumenta una media de cuatro milímetros al año.

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En archipiélagos como el de Tuvalu, cuyas islas no se elevan a más de seis metros sobre el nivel del mar, sus habitantes hace tiempo que empezaron a huir a lugares como Fiyi debido a las inundaciones. Se han convertido en refugiados climáticos.

Recuperación de los arrecifes de coral y control de la población de mantarrayas y tortugas, las principales iniciativas

En la misma tónica se encuentra Samoa, cuyo Gobierno está adquiriendo terrenos en Australia para acoger allí a parte de su pueblo antes de que acabe sumergido en el Pacífico. Maldivas ha llegado incluso a construir una isla artificial, cerca de Malé, su capital, para evacuar a su población. Pero el caso de este país asiático merece un capítulo aparte.

Six Senses Laamu es un hotel de lujo sostenible.
Six Senses Laamu es un hotel de lujo sostenible.

El paradigma de Maldivas

Un cúmulo de bancos de arena rodeados por arrecifes de coral y aguas azul turquesa se presentan al viajero que sobrevuela el océano Índico. Recuerde: paraíso. Hasta 26 atolones estructuran este archipiélago de más de mil islas, donde el 80% no se elevan a más de un metro sobre el nivel del mar.

“Maldivas podría desaparecer a finales de siglo”. Son palabras de Ibrahim Solih, presidente del país. “Nuestras islas, una por una, están siendo devoradas por el mar”. Para tratar de paliar esta situación, algunos resorts de lujo han tomado cartas en el asunto para desarrollar proyectos de recuperación de la biodiversidad, colaborar con asociaciones y ONG y buscar entre todos un horizonte más sostenible. El destino se ha convertido en ejemplo de este nuevo paradigma que se ha trasladado a todo el mundo. De atolón en atolón, vamos a dibujar nuestro viaje ecológico en tres iniciativas.

El objetivo es crear santuarios de biodiversidad en torno a hoteles exclusivos

El atolón y la mantarraya

El atolón de Laamu es uno de los enclaves más privilegiados donde contemplar mantarrayas. Nos zambullimos en el Índico para nadar con una de las especies más asombrosas y amenazadas de Maldivas. El resort Six Senses Laamu colabora con la organización benéfica Manta Trust, que tiene como objetivo el estudio, la conservación y recuperación de esta criatura marina de hasta ocho metros de longitud.

Las islas, una por una, están siendo devoradas por el mar, asegura Ibrahim Solih, presidente de Maldivas

“Gracias a esta colaboración hemos podido recopilar información detallada sobre los hábitats y la población de distintas especies del atolón de Laamu”, explica Philippa Roe, bióloga marina y directora de Maldives Underwater Initiative, un proyecto impulsado por Six Senses.

A tan solo 15 minutos en barco desde este resort sostenible, y a 20 metros de profundidad, los amantes del submarinismo podrán realizar una inmersión en Hithadhoo Corner, un santuario coralino donde las mantarrayas suelen nadar en grupo para maravillar a los espectadores que consiguen presenciar este espectáculo natural.

Replantar corales

Proyecto de recuperación de praderas submarinas en el Índico.
Proyecto de recuperación de praderas submarinas en el Índico.

Otro de los efectos más devastadores del cambio climático es el aumento de la temperatura de los mares y la consecuente muerte de los arrecifes de coral. Estos organismos proporcionan el 30% del hábitat de las especies marinas y un ligero cambio en la temperatura del agua, además de la contaminación, afecta drásticamente a la vida en el arrecife. En 2016, el calentamiento de los océanos, provocado por el fenómeno El Niño, tuvo como consecuencia el blanqueamiento y la muerte del 80% de su población.

Ante esta situación, los Gobiernos y entidades han empezado a desarrollar proyectos de recuperación. El año pasado, por ejemplo, el arrecife de Belice fue finalmente eliminado de la lista de ecosistemas en peligro de extinción de la Unesco, debido a que redujo la perforación petrolera y la destrucción de los manglares.

Otro ejemplo son los programas de replantación de este ecosistema, como los que se desarrollan en diferentes complejos hoteleros alrededor del mundo. En el caso del de Soneva, también en Maldivas, se siembran 50.000 corales todos los años en cada uno de sus hoteles. Pero los viajeros también pueden ponerse manos a la obra.

En Tailandia, en Koh Phi Phi, Zeavola Resort and Spa destaca por su oferta de actividades náuticas y el buceo ecológico es la más popular entre sus huéspedes, que tienen la oportunidad de replantar ellos mismos corales en el suelo marino y ayudar a la limpieza del atolón.

En Cayo Largo, Florida, la recuperación coralina se ha convertido en una necesidad vital para la comunidad y por ello, Coral Restoration Foundation, que cultiva más de 22.000 ejemplares cada año, hace un llamamiento a los buceadores certificados para participar en esta labor, al tiempo que disfrutan de este escenario idílico.

La tortuga es una de las especies más amenazadas por la destrucción del coral.
La tortuga es una de las especies más amenazadas por la destrucción del coral.

El secreto de las tortugas

Tomamos ahora rumbo al Caribe para descubrir en Puerto Rico otra iniciativa donde el lujo se ha convertido en el mejor aliado para la recuperación de la biodiversidad. La cara oriental de la isla está dominada por el entorno de El Yunque, un bosque pluvial que acumula buena parte de la variedad de flora y la fauna del estado norteamericano. En la zona de Río Grande desemboca en la costa para crear una exclusiva zona de largas playas de arena blanca escondidas entre el manglar y la selva.

En este enclave protegido se localiza The St. Regis Bahia Beach Resort. Este complejo hotelero de cinco estrellas cuenta aquí con una isla privada y un equipo de biólogos y expertos medioambientales que se encargan de las labores de recuperación, estudio y control del ecosistema. Su protagonista: la tortuga.

El objetivo es proteger este santuario natural donde abundan diferentes especies de este reptil, como la carey, la laúd o la tortuga marina verde. Acuden a centenares a dejar sus huevos en la orilla para asombro de los huéspedes que aguardan su eclosión. Además, estos pueden animarse a probar el buceo y el esnórquel para descubrir en las profundidades el hábitat de este reptil antes de volver a su idílica villa perdida en la selva con vistas al mar y mayordomo incluido. Una simbiosis sostenible y deliciosa.

Emergencia climática

Inundación. Destinos como el archipiélago Vanuatu, Seychelles, el estrecho de Torres, la República de Palau, Cabo Verde e Islas Salomón se encuentran en peligro y en constante observación por parte de las autoridades climáticas debido al aumento de los registros en los niveles del mar. En Fiyi algunos de sus residentes han trasladado su residencia a zonas más elevadas de la isla y alejadas de la costa. En total, hasta 52 Estados insulares llevan más de 30 años reclamando acciones climáticas concretas para evitar su desaparición.

Arrecifes. El blanqueamiento y la muerte de los arrecifes de coral es una realidad que afecta a enclaves exóticos como las Islas Galápagos (Ecuador), la Gran Barrera de Coral o la isla de Lord Howe en Australia, la bahía de Kaneohe (Hawái), el Parque Nacional Komodo (Indonesia) o la laguna de Nueva Caledonia. No solo actúan como refugio de biodiversidad, sino como barrera frente a la crecida del océano.

Esperanza. Mission Blue es una ONG internacional, fundada por la oceanógrafa Sylvia Earle, que se ocupa de la protección de diferentes áreas marinas en peligro repartidas por todo el mundo. Hope Spots (lugares de esperanza) es el apelativo que ya reciben más de 147 enclaves que se han convertido en santuarios naturales.

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